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Jenni Hermoso recuerda el calvario que sufrió al volver a España: "A mí me quitasteis el mejor momento de mi vida"

En su entrevista en 'Planeta Calleja', la jugadora se emocionó al recordar cómo en cuestión de minutos, lo que significó un hito en la historia del deporte femenino, pasó a ser uno de los peores episodios de su vida.

Jenni Hermoso en el programa Planeta Calleja, a 15 de enero de 2024.
Jenni Hermoso en el programa 'Planeta Calleja', a 15 de enero de 2024. Cuatro

La futbolista Jenni Hermoso se ha sincerado en el programa Planeta Calleja en un recorrido por los impresionantes paisajes de Islandia junto al montañero. La jugadora madrileña ha repasado este lunes lo que significó proclamarse campeona del mundo con la Selección, pero también cómo ha afrontado el huracán mediático cuatro meses después.

"Hasta el día de hoy no he sido capaz de revivir ese momento de ser campeonas", lamentó Hermoso. "Muchas veces me da rabia. En la última concentración me di cuenta de que tenemos miles de fotos. Es para subir una cada día y recordar que eres campeona del mundo y no lo hacíamos".

La jugadora se emocionó al recordar junto a Calleja cómo en cuestión de minutos, lo que significó un hito en la historia del deporte femenino y el mejor momento de su vida, pasó a ser un calvario.

"Yo soy campeona del mundo y pasa eso [refiriéndose al beso no consentido de Rubiales], pero yo sigo riendo", comentó Hermoso. "¿Cómo no iba a seguir sonriendo? Estaba siendo campeona del mundo, y todos lo estaban disfrutando. Toda España estaba alucinada con nosotras y en ese momento era imposible preguntarse '¿qué me ha pasado'?", defendió.

Hermoso: "Me hizo mucho daño a mí, a mí familia y a mis compañeras, y no se podía consentir"

"Todo lo que ha venido después para mí fue mucho peor que el propio beso. A mí me quitasteis el mejor momento de mi vida porque me posicionasteis en un sitio en el que no quise estar nunca. Me hizo mucho daño a mí, a mí familia y a mis compañeras. Y no se podía consentir". 

"Si hubiera grabado el vídeo que me pidieron en el avión hubiera tenido cosas extra deportivas que me hubieran beneficiado", aseguró la jugadora del Tigres de la UANL, que defiende que tomó la decisión "porque lo sintió, porque pasó y porque lo han sufrido muchas".

La presión mediática

La jugadora madrileña declaró que durante meses tuvo que soportar un "tú contra mí" de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). De ahí que decidiese que no volvería a la convocatoria "mientras estuvieran los integrantes que estaban en ese momento".

Pero también ha aguantado la "locura" que supone estar en el centro del huracán mediático, a pesar de ser ella la víctima. "Tenía que ir por la calle mirando para atrás por si alguien me persigue", aseguró.

Hermoso: "Yo tengo que huir cuando no he hecho nada"

Hermoso, emocionada, detallaba que la presión que sufrió significó un auténtico calvario. Ante esta situación, Hermoso se vio obligada a abandonar la capital, la ciudad donde dio sus primeros pasos como futbolista. "Me tuve que ir con mi familia a Málaga por esto. Yo tengo que huir cuando no he hecho nada", lamentó.

La jugadora confesaba que recibió muchos insultos que llegaban a "amenazas de muerte" en las redes sociales. A pesar de ello, mantuvo silencio y se refugió en sus seres queridos, como lo ha hecho siempre. Su hermano Rafa, su padre, su madre o sus tías han sido un "pilar fundamental". "Nadie tiene un manuscrito de cómo se debe sentir alguien a quien le han hecho algo", afirmó.

Frente al odio nació otro movimiento en redes sociales con el nombre de #SeAcabó, al que se sumaron referentes en el deporte y numerosas voces políticas. "No sé quién fue quien empezó ese movimiento, pero ese #SeAcabó cruzó el mundo", recordó Hermoso. 

"En cada partido me mandaron fuerza, y sentía que eso que estaba haciendo era lo correcto y que íbamos a ir con todo lo posible para que eso no se volviera a repetir".

Ganar el mundial significó algo histórico para el país, especialmente para una niña que creció sin referentes femeninos y quien no se imaginaba jugar en estadios abarrotados de gente. La lucha de la jugadora se ha convertido en el altavoz y la imagen de "una situación sufrida por muchas mujeres". "La mentalidad de mucha gente ha cambiado. Desde que fuimos campeonas se nos escucha". 

"Me siento muy orgullosa. Creo que todas mis compañeras, las que estamos en esto, creemos que hemos hecho algo súper bonito para la sociedad, para la mujer. Para que esa niña o esa chica se sienta fuerte y que cosas así no tienen que ser normales".

El Mundial ha supuesto un punto de inflexión en la imagen del fútbol femenino, pero la jugadora recuerda que aún hay muchos temas en los que queda mucho camino por avanzar, como la brecha en los salarios entre hombres y mujeres.

"Me da mucha rabia que se nos diga que somos caprichosas, que somos egoístas, que nos vemos por encima de cualquier otro deportista o trabajador. Creo que pedimos lo mínimo para poder rendir y poder ser futbolistas".

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