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Un guardia civil mata de un disparo
al batería de Los Piratas tras un supuesto caso de violencia de género

El instituto armado asegura que se trató de una acción defensiva en respuesta a una agresión con un cuchillo perpetrada por el fallecido contra un agente. Su mujer asegura que Javier sufría un trastorno bipolar, contradice la versión oficial y defiende a su marido. 

Javier Fernández, batería del grupo Los Piratas, ya disuelto.

EFE

SANTIAGO / MADRID.- Un hombre de unos 40 años ha fallecido hoy en Ponteareas (Pontevedra) tras recibir el disparo de un guardia civil que había acudido, junto a su compañero, a un domicilio por una llamada por presunta violencia machista.

Los hechos han ocurrido esta mañana en una vivienda de la parroquia de Guláns, en el municipio pontevedrés en donde residía el ahora fallecido, Javier Fernández,un conocido músico vigués que había pertenecido al grupo Los Piratas, ya disuelto.

Según fuentes de la investigación, la patrulla acudió al domicilio alertada por una llamada de violencia machista y se encontró en el camino a una mujer que decía que su marido la había agredido, que estaba muy nervioso y que tenía a su bebé.

Antes de entrar en la casa la pareja de agentes se cruzó con una mujer, según las mismas fuentes, que tenía al bebé en brazos y que decía que se lo habían arrebatado al presunto agresor, que estaba muy nervioso en el interior de la vivienda.

La mujer desmiente los hechos

El agresor se corresponde con un varón que se encuentra en ropa interior muy agresivo y alterado gritando "que va a cortarlos a todos en trocitos", según apunta la Subdelegación del Gobierno en una nota.

Una vez en el interior de la casa, los agentes intentaron tranquilizar al hombre y dialogaron con él. En un momento determinado el hombre, que seguía alterado, fue a la cocina y un agente le siguió. Allí, el agente resultó agredido con un cuchillo en el rostro.

Ante el segundo intento de agresión del hombre, el otro guardia civil disparó contra el agresor hiriéndole en el abdomen para evitar que dañara a otras personas que se encontraban en la casa. Un equipo sanitario intentó estabilizarlo y fue trasladado a un hospital de Vigo por una unidad sanitaria, aunque finalmente falleció. Las investigaciones las lleva el juzgado número 2 de Ponteareas y la Guardia Civil realiza su propia investigación como parte del procedimiento por haber sido utilizada un arma reglamentaria.

Su mujer ha salido al paso en redes sociales para desmentir la versión oficial de los hechos y defender a su marido. "No voy a permitir que se manipule la información sobre lo ocurrido. Hal -apodo de Javier- era la persona más cariñosa del mundo. Nos amaba con todo su corazon al bebé y a mi. Jamás fue un maltratador. Eramos completamente felices. Todos sus amigos y familia saben que era una persona llena de amor. Todos saben cómo se desvivía por nosotros. Hal es una víctima. Primero víctima de un trastorno bipolar que estaba perfectamente controlado desde hace 10 años hasta que su psiquiatra tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento a pesar de que la familia le pedimos en dos ocasiones que no lo hiciese, ya que, el complicado nacimiento del bebé le habia afectado. Fueron momentos de mucha tensión. Incluso él fue conmigo al psiquiatra a comentarle que se encontraba nervioso. Hal no agredió a ningún agente, hubo tensión pero no agresión. Fue también víctima de una mala práctica que desencadenó este terrible final. Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querias. Te quiero y siempre te querré".

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