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Feijóo remodelará su Gobierno por las municipales del 2019 pero con la vista puesta en las generales

El presidente de la Xunta encomienda a su conselleira de Medio Ambiente y a su conselleiro de Política Social la misión de arrebatar a las Mareas las alcaldías de A Coruña y Ferrol

Alberto Nuñez Feijóo y varios de sus conselleiros en una reunión del Consello de la Xunta.

JUAN OLIVER

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, tiene que remodelar ya su Gobierno porque dos de sus conselleiros van a presentarse candidatos en las elecciones municipales de la próxima primavera. Pero las decisiones que tome al respecto no afectan sólo al ámbito interno de la política gallega. También darán algunas pistas sobre sus intenciones de futuro.

En el 2019 habrá elecciones generales, y las autonómicas gallegas están previstas para el 2020. Y aunque sólo han transcurrido unos meses desde el portazo que Feijóo dio a quienes lo postulaban como sucesor de Rajoy, los problemas académicos del nuevo líder del PP, Pablo Casado, renovados por la dimisión de la ministra de Sanidad acuciada por un escándalo casi idéntico, podrían poner al presidente gallego de nuevo en el disparadero hacia Madrid. Y la situación le pillaría de nuevo con el pie cambiado.

“No hay nada de eso. En el hipotético caso de que el Tribunal Supremo decida investigar el máster de Casado, que lo dudo, los estatutos del partido dicen que él no tendría que dimitir hasta que se abriera juicio oral”, aseguran una fuente próxima al entorno del presidente gallego, que opina que resulta muy improbable que si el Tribunal Supremo decide desaforar al presidente popular, pueda terminar la instrucción del caso y sentarle en el banquillo antes de las generales.

“Feijóo apoyó a Casado en las primarias y le apoyará como candidato a la Presidencia del Gobierno. No tiene otros planes”, asegura esa fuente, que no se pronuncia sobre cuáles serían esos planes si Casado se viera abocado a dimitir no por una decisión judicial, sino porque, como le sucedió a Carmen Montón, surgieran nuevos indicios que nutrieran de más irregularidades algunos puntos de currículum. En ese caso, si ya se hubieran celebrado las generales y el político gallego optara a presidir el PP, contaría con el hándicap de no tener escaño en el Congreso desde el que liderar a su formación.

Lo cierto es que Feijóo sí necesita apuntalar buenos resultados en las elecciones municipales gallegas para que no se ponga en duda el apoyo social a su figura en la comunidad, ni tampoco su consideración como el mandatario popular más apreciado en España. Porque si bien es cierto que él disfruta de una amplia mayoría absoluta en el Parlamento gallego, su partido sólo conserva aquí el mando de una de las siete ciudades y de una sola de las cuatro diputaciones provinciales. Si se repitiera esa situación tras los comicios locales, la lectura en España en general y en Génova en particular podría ser que su figura empieza a dar muestras de desgaste.

Feijóo tiene que remodelar su Gobierno porque su conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, ha anunciado que será cabeza de lista por Ferrol, donde ya fue alcalde entre el 2011 y el 2015. Y porque la conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato, aún no lo ha hecho, pero será con toda probabilidad la aspirante en A Coruña. Los dos llevan meses prodigándose en apariciones públicas en ambas ciudades y siendo la referencia de la opinión de su partido en cuestiones de ámbito local.

En las municipales del 2015, el PP perdió las alcaldías de A Coruña y Ferrol en favor de las candidaturas vinculadas a En Marea, que también le arrebataron la capital, Santiago. El PSOE tiene las de Lugo y Vigo, y el BNG, la de, Pontevedra. Así que a los populares sólo les queda Ourense, donde gobiernan con una frágil minoría con tan solo diez de los 27 concejales de la corporación. En esa provincia mantienen su única presidencia de Diputación, porque las de Lugo, Pontevedra y Ourense están en manos del PSOE.

Alberto Nuñez Feijóo con Alfonso Rueda en una reunión del Consello de la Xunta.

Alberto Nuñez Feijóo con Alfonso Rueda en una reunión del Consello de la Xunta.

Fuentes de la dirección autonómica del PP gallego aseguran que Feijóo hará los cambios de manera “inminente”, pero rechazan confirmar, aunque tampoco lo desmienten, que los anunciará mañana mismo al término del consello semanal de la Xunta. Sí afirman que, en todo caso, debería de hacerlo antes del debate sobre el estado de la autonomía que se celebrará probablemente en octubre.

No dan pistas sobre si la remodelación afectará únicamente a los dos conselleiros alcaldables o si habrá más movimientos que afecten a otros miembros de su gabinete, como el responsable de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, o la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez. Tampoco sobre los sustitutos, aunque las mismas fuentes recuerdan que los cambios están motivados por las municipales, y que el presidente considera que la gestión de sus conselleiros no necesita un revulsivo. Por eso, lo lógico sería que ascendiera a miembros de sus propios equipos.

En ese sentido, si Feijóo decidiera incluir en su Gobierno a otras personas, como al portavoz en el Parlamento, Pedro Puy; al secretario general del partido en Galicia, Miguel Tellado, o al ex presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo, sí estaría lanzando un mensaje sobre sus intenciones y alumbrando cierta reestructuración de poder de cara a su propia sucesión. Más aún si la crisis de Gobierno implicara tocar también el estatus de su vicepresidente y conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, Alfonso Rueda, quien hasta ahora era considerado su delfín natural.

En cuanto a Mato y Rey Varela, aunque cesen como miembros del Gobierno autonómico se enfrentan a las elecciones con red, dado que ambos conservarán sus respectivas actas de diputada y diputado en el Parlamento autonómico que podría usar como colchón si cayesen derrotados en las municipales.

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