Público
Público

Operación Sansón Israel consideró utilizar la bomba atómica en caso de perder la guerra

El Centro Woodrow Wilson de Washington acaba de difundir documentos sobre el programa nuclear israelí y la guerra de 1967. Uno de ellos es una entrevista que tuvo lugar en 1999 con un general israelí que reconoció que él mismo estuvo preparando el uso de la bomba atómica en el Sinaí si Israel se sentía acorralado por los países árabes

La valla que delimita la frontera entre Israel y Egipto, cerca de la ciudad de Kadesh Barnea, en el Sinaí.


EUGENIO GARCÍA GASCÓN

En 1967, poco antes de la guerra entre Israel y los países árabes, el general Itzhak Yaakov se hallaba en California. Cuando parecía que el inicio de la guerra se acercaba, sus jefes le ordenaron que regresara a Israel, y cuando llegó se le encargó la preparación de la operación Sansón, que consistiría en detonar una bomba atómica en el desierto del Sinaí, en Egipto.

Yaakov, que había estudiado ingeniería en Estados Unidos, incluso llegó a sobrevolar la península del Sinaí en helicóptero junto al jefe civil del programa nuclear, con el fin de buscar el lugar idóneo donde debía estallar la bomba. Al final se escogió una región poco habitada del este de la península, cercana a una base militar egipcia, en la cumbre de una montaña.

La idea era arrojar la bomba en el caso de que los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania avanzaran en territorio israelí, lo que nunca llegó a ocurrir. Se pensó que si Israel era acorralado, la bomba atómica podría obrar como disuasión creando un hongo en el Sinaí que podría verse desde El Cairo y que forzaría a los ejércitos árabes a detener su avance.

La idea era arrojar la bomba en el caso de que los ejércitos de Egipto, Siria y Jordania avanzaran en territorio israelí, lo que nunca llegó a ocurrir

Sin embargo, la bomba no llegó a lanzarse porque Israel en solo seis días ocupó una superficie cuatro veces similar a la del estado judío en 1967, incluida toda la península del Sinaí. Los jefes del general Yaakov consideraron que no se dieron las circunstancias para lanzar la bomba.

Estos datos, que esta semana ha publicado el New York Times, provienen de una serie de entrevistas que el propio Yaakov concedió a un historiador israelo-americano, Avner Cohen, en 1999 y 2000. Las entrevistas tuvieron lugar en Estados Unidos y cuando el general regresó a Israel fue detenido acusado de pasar información secreta. En 2001 se le condenó a dos años de prisión aunque no tuvo necesidad de cumplirlos.

“Mira, todo fue tan natural…”, le dijo Yaakov a Cohen. “Tienes un enemigo que dice que te va a arrojar al mar y tú te lo crees. ¿Cómo lo paras? Lo asustas; si tienes alguna manera de asustarlo, lo asustas”.

Esta información contradice la posición tradicional de Israel que Shimon Peres estableció durante una reunión con el presidente John Kennedy, a quien le informó que Israel no sería el primer país en “introducir” la bomba atómica en Oriente Próximo.

Israel tuvo acceso a la bomba en los años sesenta. Los americanos supieron desde el principio que era así pero decidieron no enfrentarse a los dirigentes israelíes, una política que ha sido habitual desde entonces. La reunión de Peres con Kennedy sirvió a los israelíes para establecer la política de “ambigüedad nuclear” que han mantenido hasta el presente.

Pero el mismo hecho de que las autoridades ordenaran al general Yaakov que preparara una explosión nuclear en el Sinaí muestra que desde el principio del programa existió la posibilidad de utilizar la bomba, y es posible que así se hubiera hecho en el caso de que el ejército israelí no hubiera experimentado una aplastante victoria en apenas unos días.

El primer ministro israelí, Benjamin NEtanyahu, habla en la ceremonia de conmemoración del 50 aniversario de la guerra de 1967 en el Memorial de Latrun REUTERS/Ronen Zvulun

El primer ministro israelí, Benjamin NEtanyahu, habla en la ceremonia de conmemoración del 50 aniversario de la guerra de 1967 en el Memorial de Latrun REUTERS/Ronen Zvulun

Sin embargo, la información publicada por el New York Times es puesta en cuestión por dirigentes israelíes. El portavoz Emmanuel Nachshon, ha dicho que no quiere hacer comentarios al respecto, y esta es la posición del gobierno de Benjamín Netanyahu.

El doctor Max Singer, cofundador del Hudson Institute, como otros muchos académicos israelíes, se atiene a la posición oficial israelí y dice desconocer qué hay de verdad en las declaraciones del general Yaakov.

“Israel siempre ha sido deliberadamente ambigua respecto a la bomba. No sabemos si es auténtica o no la historia del New York Times. Seguramente es cierto que el general Yaakov dijo eso, pero no tenemos información adicional que confirme que es correcto. Solo puede decirse que algunos dicen que fue así, pero no se ha establecido nada con claridad. No dispongo de datos suficientes para evaluar la información del New York Times”, insiste Singer midiendo sus palabras.

Yaakov falleció en 2013 a los 87 años, muy tocado por el hecho de haber sido condenado por un tribunal israelí, pero desde entonces las autoridades siguen sin confirmar o desmentir la posesión de la bomba. Expertos internacionales han señalado que Israel dispone de por lo menos 200 ojivas nucleares e incluso el expresidente James Carter ha confirmado que Israel posee la bomba.

Un historiador y político israelí, Michael Oren, que ha sido embajador en Estados Unidos recientemente, da una idea de la dirección que han tomado la mayoría de los dirigentes israelíes. Oren considera la noticia falsa e “inaceptable”, quizá porque admitir su veracidad significaría cuestionar la posición tradicional de Israel con respecto a la bomba.

El mismo Avner Cohen que entrevistó al general Yaakov ha escrito en Haaretz un artículo diciendo que las cosas no son tan sencillas y hay que colocarlas “en un contexto histórico más amplio”.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional