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Isla de Toralla Vigo se rebela para recuperar la isla privada de Toralla

El Ayuntamiento rechaza la intención del Gobierno de legalizar la ocupación de terrenos de dominio público en una urbanización que impide desde hace décadas a los ciudadanos acceder al islote

Vista de la isla de Toralla.

JUAN OLIVER

El Ayuntamiento de Vigo ha iniciado los trámites para recuperar para el uso público el borde litoral de la isla de Toralla, un pequeño e idílico enclave situado al sur de la ciudad convertido en recinto de uso exclusivo para un puñado de afortunados propietarios, que desde hace decenios han logrado evitar cumplir la ley y dar acceso de la ciudadanía a los terrenos que ocupan ilegalmente.

La isla es una pequeña extensión de diez hectáreas ubicada frente a la playa do Vao, que durante el crujido inmobiliario de los años sesenta del siglo pasado se convirtió en un goloso bocado para constructores sin escrúpulos y promotores avispados, que la urbanizaron a machete. Destrozaron el entorno y levantaron decenas de chalés privados y una horrenda torre de veinte pisos que afea la línea del horizonte de la ría viguesa, tanto si se la observa desde la tierra como desde el mar.

Bajo las casas y los apartamentos yace un castro de la Edad de Hierro y una necrópolis romana, pero toda esa riqueza histórica, que se suma al patrimonio natural y paisajístico, permanece enterrada. Con los años, la propiedad de los terrenos y las viviendas se fue consolidando, y la urbanización tiene desde hace tiempo carácter privado. Pero algunos propietarios han ido extendiendo sus parcelas varios metros, en algunos casos decenas, hasta casi la orilla del mar, que es la zona legalmente reservada al dominio público marítimo-terrestre.

Aunque la Ley de Costas da derecho a cualquier ciudadano a hacer uso del suelo público y, en el caso de Toralla, como servidumbre de paso para llegar al mar andando por el borde de la isla, en la entrada de la urbanización una pareja de guardias privados, situados día y noche junto una barrera automática con cámara identificadora de matrículas, impide el paso al público que cruza el largo puente. Éste une el islote al mar, y durante mucho tiempo sólo fue accesible para los residentes.

Los vecinos y el Ayuntamiento de Vigo llevan años reclamando que se pueda bordear Toralla andando por esa zona en teoría pública. De hecho, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino inició en el año 2008, bajo mando de la ex ministra viguesa Elena Espinosa, un plan para proceder al deslinde de la franja costera y aprovecharla para construir un paseo marítimo. Pero la crisis acabó con el proyecto, y Toralla siguió cerrada.

Ahora, es el Gobierno de Rajoy el que intenta beneficiar a los propietarios, tramitando la solicitud de uno de ellos para que se proceda a deslindar la zona y consolidar así como suya parte del dominio público evitando que se construya el paseo.

El Servicio Provincial de Costas, que depende del Ministerio de Agricultura, Pesca , Alimentación y Medio Ambiente de Isabel García Tejerina, envió hace unos meses al Ayuntamiento que preside el socialista Abel Caballero un requerimiento para que le informara de la situación legal de la zona. En su contestación, el Concello explica de que el particular interesado en el asunto no aduce para el pretendido deslinde “causa distinta que el interés privado”, y señala que lo que propone el Gobierno afecta a una zona en la que ya es “imposible el libre acceso público en mínimas condiciones de seguridad. Por eso, considera que reducir aún más esa franja “reduce drásticamente las posibilidades de materializar ese libre tránsito mediante una senda, paseo o itinerario de uso público”.

Vista aérea de la isla de Toralla en el año 1956 (arriba izquierda), 2004 (abajo izquierda), 2014 (arriba derecha), 2017 (abajo derecha).

Vista aérea de la isla de Toralla en el año 1956 (arriba izquierda), 2004 (abajo izquierda), 2014 (arriba derecha), 2017 (abajo derecha). WIKIPEDIA

En su informe, al Ayuntamiento adjunta las fotografías aéreas que acompañan a este texto, tomadas en 1956, en el 2004 y en el 2014, y que muestran cómo muchos de los propietarios han indo ampliando ilegalmente los cierres de sus fincas: “Según comprobamos en la información cartográfica disponible, la configuración de esta parte de la isla ha sufrido una transformación importante en las últimas décadas, de tal forma que la zona de rocas y ribera ha sido ocupada por muros o diques que han reducido de forma notable la zona marítima al tiempo que las parcelas avanzaron hacia el mar”, abunda. Además, subraya que los accesos al mar que en su día fueron contemplados en el proyecto del 2008, han sido “cerrados mediante diferentes cancillas y en la mayoría de los casos su uso público no es posible al encontrarse incorporados a propiedades privadas”.

En Toralla habitan en invierno medio centenar de vecinos y muchos de los chalés permanecen cerrados, aunque en los meses de verano, cuando se calman el frío, la niebla y el oleaje, la población se multiplica y llega al millar de personas. Son los únicos que pueden disfrutar sin problemas de ese entorno, aunque quizá no puedan seguir haciéndolo por mucho tiempo. El Ayuntamiento de Vigo advierte también en su escrito que si el Gobierno sigue empeñado en realizar el deslinde, reclamará que le ceda el terreno afectado “para garantizar la circunvalación peatonal pública de la totalidad del perímetro de la isla”.

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