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Navarra reconoce a las primeras víctimas de abusos sexuales en la Iglesia

Seis primeras víctimas han sido reconocidas. Pronto sumarán otras 19 cuyas peticiones aún están siendo procesadas.

Un sacerdote, en una imagen de archivo. / PIXABAY
Un sacerdote, en una imagen de archivo. / PIXABAY.

El Gobierno de Navarra ha reconocido oficialmente a las primeras víctimas de abusos por parte de la Iglesia tras analizar sus casos. Han reconocido a seis víctimas hasta ahora, y pronto sumarán otras 19 cuyas peticiones aún están siendo procesadas. Las víctimas han compartido que se sienten "liberados"  tras ser oficialmente reconocidos sus casos, y recibirán en su casa la notificación que certifica el reconocimiento de su abuso en los próximos días.

La Iglesia Católica de Navarra creó una comisión de expertos que trabaja en el reconocimiento de las víctimas de ataques contra la integridad física, la indemnidad y la libertad sexual en el ámbito de la Iglesia. Fueron ellos los responsables de llevar a cabo las investigaciones, y posteriormente otorgar el reconocimiento como víctimas a los solicitantes, mediante Orden Foral y firmadas por el consejero de Políticas Migratorias y Justicia.

El Gobierno Foral ha indicado en un comunicado que de los primeros 25 expedientes tramitados, hay otras 48 solicitudes pendientes que se irán resolviendo poco a poco. La comisión analiza los casos de los solicitantes, escucha su relato, coteja datos y solicita archivos eclesiásticos y académicos para determinar el reconocimiento oficial como víctimas.

José Luis Pérez, de 59 años, sufrió abusos durante su infancia cuando fue alumno interno en el centro escolar Padres Reparadores de Puente la Reina, y es una de esas primeras seis personas en recibir el reconocimiento. Pérez comparte que a pesar de haber sido un proceso duro, "la sensación del reconocimiento es maravillosa".

Considera "importantísimo lo que ha hecho el Gobierno de Navarra", ya que tras sufrir abusos cuando era niño "mataron esa inocencia y esa infancia". Agrega también que la formación de la comisión de expertos y el trabajo que hacen para las víctimas es un "referente en todo el país".

Ana Luisa Anaut, de 67 años, quien también forma parte de los primeros casos reconocidos, sufrió abusos sexuales cuando era niña por parte del reverendo coadjutor (el eclesiástico destinado a ayudar al párroco en el servicio religioso) en Isaba, su pueblo. Tras conocerse los hechos, su abusador fue trasladado a otra localidad para encubrir el abuso.

Admite que "nunca se lo había contado a nadie, casi ni en mi propia familia, pero era un dolor muy grande que tenía guardado y necesitaba quitarme este peso de encima". Comenta también que "somos muy pocas mujeres las que aparecemos en estos casos y estoy convencida de que habrá más". El reconocimiento oficial del abuso que sufrió de niña es para ella "liberador, y una gran alegría, a pesar del dolor que supone rememorar aquello".

Ambos comparten que ha sido un proceso largo, y cuando comenzaron a hablar de este asunto no querían dar su nombre y salían de espaldas y sin mostrar la cara, hasta que se dieron cuenta de algo fundamental: "Nosotros no tenemos que tener vergüenza de lo que nos pasó, los que tienen que tener vergüenza de lo que nos pasó son quienes nos lo hicieron".

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