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La corrupción parte en dos al PP de Bizkaia a las puertas de su congreso provincial

Un sector crítico intentará arrebatar el poder a la parlamentaria Nerea Llanos, representante del oficialismo. Su rival, la concejala Raquel González, discrepa con la gestión realizada por sus jefes tras descubrirse un presunto desvío de fondos en las cuentas del partido. La dirección se limitó a despedir al gerente y al contable, pero no presentó ninguna denuncia.

Foto de archivo de Alfonso Alonso y los parlamentarios del PP vasco, en el Parlamento autonómico. / EFE

Terremoto en Madrid, réplicas en Bizkaia. Entre los escándalos y las operaciones policiales que afectan a varios de sus referentes estatales, el PP de Bizkaia no ha tenido más remedio que escenificar su profunda división interna. Una división que no empezó ayer ni anteayer y que también cuenta con la corrupción como uno de sus factores más agrios. La disputa –o ajuste de cuentas- ya ha comenzado: a pesar de los llamamientos a la unidad realizados desde la dirección, los conservadores vizcaínos deberán elegir entre dos candidatas para ocupar la secretaría general a nivel provincial. Las espadas están en alto, y así seguirán durante al menos un mes.

El rostro del malestar es Raquel González, concejala del PP en la localidad de Getxo. La representante municipal se ha convertido en la abanderada del sector crítico que el próximo 9 de junio intentará hacerse con el control del partido en Bizkaia. Ese día, los seguidores vascos de Mariano Rajoy celebrarán su congreso provincial, en el que el “aparato” de la formación estará representado por su hasta hace muy poco secretaria general a nivel de la Comunidad Autónoma Vasca, Nerea Llanos.

Tras ser sustituida por Amaya Fernández –conocida por su actividad como concejala en Barakaldo-, Llanos se presenta ahora a la secretaría general de Bizkaia en representación del oficialismo. Dicho de otra forma, es la garantía de continuismo respecto a la gestión realizada hasta ahora por el veterano parlamentario Antón Damborenea, a quien el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, prefiere ver única y exclusivamente como portavoz económico en la Cámara de Vitoria. ¿Renovación? Su rival no lo considera así. “No veo a Nerea Llanos con el necesario empaque para cambiar las cosas”, afirmó González a Público.

El próximo martes, ambas candidatas deberán presentar sus avales ante el comité organizador del congreso, lo que abrirá un mes de campaña interna que, en realidad, ya ha comenzado. El debate se centra sobre el modelo organizativo, pero también sobre una cuestión que persigue a los populares: la corrupción. Durante la presentación de su candidatura, Hernández recordó el caso “dolorosísimo” que golpeó al PP vasco a comienzos de 2016, cuando descubrieron que faltaban 100 mil euros de la caja del partido. El dinero había ido a parar a “gastos sin justificar”, por lo que la dirección regional decidió despedir a su gerente, Arturo Aldecoa, quien además había sido elegido juntero en las Juntas Generales de Bizkaia. Lo mismo ocurrió con el contable de la formación conservadora, Gonzalo Pontes.

Los extraños movimientos de dinero –incluyendo los 19 cheques por un importe de 5.650 euros que Pontes, a pesar de tener los poderes revocados, firmó para Aldecoa entre octubre de 2015 y febrero de 2016- no fueron denunciados en ningún juzgado. Ni siquiera se abrió un expediente disciplinario a Aldecoa en su calidad de militante del PP. Para el partido liderado por Alonso, los despidos de ambos fueron suficientes.

“No se ha hecho nada”

“Toda la gestión del caso se llevó a cabo por la organización nacional. Hay que tener en cuenta que yo soy personal de la oficina central del partido”, explicó Aldecoa a Público. A la espera de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) se pronuncie a lo largo de este mes sobre su recurso por “despido improcedente” –en marzo pasado rechazó el presentado por Pontes-, el ex gerente sigue ejerciendo como juntero en las Juntas Generales, integrado en el Grupo Mixto. Desde allí reivindica que nadie ha presentado ninguna denuncia contra él. “En cualquier partido político, si se considera que alguien ha hecho algo que perjudica a la organización, se tiene que tramitar un expediente. Aquí no se ha hecho nada”, subrayó.

Aldecoa no solamente niega cualquier irregularidad, sino que también asegura –sin aclarar el destino de los 100 mil euros perdidos- que su despido se debió a “factores internos”, motivados a su vez por los “enfrentamientos internos y bandos” que existen en el PP vasco. De hecho, el juntero díscolo atribuye la actual disputa por la secretaría general de Bizkaia como un capítulo más de esa historia.

En ese contexto, Hernández asegura que aún no ha visto “los datos exactos” sobre lo ocurrido con la caja de la organización. “No sé qué pasó, cómo pasó ni cuánto pasó”, resumió. “A nivel moral eché de menos alguna explicación sobre qué había ocurrido y cómo se iba a solucionar”, apuntó. Con esos antecedentes, la concejala defiende la renovación interna como antídoto contra los corruptos. “Una de las formas de luchar contra la corrupción pasa por renovar todos los equipos, todas las personas y todos los modelos de trabajo, para que no vengan viciados desde la base y así podamos desterrar la sombra de la duda”, 

Más tranquilos

El enfrentamiento en Bizkaia contrasta con la calma que viven sus compañeros de partido en Gipuzkoa y Araba, donde también se realizarán congresos provinciales. En el territorio guipuzcoano, el parlamentario Borja Sémper tiene garantizada su continuidad al frente de la organización, mientras que en tierra alavesa nadie cuestiona el liderazgo de Iñaki Oyarzabal. De momento, el terremoto popular tiene epicentro en Bilbao.

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