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Reino Unido Los británicos responden con temor a la caída de la libra ante un posible 'brexit' duro

La amenaza de una salida sin acuerdo ha hecho caer tanto el valor de la divisa británica que podría llegar a alcanzar la paridad con el euro. Los británicos que viven en Reino Unido, los que residen en países de la UE e incluso los que simplemente están allí de vacaciones, ya lo están notando.

El símbolo de la libra en unos mosaicos en la acera frente a la sede del Banco de Inglaterra. / REUTERS-Luke MacGregor

Acompañada de una imagen de una playa española repleta de turistas y con el titular ‘Cómo lograr el mejor tipo de cambio para tus vacaciones’, el diario The Guardian publicaba hace unos días una guía para los británicos que vayan a veranear fuera de sus fronteras y que, por lo tanto, tendrán que hacer frente a la depreciación de su divisa, en mínimos históricos respecto al euro y el dólar.

Aunque la situación preocupa por estas tierras -muchos otros medios han hecho lo mismo- más que el articulo en sí lo que cosechó éxito en las redes sociales fue la repuesta que le dio en twitter Sue Wilson, británica afincada en España: "1) Comprando una máquina del tiempo y volviendo a mayo de 2016 -un mes antes de la celebración del referéndum- ó 2) Parando el brexit".

No es sólo la opinión de una ciudadana de a pie, los analistas coinciden en que el miedo cada vez más justificado a que el 31 de octubre se produzca un brexit sin acuerdo ha precipitado la caída de la libra hasta dejarla cada vez más cerca de alcanzar la paridad con el euro.

Sus consecuencias las confirma Arthur Morriss, uno de esos británicos a los que la depreciación de la moneda británica les ha pillado con las vacaciones en el extranjero ya cerradas. A sólo unas hora de coger en Londres un vuelo a Sevilla, calcula: ”creo que nos saldrán hasta un 20% o un 30% más caras que las vacaciones de hace 2 ó 3 años”. Su plan: “Gastaremos menos. Probablemente no comeremos tanto en restaurantes ni haremos tantas actividades turísticas como podríamos haber hecho antes”.

¿Cómo ha ocurrido?

Julián Bárcena, asesor financiero en St. James’s Place -una de las mayores gestoras de patrimonio de Reino Unido- lo explica de manera muy sencilla: “el dinero es muy miedoso, cuantos más factores de incertidumbre le añadas, más reticentes son los inversores. Y ahora mismo la incertidumbre es muy alta”.

Que el brexit sin acuerdo es uno de esos factores ya lo había advertido el Banco de Inglaterra, que hace nueve meses alertó de que en el peor de los escenarios posibles la moneda podría llegar a perder un 25% de su valor. “Hay una caída de confianza en la economía británica a nivel global y eso es lo que ha hecho que la libra esté tan castigada; incluso más que en 1992, cuando el gobierno británico tuvo que retirarla del sistema monetario europeo”, recuerda Julián.

Y atención a lo que apunta: “es muy difícil prever cómo puede desembocar esto pero en la linea en la que vamos, no puede hacerlo en nada bueno”.

Los británicos en España, de los más perjudicados

Si ya lo están notando los británicos que pasan sus vacaciones en Europa y apenas estarán allí unos días o semanas, es fácil imaginar cómo afecta la depreciación de la libra a los miles de ellos que residen en países de la UE pero cuyos ingresos -salario o pensión de jubilación- siguen teniendo origen en Reino Unido. Son los que están “a merced del tipo de cambio y a los que la devaluación de la libra ya ha causado problemas importantes”, apunta la propia Sue desde su casa en Alcossebre (Castellón).

“La pensión británica es una de las más bajas de la UE y ya hemos visto cómo su valor ha disminuido un 20% sólo por el brexit", Sue Wilson

Llegó allí hace 12 años y recuerda cómo empezó a notarlo: “mi marido, que había trabajado como contratista por cuenta propia en Reino Unido, se vio obligado a retrasar un año su jubilación para compensar la pérdida de valor de sus ingresos”. Ahora que forman parte de los 70.000 pensionistas británicos que viven en España -el país de la UE con el número más elevado-, siguen llevándose las manos a la cabeza: “la pensión británica es una de las más bajas de la UE y ya hemos visto cómo su valor ha disminuido un 20% sólo por el brexit. Quién sabe cuánto más puede caer”.

En la localidad malagueña de Árchez vive Paul Oldroyd, otro británico que responde rotundo cuando le preguntas cómo se siente ante esta situación: “horrorizado e impotente”. Paul cuenta que han "perdido alrededor del 30%" de su poder adquisitivo desde el referéndum. Asegura que él tiene “dinero suficiente para soportar esto porque siempre imaginé que se podría llegar a la paridad entre el euro y la libra”, pero cuenta que hay otros que “están encontrando que vivir en España ya no es esa opción tan barata como solía serlo”. Tanto, que Paul está convencido de que muchos que no han ahorrado durante este tiempo o tienen ingresos más bajos “se verán empujados a regresar a Reino Unido”.

¿Y cómo afecta a los británicos en Reino Unido?

Igual que ellos, sus compatriotas en Reino Unido lo acabarán notado también en su día a día: “La devaluación de la moneda trae inflación y todo va a ser muchísimo mas caro de lo que era”, recuerda Julián. La clave está en las exportaciones porque más de la mitad de los bienes que Reino Unido trae de fuera proceden de países de la UE.

“Los partidarios del brexit han vendido que la caída de la libra era buenísima para las exportaciones británica pero la caída ya empezó antes incluso del referéndum y no hemos visto un boom de las exportaciones”, explica Julián. “Los fabricantes de automóviles británicos, por ejemplo, lo están pasando mal porque aunque aquí se produce mucho, prácticamente todos sus componentes vienen de fuera”.

Para los británicos será más caro viajar a Europa, mientras que los residentes de la UE será más barato visitar las islas

Al igual que con las vacaciones, Arthur sabe que le va a tocar echar cuentas respecto a sus planes a medio plazo porque pasaban por hipotecarse: “Los precios de la vivienda son tan altos, especialmente en Londres, que ahora la imprevisibilidad de la libra suma otra dificultad para algo que ya de por si supone un desafío”.

Como toda moneda, ésta también tiene dos caras así que basta con darle la vuelta y… ahí estamos nosotros. Lo que ha supuesto un problema para Arthur durante sus vacaciones, se convierte en una ventaja para los residentes en la zona euro que viajen a Reino Unido.

Aunque el nivel de vida aquí siga siendo más alto, quienes vengan ahora no tendrán que afrontar el alto coste que suponía el cambio de moneda. De hecho, “si la cosa sigue así, la libra podría desmoronarse por debajo de la paridad con el euro”, apunta Julián.

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