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MNOAL El Movimiento de Países no alineados tiene claro quién es su principal villano: Donald Trump

La reunión ministerial del buró de coordinación del MNOAL, en Caracas, se centró en las críticas a la política externa estadounidense, debatiendo, entre otros, los casos de Venezuela y Palestina.

Delegaciones de los países no alineados, en la reunión ministerial del buró de coordinación del MNOAL. Efraín-González/ Prensa presidencial.

VÍCTOR DAVID LÓPEZ

No cuenta con el peso que tuvo durante décadas, cuando fue fundado en el apogeo de la Guerra Fría, pero el Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) continúa siendo una de las principales organizaciones internacionales del planeta. Su agenda es variopinta y normalmente está saturada, pero su principal villano tiene nombre y apellido: Donald Trump.

Ciento veinte naciones siguen las directrices del MNOAL, entre ellas Irán, Arabia Saudí, India, Catar, Sudáfrica, Egipto, Argelia, Marruecos, Colombia, Chile, Perú o Ecuador, y los pasados 20 y 21 de julio celebraron su más reciente cumbre, en Venezuela –allí ha permanecido instalada durante los últimos tres años la presidencia temporal del Movimiento–. Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y sus injerencias en políticas domésticas de los territorios que le resultan aprovechables fueron los principales asuntos de debate.

Las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y sus injerencias en políticas domésticas fueron los principales asuntos de debate

El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza Montserrat, abrió la cita principal de la reunión ministerial del buró de coordinación del MNOAL, en el Hotel Venetur Alba Caracas. "Ser indiferentes a la intervención extranjera y a la intromisión en asuntos internos de un país no hace más que estimular la aplicación de esta práctica imperialista e ilegal contra otros estados", declaró el ministro en su primera intervención. "Deben cesar los dobles raseros: no hay un intervencionismo bueno y un intervencionismo malo". A este respecto, su compatriota Samuel Moncada, embajador venezolano ante la ONU, reconoció la importancia de las operaciones de mantenimiento de la paz, pero advirtió que "no deben ser utilizadas como pretexto para la intervención militar de Naciones Unidas en los conflictos".

Como centro neurálgico de la intervención de Estados Unidos, además de Venezuela, que jugaba en casa, apareció Palestina, y el apoyo de Trump a Israel. Riad Malki, ministro de relaciones exteriores palestino, advirtió de las "graves consecuencias de las acciones ilegales e irresponsables de la Administración Trump, que tienen como objetivo extorsionar la sumisión" de su pueblo. El "apetito insaciable de Israel por la expansión territorial", encumbrado por el soporte estadounidense, está provocando, según Malki, "daños probablemente irreversibles".

El presidente Nicolás Maduro, en la reunión ministerial del buró de coordinación del MNOAL en el Hotel Venetur Alba Caracas. Efraín-González/ Prensa presidencial.

El presidente Nicolás Maduro, en la reunión ministerial del buró de coordinación del MNOAL en el Hotel Venetur Alba Caracas. Efraín-González/ Prensa presidencial.

Las ideas ante estos complejos desafíos llegaron desde banderas que muy pocas veces son protagonistas a nivel global. Uno de los escasos referentes europeos de la reunión era Valentin Rybakov, embajador representante permanente de Bielorrusia ante las Naciones Unidas. Ofreció compartir su propia experiencia –clave en el proceso de disolución de la Unión Soviética– para preservar la paz y la seguridad regional. "Siempre hemos respetado el principio de que los conflictos no podían ser una manera efectiva de resolver los problemas, toda la política extranjera de Bielorrusia se fundamenta en este principio", indicó Rybakov. Como muestra, recordó que Bielorrusia ha suministrado una plataforma efectiva de negociaciones para la crisis en Ucrania, y continuará haciéndolo porque creen "firmemente que únicamente el diálogo puede contribuir a la resolución pacífica de las tensiones en la región".

"Hay que evitar que fuerzas externas impongan su propia agenda sobre nosotros", señaló la ministra de relaciones exteriores

Las citas de los países no alineados traen consigo siempre el discurso alternativo al vendido habitualmente desde los grandes bloques de poder político y económico. Es la obligada reflexión en un mundo la mayor parte de las veces dividido entre el bien y el mal, entre ganadores y perdedores, colonizadores y colonizados. En las citas del MNOAL toman voz pequeñas naciones como Surinam, de la mano de su ministra de relaciones exteriores Yldiz Pollack-Beighle: "Hay que evitar que fuerzas externas impongan su propia agenda sobre nosotros", señaló, instando a que la región de Centroamérica y el Caribe sirva de ejemplo y se reinvente como zona de paz. Deseaba Pollack-Beighle, así mismo, la consolidación de las relaciones Sur-Sur, como método para escapar de los canales tradicionales de comercio e intercambio sociocultural.

Rusia se acerca y Maduro logra apoyo en bloque

A los países no alineados, no obstante, se ha acercado Rusia, como cooperador esporádico, lo cual inclina la balanza de la neutralidad con la que en los años cincuenta nació el Movimiento. Hasta Caracas se desplazó el viceministro de relaciones exteriores ruso, Serguéi Riabkov, que aseguró que su país y el MNOAL comparten visión estratégica en varios ámbitos. Subrayó Riabkov la necesidad de respetar la "soberanía" de cada país, y sus preferencias por la "no injerencia". Rusia, en sus palabras, está desarrollando una "política exterior equilibrada". El mantenimiento de la paz mundial, para ellos, igual que para el MNOAL, es el principal valor.

La próxima reunión del Movimiento de Países No Alineados tendrá lugar en octubre

La próxima reunión del Movimiento de Países No Alineados tendrá lugar en octubre, en Azerbaiyán, país que recogerá el testigo venezolano como presidente temporal, y lo mantendrá hasta 2022. Antes de ceder el liderazgo, este final de periodo presidencial, y en concreto está última reunión de ministros, han sido utilizados por Nicolás Maduro para internacionalizar su crisis interna y denunciar las amenazas de intervención de Trump, y de todos aquellos a los que Trump pueda convencer –Jair Bolsonaro, vecino de Maduro, es un ejemplo–. El mandatario venezolano, que también intervino en la cumbre, logró que el MNOAL respondiera en bloque ante lo que califican como "políticas injerencistas, acciones desestabilizadoras y agresiones violatorias de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, del Derecho Internacional y de la Declaración sobre las Relaciones de Amistad y Cooperación entre todos los Estados".

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