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Las fotos de lo que de verdad pasa en las bodas

La mayoría de veces las fotos que vemos de una boda no son más que una sucesión de posados forzados que ayudan bien poco a recordar lo que de verdad ocurrió ese día. El fotógrafo Ian Weldon, sin embargo, lleva años retratando esos momentos espontáneos que se quedan fuera del álbum. Sus fotos se muestran ahora en una exposición.

Una de las imágenes tomada por Ian Weldon.

"Un poquito más a la derecha…. Más juntos… Sonreíd… Así, así… Quietos que va…" (Click). Que levanten la mano quienes hayan contratado a un fotógrafo para su boda y no se reconozcan en una situación así: atendiendo a sus indicaciones para que la foto sea perfecta y al verla recordéis un momento que nunca hubiera ocurrido si él no lo hubiera diseñado previamente.

Seguramente todos. Salvo que ese fotógrafo fuera Ian Weldon, que odia los posados y no es de los que se pasa todo el día pegado a los novios. Su estilo es otro: colarse en todos -pero todos- los rincones y hacer fotos sin que nadie se de cuenta. Sólo así consigue retratar esos momentos que uno de verdad recuerda luego porque, como sostiene: "El día no empieza con la ceremonia y termina con el primer baile; hay otro mundo detrás de todo eso". De ahí que sus fotos no parezcan, como suele ocurrir, ilustraciones de un cuento de hadas aunque, paradójicamente, además de mucho más divertidas resultan también mucho más emotivas.

Sólo unos días después de que se haya inaugurado en la sede de la Fundación Martin Parr de Bristol (Reino Unido) una exposición con su obra titulada No soy un fotógrafo de bodas (de la que también se ha editado un libro), Ian Weldon explica a Público que su técnica consiste en no tener ninguna técnica: "Voy sin ninguna idea preconcebida de lo que tengo que fotografiar. Desde el planchado del vestido en el último minuto al baile del padre de la novia cada imagen nace de la espontaneidad; las fotos nunca están preparadas. Allá donde estoy, hay una posible foto".

Es lo que él mismo ha denominado la democracia fotográfica: "Significa que ninguna foto es más importante que otra. Un niño rascándose la nariz es tan importante como una novia abrazando a su padre", asegura. Y añade: "Si me centrara sólo en los novios, sólo tendría fotos de las mismas dos personas en distintas posturas y eso no es lo que cuenta la historia de ese día".

Los amantes de los posados se habrán llevado las manos a la cabeza al leerle y pensarán que contratarlo es como meter al enemigo en casa pero a los clientes de Ian lo ven de otra manera: "Creo que la gente está empezando a estar un poco harta de la perfección del mundo Instagram y quiere algo más real. Cuando ven el resultado me dicen que he captado cómo ocurrió todo en realidad".

Si hay alguien que sabe bien lo que es retratar la realidad, ese es otro fotógrafo, Martin Parr, el ojo que mejor sabe captar la sociedad británica y el hombre cuya fundación acoge la muestra de Ian, a quien define como: "Un fotógrafo que retrata las bodas como realmente son: reuniones familiares cómicas con demasiada bebida en las que pasan cosas salvajes".

Como muestra, aquí están algunas de las fotografías que forman parte de la exposición comentadas para Público por el propio Weldon.

Tirada en mitad del pasillo

"Eran sobre las cuatro de la madrugada. Había habido una pequeña fiesta en la suite nupcial después de que terminara la boda y esta dama de honor no encontraba a su marido, así que nos embarcamos en una 'misión borracha' para encontrarlo. El último sitio en el que miramos fue en su habitación y como estaba en el piso más alto tuvimos que subir las escaleras. De repente escuche un "arrgggggghh" y allí estaba ella tirada en el suelo detrás de mí".

Tirada en mitad del pasillo

Tirada en mitad del pasillo

Al asalto de los canapés

"Como es habitual, los novios llevaban en danza desde muy temprano. Toda la familia, en realidad. Iba a hacer una foto de grupo con los parientes más cercanos y mientras esperaban a que llegara uno de ellos, la camarera se acercó con una bandeja de canapés y todos se lanzaron a por ella".

Al asalto de los canapés

Al asalto de los canapés

Últimos arreglos

"Oí a la madre de la novia decir que había tenido una gran idea. Cuando entré en la habitación eso es lo que estaba pasando. La ropa es un elemento que siempre da mucho juego porque además te sitúa en el tiempo".

Últimos arreglos

Últimos arreglos

Susto de última hora

"Los que están en la ducha son el peluquero y la madre de la novia. Algo había salido mal con el peinado y hubo que lavarle el pelo y volver a empezar".

Susto de última hora

Susto de última hora

Pasando de todo

"Esta es de una de las primeras bodas que fotografié. Simplemente me gustó su actitud irreverente. Está claro que no le preocupaba mucho lo que estaba pasando y me hizo darme cuenta de que en una boda hay más que el novio y la novia. Los niños son geniales en las bodas pero tenemos que tener cuidado de no hacerles las típicas fotos. Son un público muy fácil porque no son tan consciente como los adultos".

Pasando de todo

Pasando de todo

El caos de los momentos previos

"Cuando me encontré esta escena la observé durante un par de minutos pensando en cómo iba a hacer la foto y dónde tendría que colocar las cosas para que todo pareciera ordenado. Entonces me di cuenta de que no tenía que hacerlo, que estaba ahí para documentar la realidad y esa era la realidad".

El caos de los momentos previos

El caos de los momentos previos

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