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Turquía El conflicto kurdo y el 'alcalde comunista' turco admirador de Marinaleda

Por primera vez en la historia de Turquía un partido comunista gana en las elecciones locales. El TKP, liderado por Fatih Mehmet Maçoğlu y cuyas líneas ideológicas no incluyen el conflicto kurdo, se impone al HDP en una provincia del Kurdistán.

Fatih Mehmet Maçoğlu, “el alcalde comunista” de Dersim. - CORAL SALVADOR

CORAL SALVADOR / MARÍA ASENSIO

El Partido Comunista (TKP) hizo historia el pasado 31 de marzo en la provincia turca de Dersim tras vencer a su máximo oponente en la región, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), en las elecciones locales. Unos comicios en los que, tras 16 años de poder indiscutible, el Partido Justicia y Democracia (AKP), liderado por Recep Tayyip Erdoğan, perdió en varias provincias.

La historia de Dersim, situada en el norte de Kurdistán, en el este de la Anatolia central, en una zona montañosa de difícil acceso caracterizada por sus valles estrechos y profundos barrancos, está marcada por la resistencia y la rebelión. Pero, sobre todo, por el genocidio, hasta ahora no reconocido por el Gobierno, que tuvo lugar en los años 30 bajo el mandato de Kemal Atatürk, considerado el “padre de los turcos”. Desde entonces, su nombre fue turquificado pasando a ser reconocida oficialmente como la región de Tunceli, censurando sus lenguas (zazaqui y kromanji). Su población, de carácter abierto, es mayoritariamente kurda aleví, un grupo étnico religioso Islámico heterodoxo entre cuyos valores se encuentran la democracia, el respeto por los derechos humanos, la tolerancia y la igualdad.

El TKP, liderado por Fatih Mehmet Maçoğlu, arrebató al partido socialista y anticapitalista pro-kurdo HDP la Alcaldía de la provincia en las elecciones de marzo. El HDP se impuso en los anteriores comicios locales de 2014, pero dos años más tarde sus representantes fueron sustituidos por candidatos del Gobierno central y, posteriormente, encarcelados tras ser acusados de terroristas. Nurşat Yeşil, candidata del HDP (que sigue un sistema paritario), analiza la actual pérdida de votos como una consecuencia lógica de la represión sufrida: "Aquel entonces la presión era menor pero con el aumento de los enfrentamientos, militantes y votantes de nuestro partido fueron enviados a la cárcel o condenados al exilio. Teniendo todo esto en cuenta, se puede explicar fácilmente que el número de nuestros votantes haya bajado de 7.000 a 5.000". Sólo en el distrito central de Dersim, 3.000 personas han sido obligadas a emigrar, según denuncia Yeşil en declaraciones a Público

Vista general de la ciudad de Dersim. - REUTERS

Vista general de la ciudad de Dersim. - REUTERS

En 2014 Maçoğlu, ferviente admirador del proyecto español de Marinaleda, ganó las elecciones en el distrito de Ovacik. Sus políticas le llevaron a ser considerado como el "alcalde comunista” y con ellas se ganó la confianza del pueblo para continuar su mandato desde el ayuntamiento central de la provincia. Durante estos últimos cinco años algunas de sus medidas más populares han sido el derecho al transporte gratuito, las asambleas de vecinos y las cooperativas agrícolas, donde la miel es su producto más famoso. Estas acciones han sido consideradas por muchos, incluida Yeşil, como medidas populistas dentro de una "campaña basada en el marketing y no el cooperativismo que ya existía y que fue mediatizado por Maçoğlu y sus compañeros”.

El nuevo alcalde de Dersim se enorgullece de su proyecto "no exclusivamente dedicado a la agricultura sino fundamentalmente basado en la gestión mediante consejos públicos". Así, defiende, se llega a "conseguir la auto organización de la ciudad, objetivo principal del socialismo", según declara a este diario. Por extraño que parezca, en las actuales elecciones el TKP perdió el distrito de Ovacik. Maçoğlu achaca esta derrota al reducido tamaño del distrito. “Cinco o diez votos pueden fácilmente cambiar los resultados”, asegura. Sin embargo, la realidad es que la diferencia entre su partido y el más votado es algo más amplia.

Maçoğlu se describe como un activista implicado en la política desde hace aproximadamente 35 años cuyos ideales se basan en el líder revolucionario turco Ibrahim Kaypakkaya, fundador del TKP/ML (partido Comunista Turco Marxista-Leninista de tendencias Maoístas), considerado organización terrorista en Turquía. Maçoğlu aclara: "No pertenezco al partido TKP, soy miembro de la SMF" (Federación de Asambleas Socialistas), defiende, algo que choca al ver su rostro en la propaganda electoral junto a las siglas del partido. La SMF apoyó al HDP en las pasadas elecciones generales, lo que negó a volver a hacer en Dersim en favor del TKP. Maçoğlu defiende que se ha presentado a las elecciones durante los últimos cinco años “por entrega y solidaridad con la sociedad civil” más que por defender una ideología determinada.

