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Gonen Segev, el insólito espía de Irán en Israel

No ocurre todos los días que un exministro israelí sea detenido por espiar el enemigo iraní. Este es el caso de Gonen Segev, que se ha hizo público el lunes. Segev se encuentra en prisión y está siendo interrogado por los servicios secretos israelíes desde el mes de mayo, cuando fue detenido.

Gonen Segev habla con el que fuera primer ministro de Israel, Isaac Rabin, en una imagen fechada a principios de los 90. (REUTERS)

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

El Shin Bet, los servicios secretos para Israel y los territorios ocupados, confirmaron el lunes la detención del exministro y exdiputado Gonen Segev, acusado de espiar a favor de Teherán. El anuncio se hizo mediante un insólito comunicado oficial de un folio donde no se menciona al Mosad, los servicios secretos para el exterior.

Gonen Segev, de 62 años, inició su carrera política en el partido Tzomet (Encrucijada) en los años noventa. Tzomet era un partido de la extrema derecha pero por los avatares de la política, Segev fue nombrado ministro de Energía e Infraestructuras con el laborista Yitzhak Rabin entre 1992 y 1995, antes del asesinato de mandatario israelí en 1995.

Se licenció en Medicina en la Universidad Ben-Gurion de Bersheba y dejó el ejército siendo piloto de aviones con el grado de capitán. Sin embargo, fue detenido en 2005 por tráfico de drogas, concretamente de éxtasis, y condenado a prisión por cinco años. Cuando salió de la cárcel, al cabo de solo dos años, no pudo trabajar en Israel puesto que se le había retirado la licencia, de manera que emigró a Nigeria.

El comunicado del Shin Bet es escueto. Menciona solo algunos datos relevantes así como la acusación de que "ayudó al enemigo (Irán) en tiempo de guerra y espió contra el estado de Israel". Sin duda, Segev es el más alto funcionario israelí cogido con las manos en la masa en materia de espionaje, con el agravante de que trabajaba para Irán por dinero.

Sus abogados, Eli Zohar y Moshe Mazor, han confirmado la imputación de su cliente pero sostienen que de los documentos que tiene en su poder el estado "sale una fotografía diferente". Los abogados sostienen que el espía en realidad quería engañar a los iraníes y presentarse luego en Israel como un héroe.

El abogado del estado del distrito de Jerusalén, sin embargo, presentó el 15 de junio una demanda criminal por las mencionadas acusaciones, así como por "numerosos cargos en relacionados con la entrega de información al enemigo". La imputación fue aprobada por el abogado general, Avichai Mandelblit, y por el abogado del estado, Shai Nitzan.

En medios políticos israelíes existen dos opiniones, una que dice que Segev tuvo acceso a información muy sensible y otra opinión que lo niega. En cualquier caso, un ministro de Energía e Infraestructuras tiene mucho poder y muchos contactos, y puede hacer mucho daño a la seguridad del estado si se lo propone.

Durante los últimos años, en Nigeria, Segev mantuvo una estrecha relación con la embajada israelí en Lagos. El ministerio de Exteriores de Israel ha negado que fuera el médico de la embajada, como se ha indicado, pero es cierto que mantenía un vínculo muy cercano con los diplomáticos acreditados en Lagos.

El mayo Segev viajó a Guinea Ecuatorial, donde fue detenido y se le deportó a Israel. Nada más poner los pies en este país fue detenido a su vez por los servicios secretos y desde entonces está siendo interrogado. Segev estaría colaborando con los investigadores, aunque insistiendo en que quería hacer una "trampa" a los iraníes más adelante.

El comunicado del Shin Bet dice que el exministro fue reclutado en 2012 en Lagos, por funcionarios de la inteligencia iraní que trabajaban en la embajada de la capital nigeriana. Desde hace seis años habría colaborado con Irán, reuniéndose en hoteles y apartamentos de todo el mundo con miembros de la inteligencia iraní. El comunicado añade que en dos ocasiones viajó a Teherán de incógnito para facilitar el trabajo de los servicios de inteligencia iraníes, y que incluso recibió un equipo de comunicaciones para codificar los mensajes y enviarlos a Irán.

El comunicado revela que transfirió a Irán información sobre energía, economía, lugares de la seguridad en Israel, así como sobre personal destacado en las áreas de la diplomacia y la seguridad. A petición de Teherán, mantuvo contacto con ciudadanos israelíes de las áreas de la seguridad y la diplomacia, a quienes presentaba a los espías iraníes presentándolos como "inocentes hombres de negocios iraníes".

Hasta aquí los datos publicados por el Shin Bet. El resto de la información ha sido embargada por un juez israelí. Se sabe además que en 2016 solicitó que le devolvieran la licencia de médico para regresar a Israel y trabajar en su país de nacimiento.

En medios políticos israelíes se comenta que Segev mantenía relaciones con empresarios de fábricas de armas israelíes y altos funcionarios de la seguridad israelí, a quienes habría puesto en contacto con los iraníes. El trabajo de los servicios secretos israelíes consiste ahora en desenmarañar la madeja que el espía creó durante los últimos seis años y evaluar el daño que se ha causado.

En los mismos medios se dice que el hecho de que el Mosad no aparezca por ninguna parte en el comunicado se justifica porque se no se quiere empañar la imagen de esta institución, y se recuerda la muerte del llamado Prisionero X, el australiano israelí Ben Zygier, agente del Mosad que pudo trabajar para Irán y Hizbolá y que murió en extrañas circunstancias en una prisión de Israel en diciembre de 2010, un asunto que fue usado para desacreditar al Mosad.

Otra cuestión que se comenta es la posibilidad de que Irán e Israel realicen más adelante un canje de prisioneros que incluya a Segev, una posibilidad que todavía es demasiado pronto para concretarse.

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