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El teletrabajo llega para quedarse, con escasa regulación y riesgo de efectos psicológicos

Este modelo permite a las empresas ahorrar costes (alquiler, luz, internet…) pero, por la falta de regulación, estos gastos puede recaer de forma directa sobre la espalda de cada empleado.

Teletrabajo
Hasta la llegada del coronavirus el teletrabajo no superaba el 7% en España.

Antes de que la emergencia del coronavirus llegase a nuestro país, la cifra de españoles que teletrabajaban se situaba en un 7% aproximadamente. Una cifra muy por debajo de la media europea.

El modelo, que hasta entonces conocíamos, se ha visto alterado, provocando una instauración obligada y a toda prisa de una forma de trabajo a la que los ciudadanos no estaban acostumbrados y que parece que ha venido para quedarse.

De ser así, se plantean varias cuestiones, como la escasa regulación que existe al respecto y los efectos psicológicos que puede acarrear esta nueva forma de trabajar.

Este modelo permite a las empresas ahorrar costes (alquiler, luz, internet…), pero, de no regularse, la parte proporcional de luz e internet pueden recaer de forma directa sobre la espalda de cada empleado, algo que es perjudicial para los mismos.

Raquel comenzó a teletrabajar a finales del mes de marzo y, desde entonces, las horas extra (sin remunerar) no han dejado de crecer y está segura de que la factura de la luz aumentará.

El día 25 de marzo tuvo que ampliar su tarifa de internet para poder trabajar al ritmo que le requería su empresa.

"En ningún momento mi empresa me va a pagar el aumento de la factura de la luz y los 25 € de más que estoy pagando por Iiternet", cuenta a Público.

Aunque en su empresa no están fichando, Raquel apunta cada día las horas que regala a su empresa y asegura que puede llegar a hacer 15 horas extra a la semana.

Aunque asegura que en estos momentos "hay que arrimar el hombro", le preocupa la idea de que esta tendencia se normalice cuando la emergencia del coronavirus haya pasado.

"Tengo la sensación de que sólo vivo para trabajar, empiezo a las 9 de la mañana y acabo a las 8 de la tarde", lamenta.

Sin legislación los trabajadores pierden

La regulación del teletrabajo en España es muy escasa y solamente se recoge en el artículo número 13 del Estatuto de los Trabajadores, en el que se especifica que los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los que prestan servicio en el centro de trabajo de la empresa y que el empresario deberá establecer los medios necesarios para asegurar el acceso efectivo de estos trabajadores a la formación profesional para el empleo.

También se añade que los trabajadores tienen derecho a una adecuada protección en materia de seguridad y salud y que podrán ejercer los derechos de representación colectiva conforme a lo previsto en la ley.

El artículo 13 del ET apenas tiene seis párrafos, por lo que la regulación del teletrabajo debe ser mucho más extensa.

El abogado laboralista Robert Gutiérrez asegura que es muy importante regular el teletrabajo y explica a Público que, como mínimo, se deben legislar cinco aspectos.

En primer lugar se debe dejar constancia sobre quién va a sufragar los gastos de actividad como pueden ser el aumento de la factura de la luz o de internet.

Hay que tener en cuenta que muchos de estos trabajadores no necesitaban una conexión potente de internet, ya que trabajaban en una oficina. Además, si se trabaja desde casa, la factura de la luz por el ordenador y de la calefacción aumentará de forma notable.

Otro punto que se debería tratar es el de quién pone los equipos de trabajo. Gutiérrez explica que, en principio, debería ser la empresa.

"Aunque muchos trabajadores tienen ordenador en casa, la realidad es que no tienen porqué utilizarlo para trabajar ya que, por ejemplo, el ordenador puede estropearse antes por el uso. En principio, se debería regular que sea la empresa la que dota a los trabajadores del material necesario para poder desarrollar su actividad", explica.

En tercer lugar añade que se debe especificar la regla de fichar en el trabajo, ya que, aunque sea obligatorio desde el año pasado, es importante dejar constancia de que en el teletrabajo se debe fichar y cómo se debe realizar este fichaje.

La prevención de riesgos laborales es otro tema que se debe legislar de forma específica en el teletrabajo, ya que no solo hablamos de accidentes laborales, sino también de enfermedades que se pueden producir por no contar con las medidas suficientes para poder desarrollar el ejercicio de forma correcta.

"Por ejemplo, un trabajador puede estar desarrollando su actividad con un nivel de luz que le perjudica a la vista o con una silla y una mesa que le produzca una enfermedad en el cuello o en la columna vertebral", explica Gutiérrez.

Este punto es muy importante porque no es lo mismo que un trabajador esté de baja por una enfermedad profesional, a que lo esté por una baja de enfermedad (no profesional). Ya que si el empleado está de baja por una enfermedad profesional cobrará el salario entero y, además, podrá demandar a la empresa y exigir una indemnización por daños y perjuicios además de denunciar en la Inspección de Trabajo.

Por último, Robert Gutiérrez añade la necesidad de hacer un control de actividad para las empresas y propone enviar reportes mensuales o semanales para que la empresa pueda seguir la actividad de sus empleados.

El inspector de trabajo, Gerard Lujan, añade a Público que adaptar la obligación de registrar la jornada y regular específicamente la prevención de riesgos laborales en el trabajo a distancia es importante.

"El tema de las horas extraordinarias no declaradas, no remuneradas y/o no cotizadas es más complicado de comprobar en el caso del teletrabajo porque no estás viendo físicamente al trabajador en el centro de trabajo. Al estar en su casa puede que registre la jornada correspondiente, pero que después haga más horas", explica.

La psicología puntúa

Marisa Álvarez es psicóloga del trabajo y explica a Público que el teletrabajo puede ser positivo para los empleados si se cumplen unas cuestiones muy concretas.

"En España la clase trabajadora no suele vivir en grandes casas, por lo que es difícil que tengan un despacho o una zona determinada para trabajar", explica.

Álvarez asegura que si un trabajador no puede separar su vida personal de la profesional puede generarse una dinámica "muy tóxica" para el empleado.

"Si un trabajador vive en una casa de 40m² va a ser muy complicado que separe los dos aspectos de su vida, por lo que puede desarrollar cuadros de ansiedad importantes. Eso, sumado a que todavía no existe una regulación, puede provocar problemas serios en estos trabajadores, no solo a nivel físico, sino también a nivel psicológico", finaliza.

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