Ciudadanos de Dersim observan el río Munzur junto a la estatua de Seyid Riza, líder aleví ejecutado en 1938 durante el genocidio. - MARÍA ASENSIO

Ciudadanos de Dersim observan el río Munzur junto a la estatua de Seyid Riza, líder aleví ejecutado en 1938 durante el genocidio. - MARÍA ASENSIO

Preguntada por el motivo de que el HDP, con un programa marcadamente socialista, no se presentara en Dersim con el apoyo de la SMF, Yeşil responde: "Creer en el socialismo no significa negar nuestra propia identidad, creencias, cultura y valores. Nuestro pasado hace de nosotros lo que somos, así que no podemos enfocarnos solo en aspectos económicos alejándonos de la realidad en la cual vivimos y obviando la existencia de la guerra”.

La candidata del HDP se muestra igual de contundente al hablar de una posible alianza entre su partido y el TKP, a los que acusa de nacionalistas “al abordar el problema kurdo” y a los que critica por, según Yeşil, haber apoyado la masacre de Dersim. "El derecho de autodeterminación de los pueblos, en términos socialistas, está fuera de cuestión para el TKP. Lo triste e inesperado es que tampoco la Federación de Asambleas Socialistas menciona estos temas en sus discursos”, se lamenta Yeşil. Por el contrario, Maçoğlu, que no especifica cuáles son las discrepancias entre su formación y su más directo oponente, afirma que “una alianza podría ser viable”, pero sin mencionar el problema kurdo.

Uno de los asuntos que ha hecho aumentar las diferencias entre ambos partidos ha sido la ausencia de declaraciones públicas de rechazo contra las decisiones tomadas en 2016 por el Gobierno central. Ankara no sólo encarceló al alcalde elegido en las urnas en Dersim, sino que lo sustituyó por un kayyum, fideicomisario enviado desde la capital. “En Dersim se ha secuestrado el municipio para los propios intereses del Gobierno central sin tener en cuenta la voluntad del pueblo. Los partidos de izquierda han reaccionado, pero en general no hemos visto ninguna reacción suya ─por el TKP─ favorable hacia el HDP”, declara Yeşil.

Sobre este hecho, Maçoğlu manifiesta que “la implementación de los kayyums, así como los arrestos, corroboran que Turquía es un país donde hay fascismo, capitalismo, explotación e imperialismo y donde no se permite la libertad de pensamiento”. Pero, tratando de evitar centrar la opresión únicamente en el HDP, argumenta que “estas acciones no están dirigidas a un único partido, sino que se llevan a cabo en contra de la gente. Los kayyums son ocupaciones implementadas por la fuerza y nosotros, revolucionarios y comunistas, no pensamos que esto sea justo. Todo el mundo debería saber que luchamos contra estas acciones”. Estas declaraciones llegan tras tres años de silencio.

El objetivo del Partido Comunista Turco es gobernar durante los próximos cinco años en Dersim aplicando las políticas iniciadas en el distrito de Ovacik, por las cuales Maçoğlu fue reconocido a nivel internacional como “el alcalde comunista”. Sin embargo, la posible definición de Dersim como provincia comunista se difumina al estudiar los antecedentes de esta pequeña región entre montañas, únicas amigas del pueblo kurdo, según el dicho popular, y las causas detrás de los resultados electorales, que indican que el electorado votó más a la persona que al proyecto que representa.

Maçoğlu saluda a varios vecinos junto a un edificio municipal. - REUTERS

Maçoğlu saluda a varios vecinos junto a un edificio municipal. - REUTERS

Como recuerdan desde el HDP, la población kurda de Turquía vive desde hace décadas bajo el proceso conocido como “asimilación”, que consiste en la imposición de la cultura y la lengua turca destruyendo la identidad kurda. Este hecho en una región geográficamente aislada como Dersim probablemente ha sido un factor clave en la disminución de votos del HDP. Lo que se suma a, como denuncian varios miembros del partido, los obstáculos a los que se han tenido que enfrentar durante la campaña electoral, como las limitaciones para poder aparecer en los medios de comunicación, entre otras cuestiones. 

La palabra kayyum aparece a menudo en las conversaciones a pie de calle. Sus detractores no sólo critican a los enviados de Ankara desde una perspectiva ideológica. La cuestión económica también está muy presente, ya que los representantes del Gobierno central han podido contar con fondos extras llegados desde la capital del país que les han permitido mejorar las infraestructuras de la ciudad, ganándose la aceptación de una parte de la población. Frente a ello, Yeşil lamenta la persecución a su partido y la gran cantidad de votantes perdidos ante el exilio forzoso o el encarcelamiento de parte de la población: "Cientos de nuestros compañeros están en la cárcel mientras que entre el 80% y el 90% de los migrantes políticos eran nuestros votantes. Nuestro partido es constantemente criminalizado. Siempre que hacemos una acción nos encontramos con presión por parte de la Policía. Los líderes de nuestro partido están siendo arrestados y, hasta día de hoy, ninguno de ellos ha podido llevar a cabo su mandato de principio a fin. Esperamos que esto se acabe”.

Por contra, el TKP, tal y como denuncian algunos vecinos de Dersim, ha contado con las facilidades que otros no han tenido, “librándose” de la persecución política. “Su silencio frente la opresión ha llevado a la decepción de los partidos revolucionarios, de izquierdas y socialistas que sí se han pronunciado frente estas injusticias cometidas por el Estado”, expresa Yeşil. Pese a todo, el TKP ganó las elecciones y ahora sólo queda esperar y ver si esta provincia de la Anatolia llega a convertirse en una Marinaleda turca.

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