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Brexit Reino Unido sólo quiere inmigrantes cualificados tras el brexit

El gobierno británico ha presentado hoy su política de inmigración en el caso de que se produzca una salida de la UE con acuerdo. De entrada no habrá una cifra máxima como techo pero las condiciones impuestas se encargarán por si solas de restringir las cifras de trabajadores y estudiantes puedan establecerse a partir de 2021.

Manifestantes protestan contra el brexit. REUTERS/Archivo

CRISTINA CASERO

La principal motivación de quienes votaron por abandonar la Unión Europea en el referéndum de 2016 era reducir la cifra de inmigrantes que llegan al país cada año. Por eso, durante toda su campaña de brexit, Theresa May ha recurrido a lo que se denomina “inmigración neta”, un término acuñado por David Cameron para marcar la diferencia entre el número de personas que llegan al país frente al número de personas que lo abandonan. Actualmente la cifra resultante de esta ecuación es 240.000 y Theresa May no ha disimulado nunca que su objetivo es reducirla hasta los 100.000.

El plan que el Gobierno británico ha presentado para su política de inmigración tras un brexit con acuerdo, y que entraría en vigor tras el período de transición, no establece ninguna cifra –sus portavoces han dicho que aún están trabajando en ello– pero sí que confirma que, más allá de los números, lo que Reino Unido pretende es que sólo vengan inmigrante elegidos. Una élite laboral.

A partir de 2021 quienes lleguen procedentes de países europeos tendrán los mismo derechos y deberes que los de cualquier otro país. Y aunque no se espera que esta noticia vaya a provocar una estampida de gente abandonando sus puestos de trabajo, sí se espera que se produzca una salida con cuentagotas. Porque los datos ya confirman que desde que se conoció el resultado del referéndum, la llegada de ciudadanos de la UE ha sufrido una caída tremendamente significativa: de los 200.000 en aquel junio de 2016 a los menos de 100.000 dos años después.

Y aunque el texto establece que “todo el mundo tendrá que poseer un permiso si quiere venir a trabajar o estudiar a Reino Unido”, pero a partir de ahí, se establecen unos requisitos específicos para cada caso.

Trabajadores

El plan del Gobierno de Theresa May es una suerte de discriminación laboral según las cualidades de los trabajadores pero atendiendo también a los propios intereses del país. El propio ministro del Interior, Sajid Javid lo ha dejado claro: “Estamos adoptando un enfoque basado en habilidades para garantizar que podamos atraer a los inmigrantes más brillantes y mejores al Reino Unido.” A partir de ahí, éstas son las condiciones en cada caso:

Quienes trabajan actualmente en Reino Unido. Todos aquellos ciudadanos europeos que quieran permanecer en el país una vez concluido el período de transición deberán registrarse para obtener un nuevo estatus. Se tendrá especial consideración hacia aquellos que lleven 5 ó más años en el país y hacia los que, aún llevando menos, ya se encontraran aquí antes de 2021.

Quienes quieran venir a trabajar a partir de 2021. Los nuevos trabajadores tendrán que venir ya con un contrato de trabajo bajo el brazo y todos los permisos para ejercer aquí. Pero deberán cumplir también con otros requisitos y el más polémico es el umbral salarial.

El objetivo de Theresa May es que sólo puedan establecerse aquellos profesionales cualificados que cobren por encima de los 33.000 euros al año. La cifra está aún por concretarse porque no todos los miembros del gabinete están de acuerdo en ella. Quienes se muestran en contra de esta cantidad mantienen que supondría la perdida de miles de trabajadores para, por ejemplo, el Sistema Nacional de Salud (NHS). Aportan datos como que el sueldo de un asistente sanitario ronda los 19.000 euros y el de un biomédico no supera los 31.000 euros.

Aquellos que quieran venir a desarrollar empleos menos cualificados y, por tanto, peor pagados podrán obtener un permiso para desarrollarlo durante un máximo de 12 meses. Pasado ese tiempo, deberán abandonar el país y esperar a que pase otro año si quieren volver a venir en las mismas condiciones.

Estudiantes

El Gobierno ha asegurado que no se establecerá ningún límite en el número de estudiantes internacionales -y por tanto tampoco europeos- que puedan venir a Reino Unido a estudiar. Aunque teniendo en cuenta que hasta ahora aquellos que procedían de algún país de fuera de la UE pagaban tasas hasta tres veces más altas que los nacionales y los europeos, es de prever que se produzca una caída significativa en el número de ciudadanos de la UE que pretenda entrar en una universidad británica. Una vez hayan aprobado, el problema no será sólo económico:

Estudiantes de carreras universitarias y masters. Cuando hayan terminado todos los cursos, podrán permanecer en el país durante 6 meses mientras buscan un trabajo. Si pasado ese tiempo no lo consiguen, deberán abandonarlo.

Estudiantes de Doctorado. En este caso el plazo para buscar un trabajo en el país varía; se amplía hasta los 12 meses. Pero si pasado el año no lo han encontrado, tendrán que hacer lo mismo: marcharse.

Visitantes

Todo aquel que lo desee podrá seguir visitando al país pero el plazo máximo para permanecer en el será de 6 meses. Durante ese tiempo no podrá estudiar ni trabajar durante más de 30 días.

Además, para estos casos en los que no será necesario un visado, se establece un sistema de autorización electrónica de viaje similar al ESTA vigente para Estados Unidos. El ETA, que es como se llamará, su utilizará para recopilar información del viajero antes de que entre en el país y decidir si autorizar o no su entrada.

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