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La hija de Cáceres acusa: su asesinato fue "un crimen político" y detrás está una empresa chino-hondureña

La familia prepara una demanda contra el Estado de Honduras por el asesinato de la líder ambientalista, que denunció amenazas "sistemáticas" por parte de la transnacional Desa-Sinohydro, impulsora de un proyecto hidroeléctrico en el país

Olivia Zuliga, hija mayor de la líder indígena asesinada Berta Cáceres. EFE

EFE

TEGUCIGALPA.- Una de las hijas de la dirigente indígena hondureña Berta Cáceres, asesinada este jueves, ha asegurado que la muerte de su madre es "un crimen político" y responsabilizó a una empresa de capital hondureño y chino que pretende construir un proyecto hidroeléctrico en el occidente del país.

"Este es un crimen político, se ha dicho y desmentimos rotundamente que se trate de un crimen pasional", dijo Olivia Zúniga Cáceres, hija de la dirigente ambientalista, en declaraciones a Radio HRN.

Cáceres, líder y cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), fue asesinada este jueves en su casa en la ciudad occidental de La Esperanza, al parecer por dos hombres que portaban armas de fuego, según la información preliminar que ha trascendido.

La hija de Cáceres responsabilizó de la muerte de su madre a la empresa DESA-SINOHYDRO, de capital hondureño y chino, que pretende desarrollar el proyecto hidroeléctrico "Agua Zarca" en la comunidad de Río Blanco, departamento occidental de Intibucá.

"Responsabilizamos a la empresa y al proyecto Agua Zarca (...), porque ella (Berta Cáceres) siempre denunció amenazas sistemáticas por parte de esta empresa", subrayó.

Recordó que su madre tenía desde 2009 de medidas cautelares de protección solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque autoridades de Honduras dijeron el jueves que la activista en principio había aceptado esa seguridad pero luego pidió que fuera suspendida, algo que su familia ha desmentido.

Sobre las investigaciones en este caso, la hija de Cáceres dijo que sabe que "hay varias personas detenidas, pero no hay ninguna respuesta, no hay autores intelectuales ni materiales que nos digan con certeza quiénes son los responsables del crimen".

La Policía de Honduras informó hoy de la detención de dos personas supuestamente involucradas en el asesinato de la dirigente indígena, con lo que suman tres los arrestados por este caso.

Según la Policía hondureña, los detenidos son Tomás Gómez y una menor de edad, cuyo nombre no fue revelado, que supuestamente pertenecían a la misma organización que Cáceres y habrían participado en el asesinato de la defensora de derechos humanos y recursos naturales.

Gómez y la joven no identificada fueron detenidos este viernes y, según el escueto informe policial, son miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), del cual Cáceres, de 44 años, fue cofundadora en 1993.

Las autoridades hondureñas detuvieron el mismo día del crimen por su supuesta vinculación al caso a José Ismael Lemus, un guardia de seguridad que trabaja en la colonia donde vivía la dirigente indígena.

Funeral multidinario

La hija de Cáceres dijo que el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, es "partícipe, cómplice y responsable de este crimen político".

"Presidente Juan Orlando Hernández le digo: Mataron a Berta Cáceres, pero el Gobierno suyo agoniza", subrayó.

La familia de Cáceres prepara una demanda contra el Estado de Honduras por el asesinato de la ambientalista, advirtió la joven, quien exigió además que investigadores internacionales se sumen a la investigación del asesinato de su madre.

Los restos de Berta Cáceres han sido enterrados este sábado en su ciudad natal, La Esperanza en un conmovedor funeral donde participaron decenas de miles de personas, incluidos representantes de organizaciones de Brasil, Estados Unidos, Suiza, México y Centroamérica.

Familiares, amigos y dirigentes políticos viajaron a La Esperanza, adonde se desplazó también el expresidente hondureño Manuel Zelaya, para asistir al velatorio del cuerpo en la casa de la madre de la dirigente indígena, del mismo nombre.

La lenta salida del féretro desde su casa fue la antesala a una impactante caravana popular hasta la ermita lenca La Gruta, encabezada por su madre y sus hijos, Olivia, Berta, Laura y Salvador, quienes exigieron justicia:  "Quiero pedir que se haga justicia y que este crimen horrendo no quede en la impunidad", dijo la madre de Berta Cáceres en una rueda de prensa, acompañada por sus cuatro nietos.

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