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Unión Europea Adiós Juncker, hola Von der Leyen: la Eurocámara da luz verde a la nueva Comisión

El 1 de diciembre el nuevo equipo de comisarios tomará posesión de manera oficial. Borrell será el jefe de la diplomacia de la UE.

La nueva presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el Pleno del Parlamento Europeo que ha votado a favor del nuevo equipo de comisarios, que tomará posesión el 1 de diciembre.. REUTERS/Vincent Kessler

Todo ha ido como estaba previsto: ha habido cuenta atrás, se han encendido los motores, y la nave de Ursula von der Leyen ha despegado sin turbulencias. El nuevo equipo de comandantes de la Comisión Europea, uno por país, ha recibido el apoyo esperado de la Eurocámara: 461 votos a favor por 157 en contra y 89 abstenciones.

El equipo de comisarios ha contado con el apoyo de los grupos mayoritarios de la cámara: populares, socialistas y liberales. La mayoría de los verdes se han abstenido, y la izquierda ha votado en contra. También se ha opuesto la extrema derecha. 

Como ya comenzó a hacer desde que en julio los mandatarios de los países europeos la designaran para tomar el relevo del presidente Jean-Claude Juncker, la conservadora alemana ha ido ofreciendo concesiones a socialistas y liberales para asegurarse su apoyo. E incluso ha hecho algunos guiños a los verdes con un discurso bastante enérgico por la transición ecológica.

Por eso, Ursula von der Leyen sabía que tenía el partido ganado y ha salido a que no le metan goles. Ha subido al estrado del Parlamento Europeo pasadas las 9 de la mañana a no arriesgar, a sabiendas que tenía el apoyo de los principales grupos de la cámara. A repetir lo que ya había vendido antes de empezar.

La alemana ha arrancado su discurso de 40 minutos con una mención al trigésimo aniversario de la revolución de terciopelo, artífice del fin del comunismo en República Checa y Eslovaquia. Una cita de Václav Havel, líder de esa revolución, ha sido el hilo conductor de su discurso: “Trabaja por algo porque es bueno, no porque pueda tener éxito”. La idea detrás: hacer las cosas porque es nuestro deber, porque es lo que hay que hacer.

En la clave del deber ha repetido sus prioridades, que ya había anunciado en julio. Dos destacan sobre las demás: lucha contra la crisis climática, y liderazgo digital.

Del Nuevo Pacto Verde europeo (el New Green Deal), ha dicho que es fundamental y que significará “nuestra nueva estrategia de crecimiento. Nos va a ayudar a reducir las emisiones a la vez que creamos puestos de trabajo”. Siguiendo con las referencias a Hável, para Von der Leyen hay que actuar contra la crisis climática, "porque es nuestro deber y tenemos el poder de liderar".

Frans Timmermans, candidato principal socialista en las elecciones de mayo, será el vicepresidente ejecutivo encargado de la estrategia. El holandés se ha comprometido a presentar su plan en los próximos cien días. Ese New Green Deal incluirá una transición justa e inclusiva, ha dicho Von der Leyen. “Si no es así no se va a producir”, ha dicho.

La segunda pata será el liderazgo digital. Para ello, ha colocado al frente de otra supervicepresidencia a la danesa Margrethe Vestager, conocida por sus multas millonarias contra Apple y Google como comisario de competencia. Para la alemana, las inversiones son clave para ser una potencia en un mundo digital. “Nuestras empresas son líderes en sectores de gran valor, por ejemplo, fabricando un tercio de todos los satélites del mundo. Y nuestras compañías son punteras: tienen el 40% de las patentes tecnológicas del mundo. Deberíamos aprovechar esta potencia transformadora de la transición gemela climática y digital para reforzar nuestra base industrial y nuestro potencial innovador”.

Valdis Dombrovskis, que tendrá la cartera de Economía que Trabaja para la Gente será el tercer vértice del triunvirato de poder sobre el que se sostendrá Von der Leyen. La alemana espera que el letón avance en la unión bancaria y de capitales europea. “Es la persona adecuada para este trabajo”, ha dicho Von der Leyen.

El ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, tomará los mandos de la diplomacia europea como nuevo Alto Representante. De él Von der Leyen solo ha dicho que está “contenta de tener un diplomático con tanta experiencia” en su equipo.

Turbulencias

La historia de la toma de posesión de Von der Leyen no ha sido precisamente un camino de rosas: el relevo se ha retrasado un mes más de lo previsto -debería haber entrado el 1 de noviembre-, pero el Parlamento Europeo puso sus exámenes más difíciles que nunca a los candidatos a ser comisarios en el equipo de la alemana.

Tres cayeron en un camino que en legislaturas anteriores apenas se había cobrado víctimas. Francia, Hungría y Rumanía tuvieron que enviar nuevos nombres para sustituir a los cateados. Esos tres tuvieron que volver a pasar por le proceso de evaluación de las comisiones parlamentarias, que todos los comisarios tienen que pasar, lo que retrasó el proceso.

Otro dolor de cabeza para Von der Leyen ha sido el Reino Unido. Boris Johnson se ha negado a enviar candidato escudándose en que sus normas electorales le impiden designar a altos cargos para puestos internacionales en período de campaña electoral. Y los británicos acudirán a la urna el 12 de diciembre. Esperar a Londres habría supuesto, con casi seguridad, que Von der Leyen no se habría comido el turrón ni las uvas en su despacho del Berlaymont (la sede de la Comisión en Bruselas).

Así que no habrá británico en la nueva Comisión, que tomará posesión de sus sillones este 1 de diciembre, aunque la ceremonia oficial podría posponerse al lunes.

Últimas concesiones

El de hoy es el segundo voto de confirmación que pasa Von der Leyen en el Parlamento. En julio, la confirmaron como futura presidenta con solo 9 votos por encima de la mayoría necesaria. Hoy se trataba de confirmar al equipo de 27 comisarios al completo (uno por país, sin el Reino Unido, que ha decidido no enviar a nadie aduciendo que no pueden al estar en período electoral).

Ya en su confirmación de julio la nueva presidenta fue dando concesiones: a los socialistas, el Nuevo Pacto Verde; a los liberales, la organización de una conferencia por el futuro de Europa en los próximos años; a los suyos propios, por ejemplo, las alusiones a que los migrantes que no tengan derecho a quedarse en el continente serán repatriados.

En los últimos días ha tenido que hacer algunas concesiones más para asegurarse de que este miércoles no le tumbarían en el Parlamento. Algo improbable, porque los tres partidos tienen representantes en el nuevo colegio de comisarios. Pero no había un plan emergencia en caso de desastre en el voto de este miércoles.

Por eso, a petición de los socialistas, al final Von der Leyen cedió y cambió el verbo del título del nuevo comisario para asuntos migratorios, Margaritis Schinas, de “Proteger el Estilo de Vida Europeo” a “promover”, y añadió la coletilla “y Derechos Sociales”, a la tarjeta de visita del comisario de Empleo, Nicolas Schmit. Las concesiones de última hora se han extendido incluso a su grupo popular: el comisario de Medio Ambiente y Océanos, lo será también de Pesca.

Un funcionario de alto nivel de la Comisión comparaba este lunes el voto de ratificación a la nueva Comisión como el despegue de una nave espacial. Con la sonrisa de saber que estaba (casi) ganado. Hoy se ha confirmado: Estrasburgo, no tenemos ningún problema. Comienza la legislatura.

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