Son diversas las formas en las que los humanos han vivido en comunidad a lo largo de los siglos, muchas de las cuales han sido consideradas utopías. Algunas han sido creadas por filósofos y escritores en sus libros, pero también abundan aquellas que se llevaron a la práctica a lo largo de la historia, tal y como recoge la pensadora feminista Kristen Ghodsee en su obra Utopías cotidianas (Editorial Capitán Swing).
Como bien expone Ghodsee, en la actualidad, todavía es posible encontrar esos otros modos de convivencia en distintas partes del planeta. Estas son cinco comunidades utópicas alrededor del mundo que vale la pena conocer para descubrir otro modo de hacer las cosas.
Comunidad de Tamera (Alentejo, Portugal)
Twin Oaks (Virginia, Estados Unidos)
En la zona rural del estado de Virginia (Estados Unidos), en la localidad de Louisa, Twin Oaks constituye una comunidad utópica laica que fue fundada en el año 1967 por ocho universitarios. Tuvieron la idea después de haber leído la novela utópica Walden Dos, de B. F. Skinner, y sus valores principales se basan en la cooperación, la no violencia y el igualitarismo.
Durante más de 50 años, Twin Oaks ha vivido al margen de la sociedad convencional estadounidense. Está formada por un centenar de miembros que se dedican a actividades como vender semillas y plantas, realizar trabajos artesanales, preparar tofu e indexar libros para obtener ingresos para la comunidad. Además, viven en amplias casas comunales y comparten electrodomésticos y enseres, lo que reduce el gasto diario. Incluso disponen de una cooperativa de coches compartidos. Todos los residentes tienen que efectuar labores domésticas, y a cambio reciben una asignación mensual, techo, comida y un seguro médico, y tienen asegurado el trabajo en Twin Oaks. Admiten visitas para conocer la comunidad y estancias cortas.
La mayor concentración de ecoaldeas en las que las comunidades comparten todos sus ingresos del mundo se ha producido tradicionalmente en Europa occidental. En 1995, un grupo de alemanes creó el Centro de Educación e Investigación para la Paz Tamera, que en 1995 se reubicó en Portugal, donde se encuentra en la actualidad.
Con 135 hectáreas en el Alentejo portugués, el 35% de los ingresos de esta ecoaldea procede de donativos, y un 59% proviene de los visitantes y de los estudiantes que se hospedan en ella para estudiar en su centro educativo. Tamera se define como una aldea de paz y una cooperativa de personas que están trabajando para que el mundo tenga un futuro no violento. En la actualidad, cuentan con 170 miembros adultos y 30 niños. Las relaciones entre los miembros de la comunidad están basadas en la cooperación, la confianza y el apoyo mutuo, y todos ellos habitan en espacios individuales y colectivos, y en casas comunitarias. También admiten visitas.
Atarashiki-mura (Japón)
La comunidad utópica de Atarashiki-mura (Aldea Nueva o New Village) la fundó en 1918 el filósofo y artista Mushanokoji Saneatsu, en Hyūga, y posteriormente se trasladó a Moroyama, en la prefectura de Saitama.
Con el paso de los años y el envejecimiento de sus habitantes, así como la escasez de nuevos miembros, la población de Atarashiki-mura (423-1 Katsunuki, Moroyama-cho, Iruma-gun, Saitama 350-0445) fue disminuyendo considerablemente y muchas veces se ha hablado de su completa desaparición. En julio de 2022, había tres miembros que vivían en el pueblo y otros 160 que habitaban fuera de él. Sus ingresos provenían de la producción y venta de productos como arroz, tés y verduras. También abrieron al público el Museo de Arte y Museo de Cultura de Estilo de Vida.
Ecovilla Gaia (Buenos Aires, Argentina)
Entre las numerosas ecoaldeas que forman parte de la organización Red Global de Ecoaldeas (GEN) se encuentra la Ecovilla Gaia, en Buenos Aires (Argentina). Fundada en los años 90 del siglo XX, a 10 kilómetros de la ciudad de Navarro, su objetivo era crear una comunidad en la que sus miembros pudieran gozar de las comodidades de la vida moderna, propiciando el apoyo mutuo y el cuidado del medio ambiente. Crearon así una aldea ecológica donde se utilizan energías renovables y fundaron la Universidad Internacional de Permacultura.
A día de hoy, Gaia se encuentra dividida en dos condominios: Amanecer, donde es posible obtener una parcela y usarla para vivir, para disfrutar en vacaciones, alojar visitantes o destinarla a alquiler, y Primavera, con parcelas de mayor tamaño donde se puede planificar un modelo productivo mayor. En todos los terrenos se puede disponer de casa propia y de complejos para ecoturismo.
Comunidad huterita de Montana (Estados Unidos)
Cuando se habla de comunidades utópicas, no podemos ignorar la existencia de las religiosas. Así sucede con la comunidad huterita. Está formada por colonias de carácter autosuficiente, integradas por menos de 20 familias en granjas separadas, por todo el estado de Montana (Estados Unidos).
Los huteritas viven de manera comunal y son autosuficientes. Levantan sus casas, reparan sus máquinas, elaboran sus propios piensos y siguen los sistemas tradicionales de agricultura sostenible. En la actualidad, la comunidad huterita de Montana produce hasta el 90% de la carne de cerdo del estado. Pero no viven ajenos al mundo. Disponen de vehículos con GPS y smartphones, y no dudan en utilizarlos si es necesario.
