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Rusia, China e India refuerzan el eje euroasiático y abren las puertas a Irán y Bielorrusia

Rusia, China e India fortalecen sus lazos en la Organización de Cooperación de Shanghái, un foro euroasiático que quiere contrarrestar el hegemonismo occidental y que ahora incorpora a Irán y despeja el camino a la adhesión de Bielorrusia.

cumbre virtual de la Organización de Cooperación de Shanghái
Los líderes que asistieron a la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghá, con el primer ministro indio, Narendra Modi, en primer plano. Oficina de prensa del Gobierno indio / EFE/EPA

Hay vida internacional más allá de Ucrania. Este es el mensaje que ha venido a definir la cumbre virtual celebrada este martes por China, Rusia, India y el resto de miembros y socios de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), un organismo de seguridad y colaboración económica con gran implantación en Asia y los países de la antigua Unión Soviética, y que tiene entre sus objetivos desafiar el expansionismo occidental en esas áreas geográficas.

No es baladí el momento elegido por los miembros de la OCS para verse las caras y subrayar que la geopolítica internacional no gira solo en torno a la confrontación entre Occidente y Rusia en el tablero de juego ucraniano.

La OCS ha celebrado esta reunión una semana antes de que los 31 países de la OTAN se reúnan en pleno en Vilna. En la cumbre de la Alianza Atlántica en la capital de Lituania, dos de los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái, China y Rusia, tienen todas las papeletas para volver a aparecer como los principales desafíos de la doctrina de seguridad de la OTAN, como ya ocurrió en junio de 2022 en Madrid.

El organismo euroasiático ha subrayado este 4 de julio su carácter de foro de seguridad internacional, insuficiente, quizá, para contender militarmente con la OTAN, pero sí para plantear una alternativa estratégica al hegemonismo de Estados Unidos y sus aliados europeos y asiáticos.

No solo un club de ejércitos euroasiáticos

Fundada en 2001, la OCS está formada por China, India, Kirguistán, Kazajistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Además, hasta ahora había cuatro estados observadores interesados en adherirse como miembros de pleno derecho, Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia, y otros seis asociados en el diálogo, esto es Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía.

A los aspectos meramente geopolíticos y de cooperación militar, la OCS añade además fuertes mecanismos de cooperación regional en la lucha contra el terrorismo y el extremismo religioso. Asimismo, como quedó claro este martes con la intervención del presidente chino, Xi Jinping, la OCS tiene un gran interés en una agenda económica común, llamada Iniciativa Económica Global, cuyo principal promotor es Pekín.

Por eso, este martes, Xi instó a los miembros de la OCS a remar "en la dirección correcta de la globalización económica".

Un peso creciente en Asia, en Oriente Medio y el este europeo

Que varios de los países miembros de la OCS tengan una ratio de democracia que deja mucho que desear no impide que su peso en la arena internacional y su amplitud geográfica doten a la OCS de una influencia geopolítica global creciente.

En la cumbre telemática de este martes, Irán ha formalizado su entrada en la organización y Bielorrusia ha firmado un memorando de compromiso que le permite iniciar los procedimientos para su plena adhesión a la OCS. No debe olvidarse que precisamente estos dos estados han mostrado una notable cercanía a Rusia en el conflicto ucraniano, sin inmutarse por las amenazas de sanciones por parte de Occidente.

La invasión ilegal de Ucrania por Rusia ha devenido en un conflicto soterrado entre Moscú y Occidente, pero la actitud de muchos países del llamado Sur, esto es, Estados de economías emergentes que se han negado a alinearse con la estrategia unipolar de Estados Unidos y Europa, está suponiendo un freno a la hora de condenar a la Federación Rusa y a implementar con éxito las sanciones occidentales.

Putin agradece el apoyo de la OCS ante el motín de Wagner

En esta cumbre de la OCS, el presidente ruso, Vladímir Putin, agradeció el apoyo recibido por sus homólogos euroasiáticos tras la sublevación militar protagonizada el pasado 24 de junio por unidades del Grupo Wagner, dirigidas por el dueño de esta organización de contratistas, Yevgueni Prigozhin.

Según explicó en su discurso, los Gobiernos de la OCS le mostraron su apoyo para proteger "el orden constitucional, las vidas y la seguridad de los ciudadanos" rusos, después de que el motín de los mercenarios del Grupo Wagner amenazara con acabar en un baño de sangre en Moscú. Hacia la capital rusa se dirigían los paramilitares de Wagner desde el sur de Rusia y las inmediaciones de Ucrania, donde combatían desde que empezó la invasión en febrero de 2022.

