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Rif Marruecos prohíbe las manifestaciones en el Rif cuando se cumple un año de las protestas

El régimen alauí trata de evitar que la chispa de las protestas en el norte del país vuelva a prender con motivo del aniversario de la muerte del joven que derivó en casi un año de manifestaciones sociales.

Policías marroquíes frente a una protesta de activistas en Alhucemas contra los abusos policiales durante las revueltas sociales.- REUTERS

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El gobierno de Marruecos ha prohibido "todas las manifestaciones en lugares públicos (del Rif) los próximos 27 y 28 de octubre", fechas en que se cumple el primer aniversario de la muerte de un vendedor de pescado, hecho que dio inicio a meses de protestas sociales en esa región del norte de Marruecos.

La prohibición se hizo pública la tarde del jueves a través de un comunicado de las autoridades provinciales de Alhucemas, que dijeron responder así a "llamamientos a manifestarse lanzados en las redes sociales".

En los últimos días han circulado en Facebook y Twitter llamamientos anónimos a manifestarse este sábado, pese a que la plana mayor y hasta la segunda fila del movimiento rifeño "Hirak" se encuentran encarceladas y están siendo juzgadas por rebelión.

Las manifestaciones en el Rif llevan prohibidas desde el 28 de mayo pasado

Los llamamientos a manifestarse "crean un clima de tensión que puede impactar negativamente en los intereses de los ciudadanos y en el orden público", subraya el comunicado del gobierno provincial.

Además, esos llamamientos "no han respetado los procedimientos legales en vigor y se producen tras el retorno de la seguridad y la quietud a la provincia", subraya el comunicado.

En realidad, las manifestaciones en el Rif llevan prohibidas desde el 28 de mayo pasado, cuando se detuvo al principal líder de las protestas, Naser Zefzafi, y tras él a todos sus compañeros del Hirak.

Desde aquella fecha, todo conato de manifestación ha sido disuelto por la policía desplegada en gran número en Alhucemas y las poblaciones aledañas y que ha procedido a centenares de detenciones entre los que infringían la prohibición.

Las protestas empezaron en Alhucemas cuando un vendedor de pescado llamado Mohsin Fikri murió aplastado por el mecanismo de un camión de basura cuando trataba de impedir que las autoridades destruyeran un cargamento de 500 kilos de pez espada que le habían confiscado por pescarlo ilegalmente.

Aquel hecho encendió la mecha de la indignación en una región que pasó a protestar por la marginación histórica, la falta de oportunidades de trabajo, la carencia de servicios públicos y el aislamiento en el que viven por falta de infraestructuras.

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