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Brexit El Parlamento británico pide retrasar el brexit y rechaza un segundo referéndum

El Gobierno de Theresa May solicitará a Bruselas una extensión hasta el 30 de junio si la Cámara de los Comunes aprueba el acuerdo alcanzado por la 'premier' y la UE la próxima semana. El Parlamento se ha mostrado además contrario a celebrar un segundo referéndum sobre la salida de Reino Unido del bloque comunitario.

Una imagen del Parlamento británico durante la sesión de este jueves. - REUTERS

Podría no haber brexit dentro de 15 días. El Parlamento británico ha votado este jueves a favor de pedir a Bruselas que retrase la fecha de salida de la Unión Europea, prevista para el 29 de marzo. La moción presentada por el Gobierno ha logrado 412 votos a favor frente a 202 en contra.

La nueva fecha para que se produzca el brexit podría ser el próximo 30 de junio, aunque Theresa May ha puesto una condición para pedir esta “extensión corta”: que el parlamento respalde el acuerdo que selló con la UE y que la Cámara ya ha tumbado dos veces. Así que para saber si a la tercera irá la vencida, habrá que esperar previsiblemente hasta el martes que viene, cuando el texto se vuelva a someter a votación.

La primera ministra británica ha advertido que si su acuerdo vuelve a ser rechazado, la extensión que su Ejecutivo pedirá a Bruselas deberá ser “mucho más larga” y que eso obligaría a Reino Unido a participar en las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán el próximo 23 de mayo. La premier ha amenazado a los diputados: "No creo que ese sea el resultado correcto. Pero la Cámara tendrá que hacer frente a las consecuencias de las decisiones que toma”.

En cualquier caso, Londres sólo solicita y es Bruselas quien decide si concede. Para hacerlo es necesario que los 27 estén de acuerdo por unanimidad. A la espera de cuál sea la solicitud de Reino Unido, el presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk, ha asegurado en su cuenta de Twitter: “Durante mis consultas antes de la cumbre europea (21 y 22 de marzo), pediré a los 27 que estén abiertos a una extensión larga si Reino Unido encuentra necesario repensar su estrategia del Brexit y construir un consenso sobre ello”.

Además de la moción presentada por el ejecutivo sobre la solicitud a la UE de una extensión del Artículo 50, este jueves en la Cámara de los Comunes también se han votado varias enmiendas. Algunas de ellas muy significativas.

Un manifestante anti brexit participa en una protesta en el exterior del Parlamento en Londres. - EFE

Un manifestante anti brexit participa en una protesta en el exterior del Parlamento en Londres. - EFE

La más destacada, la presentada por la exdiputada conservadora Sarah Wollaston ─ahora miembro del nuevo Grupo Independiente─ que planteaba que el periodo de extensión que se solicite a Bruselas se utilizara expresamente para poner en marcha la maquinaria necesaria para una nueva votación popular. Era la primera vez que los diputados tenían que pronunciarse sobre un nuevo referéndum y por primera vez lo han rechazado. El texto no ha conseguido suficiente apoyo, con 334 votos en contra, frente a 85 votos favor. Hasta 18 diputados laboristas han votado en contra, 25 la han respaldado y la mayoría se ha abstenido.

Porque, a pesar de que su líder, Jeremy Corbyn, ha dicho que la postura oficial del partido es la de apoyar la consulta, sus responsables en la Cámara han asegurado durante el debate del jueves que éste no era el momento ni la manera de abordar el tema. Lo mismo que mantenían los dos grandes grupos que hacen campaña en favor de la consulta (People’s Vote y Best for Britain), que han hecho públicos sendos comunicados durante la tarde para pedir a los diputados que no respaldaran la enmienda: "Creemos que presentar este asunto ante el Parlamento hoy no demostrará realmente la voluntad de la Cámara sobre una votación popular. El debate de hoy debe centrarse en la apremiante necesidad de una extensión del artículo 50 para proteger al país de una salida desordenada”, mantenían. Porque la posibilidad de permitir que el pueblo británico vuelva a pronunciarse sobre la salida de Reino Unido de la UE, sigue sobre la mesa.

Muy significativa también la ajustadísima derrota de la enmienda Benn, por tan sólo 2 votos de diferencia (312 votos a favor frente a 314 votos en contra). El texto pedía que la Cámara tomara el control del brexit con el objetivo de tratar de encontrar un consenso en torno a un acuerdo distinto al alcanzado por Theresa May. Una pequeña alegría en medio de la tempestad para la primera ministra. En la misma línea iba la enmienda presentada por los laboristas, que también ha perdido por 302 votos a favor frente a 318 en contra.

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