Putin también se refirió a la guerra de Ucrania, la "operación militar especial", como el Kremlin la denomina eufemísticamente, e indicó a sus homólogos de la OCS que Rusia permanecerá firme ante las presiones, sanciones y "provocaciones" de Occidente derivadas de ese conflicto.

El presidente ruso llamaba así a estrechar la cooperación de las potencias integradas en la Organización de Cooperación de Shanghái, como China o India y ahora Irán, para afrontar los intentos occidentales liderados por Estados Unidos de imponer un nuevo sistema internacional de relaciones.

Moscú alerta de una crisis financiera internacional 

Conocedor de la crisis económica que afronta China, cuya economía no acaba de despegar después de prácticamente tres años de proteccionismo y confinamientos, Putin aludió al riesgo sustancial de una nueva crisis financiera internacional derivada de las maniobras occidentales para implantar ese nuevo orden mundial, así como de la confrontación ya en marcha entre Occidente y Moscú en Ucrania.

Putin anuncia que Rusia permanecerá firme ante las presiones, sanciones y "provocaciones" de Occidente 

Entre los factores que pueden alimentar esa crisis económica mundial, el mandatario ruso citó el problema derivado de la exportación de granos desde Ucrania y los intentos de dejar a los cereales rusos fuera de la ecuación de la distribución mundial de alimentos de mano de las sanciones establecidas por Occidente contra Moscú por la invasión de Ucrania.

"Todos estos problemas, cada uno de los cuales es complejo y diverso de por sí, en su conjunto pueden llevar a un notable incremento del potencial para que estalle un conflicto", aseveró el líder ruso.

Una alianza marcada por profundas brechas

No todo fueron parabienes en la cumbre virtual de la OCS celebrada este martes entre los líderes de los países que conforman esta organización. En el encuentro quedaron de manifiesto las diferencias por cuestiones territoriales entre países como China e India o entre este último Estado y Pakistán.

En este sentido, el presidente indio, Narendra Mori, se refirió en su discurso a la necesidad de asegurar "el respeto por la soberanía y la integridad territorial". No eran Ucrania y la invasión rusa de este país el blanco de estas palabras, sino precisamente esas disputas territoriales de su país con Pakistán y China.

En el encuentro quedaron de manifiesto las diferencias por cuestiones territoriales entre varios países

Rusia conoce muy bien estas brechas, a veces muy profundas, entre sus socios de la Organización de Cooperación de Shanghái, de ahí que jamás vaya a considerar que la OCS puede evolucionar hacia un bloque militar como lo es la OTAN o como lo fuera el fenecido Pacto de Varsovia.

Sin embargo, el Kremlin conoce la importancia de la economía en estos estados centroasiáticos y asiáticos, y cómo la amenaza de una nueva crisis financiera sí podría movilizar los activos económicos y militares de los miembros de la OCS e impulsarlos a buscar una solución drástica a la debacle económica.

Xi Jinping, contra el hegemonismo occidental

El presidente chino fue claro cuando afirmó que había llegado el momento de "oponerse a cualquier tipo de hegemonía" y de apostar, desde el "multilateralismo", por una "cooperación pragmática" de los miembros de la OCS.

"Tenemos que oponernos al proteccionismo, a las sanciones unilaterales y a quienes abusan del concepto de seguridad nacional para construir muros o desacoplarse", explicó Xi.

China apuesta por una "cooperación pragmática" de los miembros de la OCS

La referencia era directa hacia la estrategia de Estados Unidos de sancionar la adquisición por parte de China de semiconductores claves para su industria tecnológica. Pero también la crítica era dirigida a los países europeos empeñados en seguir las directrices de Washington respecto a China y a considerar a este país como un adversario y un proscrito económico internacional por sus supuestas añagazas comerciales.

China espera recelosa la reunión de la OTAN en Vilna los próximos 11 y 12 de julio. El temor en Pekín es que, como ya ocurrió en la cumbre de Madrid del año pasado, los pobres resultados del ejército ucraniano (armado por Occidente) para recuperar los territorios ocupados por Moscú lleven a la OTAN a desviar la atención internacional y arremeter contra la asociación, cada día más estrecha, entre China y Rusia.

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