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Brexit El Parlamento británico aprueba una enmienda que obliga a Johnson a pedir una prórroga del brexit

Una enmienda al acuerdo con la UE aprobada por el parlamento británico obliga al primer ministro británico a pedir una prórroga a Bruselas hoy mismo. La respuesta de Johnson ha sido mandar la los diputados a casa y suspender la votación.

El primer ministro britanico, Boris Johnson, en la entrada del número 10 de Downing Street, en Londres. REUTERS/Henry Nicholls

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En Reino Unido la habían denominado el supersábado porque la de hoy en el parlamento británico lo tenía todo para convertirse en una jornada histórica: hacía 37 años que los diputados no se reunían en sábado y debían decidir si poner fin a 43 años de Reino Unido como miembro de la Unión Europea.

Con razón decían muchos diputados que la de hoy era la votación más importante a la que se habían enfrentado nunca. Pero nadie imaginó que acabaría como lo ha hecho.

Después de más de cinco horas de sesión, en medio de una Cámara de los Comunes abarrotada como pocas veces y después de asegurar que el primer ministro británico asegurara que “ahora es el momento”, la votación del acuerdo de Johnson y la UE ha quedado suspendida. Previsiblemente se celebrará el próximo martes.

¿Por qué no han votado hoy el acuerdo?

La razón está en una enmienda presentada por uno de los tories rebeldes que fueron expulsados del partido conservador, que ha contado con el apoyo de la oposición y que ha salido adelante con 322 votos a favor y 306 en contra.

La enmienda Letwind -que adopta el nombre del diputado que la ha presentado- viene a ser una cláusula de seguro contra el no-acuerdo que suspendía el resultado de la votación y con ello obligaba a Johnson a pedir una prórroga a Bruselas hoy mismo.

El primer ministro británico no ha dicho que no vaya a hacerlo. Su plan parece ser mandar la carta pero pedir a los responsables de la UE y de los veintisiete, que no les concedan las prórrogas: “No voy a negociar un retraso con la UE. Y tampoco la ley me obliga a hacerlo. Les diré a nuestros amigos y colegas en la UE que otro retraso será malo para este país, malo para Reino Unido y malo para la democracia"

Al mantener el resultado suspendido, la 'ley Benn' no queda cancelada

Y ha insistido: “Voy a continuar haciendo todo lo que pueda para que abandonemos la UE el 31 de octubre con este gran acuerdo”. La cosa tiene su miga: Si Johnson ganaba hoy la votación del acuerdo, se anulaba la ‘ley Benn’ que le obligaba a pedir una extensión antes de esta medianoche. Pero el texto todavía tenía que seguir su andadura parlamentaria hasta que el acuerdo quedara plenamente legitimado; un proceso que lleva varios días e incluye una segunda votación.

Quienes han respaldado la enmienda temían que los plazos se prolongaran –ya fuera de forma natural o forzada por el gobierno– y acabara llegando el 31 de octubre sin que se hubiera completado el proceso y sin opción de prórroga. En cuyo caso, Reino Unido acabaría abandonando la UE sin un acuerdo. Al mantener el resultado suspendido, la ‘ley Benn’ no queda cancelada así que el gobierno está obligado a escribir a Bruselas y solicitar la extensión. De esta manera, desaparece el riego de una salida abrupta.

Minutos antes de que comenzara la sesión, la prensa británica ya anunciaba que el gobierno planeaba mandar a casa a sus diputados y suspender la votación. Y eso es lo que ha ocurrido.

¿Qué pasa ahora?

Sin haberse producido la votación -y sin resultado, por tanto-, Johnson está ahora obligado por la ‘ley Benn’ a escribir a Bruselas antes de esta medianoche (hora peninsular española) pidiendo una nueva prórroga hasta el 31 de enero de 2020.

En el arranque de la sesión, al dirigirse a la Cámara, el primer ministro británico era claro en su postura: “Un retraso adicional no tiene sentido, es costoso y profundamente corrosivo para la confianza pública”. Y señalaba: “Nuestros amigos en la UE tienen muy pocas ganas de un sólo día más de retraso”.

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