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Aragón lleva a los institutos la Memoria Histórica y el repudio a la violencia

El proyecto de la Consejería de Educación propone dedicar apartados específicos a la represión de la dictadura, al recorte de las libertades y al papel de subordinación al varón que sufrió la mujer

La consejera de Educación, Mayte Pérez, impulsa la reforma del currículo de Bachiller que incluye la Memoria Histórica.

ZARAGOZA .- “Especifica y valora los costes humanos y las consecuencias económicas, políticas, sociales y humanitarias de la guerra [civil] y muestra memoria democrática para valorar adecuadamente el significado de la represión y el ejercicio de la violencia como armas políticas". Este es uno de los estándares evaluables que a partir de próximo curso tendrá la asignatura de Historia de España, en segundo de Bachillerato, en los institutos aragoneses.

El Gobierno autonómico ha cumplido una de las promesas de su presidente, Javier Lambán, y ha iniciado los trámites para que, a partir del próximo curso, la Memoria Histórica y la Memoria Democrática se integren, respectivamente, en los planes de estudios de Bachiller y de ESO (Secundaria), según explica la consejera de Educación, Mayte Pérez, en una respuesta parlamentaria al diputado de Podemos Carlos Gamarra.

Este valora positivamente la iniciativa, aunque echa en falta en la propuesta, que se encuentra en fase de alegaciones, “alguna referencia al Consejo de Aragón”, un órgano impulsado por organizaciones de la izquierda (CNT, PCE, UGT e Izquierda Republicana, básicamente) en la zona oriental de la actual comunidad que, para muchos, fue uno de los embriones del autonomismo, aunque su principal componente era el libertario. “Es una pena, porque a este paso se va a perder su memoria aunque este año se cumplan 80 de su creación”, anotó.

El significado del golpismo

La memoria histórica está incluida en los contenidos curriculares de la Lomce, aunque su exposición en las aulas suele carecer de énfasis. A menudo se ubica en la parte final de los temarios, con lo que es frecuente que los centros le dediquen escasa atención. El ejecutivo autonómico pretende cambiar esa situación y elevar su peso a través de algunas asignaturas.

Aragón, que ha mostrado una patente pasividad en otros aspectos, como la eliminación de símbolos franquistas, será ahora una de las primeras comunidades en dotar de peso en las aulas a esta materia, iniciativa que también impulsan otros ejecutivos autonómicos como el andaluz.

La introducción de los contenidos de Memoria Histórica en Bachiller tiene como objetivos fomentar “una visión integradora de la historia de España”, generar “actitudes de solidaridad frente a las desigualdades” y de respeto a la diversidad, promover el conocimiento de “las normas básicas que regulan nuestro ordenamiento constitucional”, animar el rechazo a las “actitudes antidemocráticas, violentas, discriminatorias o vejatorias” y, también, alentar “una sensibilidad comprometida, responsable y activa con la democracia y sus valores, la paz y los derechos humanos”.

La asignatura, que pretende que los alumnos desarrollen como competencias una “actitud crítica hacia las fuentes” historiográficas y otra de responsabilidad y solidaridad “con la defensa de la libertad, los derechos humanos, los valores democráticos y la memoria histórica”, incluye el estudio de “los intentos y logros democráticos” del bienio reformista de la Segunda República -con especial atención a la reforma agraria, que fue uno de los principales focos de tensión- y dedica un apartado a los contextos nacional e internacional que desembocaron en el levantamiento militar de julio de 1936.

“Valora con memoria democrática el significado del golpismo y de la violencia asociada al levantamiento armado y analiza la importancia de la ayuda internacional en el desarrollo bélico”, señala uno de los estándares que deberán evaluar los profesores en esta asignatura.

El retroceso de la situación de la mujer

Un segundo bloque se centrará en “las relaciones exteriores de la dictadura y la situación económica” del país en los 20 años siguientes a la guerra -1939-1959- y en el desarrollismo -1959-1973-, etapas sobre las que los estudiantes deberán analizar “la situación de privación de libertad y la represión” para “valorarlas adoptando actitudes contrarias a ellas y a sus posibles manifestaciones en el presente”. Los contenidos habrán de prestar “particular atención” a lo ocurrido en Aragón.

Paralelamente, otro apartado tratará las transformaciones sociales de la época franquista, con un análisis específico para “el retroceso de la situación de la mujer” en esas décadas. Los estudiantes habrán de tratar “críticamente los argumentos religiosos y políticos bajo los que se legitima su subordinación jurídica, económica y social al varón” durante el franquismo, al tiempo que desarrollan argumentos críticos y de memoria democrática “para condenar este desequilibrio de género” y para “encontrar actitudes condenables en el presente que beben de aquella situación de sumisión”.

El temario dedica otro capítulo a analizar “los diferentes grupos terroristas que han actuado desde la transición” y al impacto de sus atentados, en este caso con la finalidad de avanzar en “la creación de memoria democrática para valorar negativamente el uso de la violencia como arma política y la represión de la diversidad democrática”.

En el caso de la ESO, la consejería de Educación pretende hacer “especial hincapié en la formación de la denominada ‘memoria democrática’” en la asignatura de Geografía e Historia, con los objetivos de generar “un juicio crítico sobre las formas antidemocráticas e injustas con las que se intentaron resolver algunos conflictos” y de desarrollar “una conciencia ciudadana favorable a la defensa de valores democráticos y partidaria de la defensa de la paz, la solidaridad y el respeto”.

La asignatura, que presentará el “ejercicio del deber y los derechos y libertades como un logro irrenunciable y una condición necesaria para la paz”, incluirá la denuncia de “actitudes y situaciones violentas, discriminatorias e injustas” y la solidaridad con “los pueblos, grupos sociales y personas privados de sus derechos o de los recursos económicos necesarios”.
Los alumnos aragoneses de segundo de ESO tendrán entre los estándares evaluables en Geografía e Historia a partir del año que viene la capacidad para argumentar sobre “las implicaciones de la violencia” y, también, la adquisición de “memoria democrática valorando la importancia de la libertad y censurando sus diferentes formas de represión”.

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