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Tabaquismo Ni un fumador en 2030: el nuevo objetivo del gobierno británico

El Gobierno británico tendría previsto presentar en los próximos días un plan para erradicar el tabaco del país en 11 años. El objetivo es que en 2030 todos los fumadores hayan abandonado este hábito o se hayan pasado al cigarrillo electrónico.

Un hombre diciéndole a otro que no quiere un cigarro. / Pixabay

Basta con salir a la calle para comprobar que el tabaco es un hábito cada vez menos popular entre la sociedad británica y las estadísticas lo confirman: el número de fumadores no ha dejado de bajar en los últimos años hasta convertir a Reino Unido en el segundo país de Europa con menos fumadores, solo por detrás de Suecia.

Las últimas cifras oficiales señalan que el 16,6% de la población británica mayor de 16 años es fumadora y la mayoría de ellos confiesa que le gustaría dejarlo. Están de suerte porque el gobierno británico quiere ponérselo fácil y lograr así que en 2030 Reino Unido sea un país libre de tabaco.

El diario Daily Mail, ha adelantado que el Ministro de Sanidad, Matt Hancock, tiene previsto presentar en los próximos días un ambicioso plan, al que ya ha tenido acceso esta publicación, con el que pretenden que de aquí a once años todos los fumadores hayan abandonado este hábito o se hayan pasado al cigarrillo electrónico, cuyo consumo sí va en aumento; actualmente el 6,3% de los británicos vapea.

¿Cómo pretenden conseguirlo?

Hasta ahora el objetivo del gobierno era reducir el número de fumadores al 12% de la población en 2022 pero, como indicarían estos documentos, el Gobierno británico está decidido a terminar con el trabajo que ya han empezado.

La primera de las nuevas medidas del Ejecutivo británico pasaría por seguir concienciando a la población del riesgo de este hábito, que está vinculado con 114.500 muertes cada año. De ahí que -según este diario- una de esas acciones sería exigir a las tabacaleras que incluyan en las cajetillas pequeños folletos con consejos para dejar de fumar.

El objetivo hasta ahora era reducir el número de fumadores al 12%, ahora el Gobierno británico pretende terminar el trabajo

Aunque hay un hecho que no se puede obviar: no todos los fumadores consumen esas cajetillas porque no todos en este país compran tabaco de manera legal. Que en Reino Unido esté grabado con el equivalente a un 20% de IVA hace que el precio se dispare -la misma cajetilla que en España ronda los 5 euros aquí puede superar los 14 euros, por ejemplo- y la consecuencia inmediata de esto es un importante mercado negro al que el gobierno también intentará poner freno con su nuevo plan.

Además, para asegurarse de que todos los fumadores reciban la ayuda necesaria para abandonar este hábito sin que ello repercuta en el servicio nacional de salud (NHS), otra de las medidas que el gobierno baraja es obligar a las tabacaleras a que sean ellas las que asuman el coste de esos tratamientos.

De momento, los fabricantes de tabaco no se han pronunciado pero sí grupos de presión como Forest  (Organización de la Libertad para el Derecho a Disfrutar Fumando Tabaco), cuyo director apela a la "democracia" para criticar que "se obligue a adultos a dejar un habito legal que muchos de ellos disfrutan”.  Simon Clark, que así es como se llama, reclama que al menos se espere a que haya un nuevo Primer Ministro antes de plantearse cualquier medida. Sabe muy bien por qué lo dice: el favorito para hacerse con el cargo es Boris Johnson y, según algunas informaciones recientemente, su campaña para llegar al 10 de Downing Street podría estar vinculada al lobby del tabaco.

Mapa del tabaco en Reino Unido

Pero las estadísticas revelan también que el trabajo que las autoridades británicas deberán poner en práctica para lograr su objetivo no debería ser el mismo ni en todos los territorios ni para toda la población.

Analizando el mapa del tabaco en Reino Unido se comprueba, por ejemplo, que no se fuma lo mismo en las grandes ciudades que en el medio rural - más en Irlanda del Norte, Escocia y Gales que en Inglaterra; que quienes ganan mas de 45.000 euros fuman menos (10,7%) que los que están entre 11.000 y 16.000 euros (22,3%); por sexos, los hombres fuman más (17%) que las mujeres (16,2%); por edades, los jóvenes de 16 a 24 años (23%) más que los mayores de 60 años (10,2%); y que mientras 1 de cada 4 personas que desempeña trabajos que requieren un esfuerzo físico son fumadores, solo 1 de cada 10 de los que ejercen profesiones de perfil intelectual siguen llevándose un cigarrillo a la boca.

Más de medio siglo luchando contra el tabaco

La que está dispuesto a librar ahora podría ser la última batalla del gobierno británico en la guerra que hace más de 50 años le declaró al tabaco. Entre sus históricas medidas están: la prohibición en 1964 de su publicidad en radio y televisión; la prohibición en 2002 de cualquier anuncio impreso; en 2005, las empresas de tabaco dejaron de poder patrocinar equipos deportivos; en 2007 entró en vigor la prohibición de fumar en espacios públicos; en 2011 desaparecieron las máquinas expendedoras y desde 2016 los paquetes de cigarrillos están sujetos a lo que se conoce como empaquetado neutro por el que las cajetillas tienen que ser todas iguales independientemente del fabricante: mismo color (Pantone 448 C), mismas imágenes referidas a los riesgos y consecuencias de su consumo, mismos mensajes y el nombre de la marca en pequeño y con una tipografía completamente aséptica.

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