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"Existe acoso laboral y sexual contra las guardias civiles"

"Las mujeres sólo representan el 6,4% de los agentes, y doblan o incluso triplican la estadística de bajas. Tras estas cifras está la falta de normativas reales de conciliación", afirma una guardia civil con 20 años de servicio, secretaria de la Mujer de AUGC Murcia

Varias integrantes de la Guardia Civil asisten a un homenaje que el Congreso de los Diputados realizó a las mujeres del cuerpo en 2014. EFE

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MADRID.- La consolidación de las asociaciones de agentes en la Guardia Civil, así como el blindaje de su puesto de trabajo, están permitiendo que cada vez más guardias se atrevan a dar un paso adelante y denunciar las situaciones que se viven dentro del cuerpo, que este año ha cumplido 172 años de historia.

Una de esas situaciones es precisamente la inclusión de las mujeres. Sobre ella ha hablado Manuela Inarejo (1972), secretaria la Mujer de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), el principal pseudosindicato —la condición de militares de los guardias civiles les impide sindicarse— del cuerpo, que se muestra rotunda: "La llegada de la mujer a la Guardia Civil no fue una integración, sino un acople con calzador de imposición constitucional”, afirma en una entrevista.

Inarejo, hoy en situación de retiro, ingresó en la Guardia Civil en 1992 y estuvo en activo durante veinte años, “de los cuales los últimos fueron terroríficos, por mi doble condición de mujer y representante de AUGC. Para mí, el machismo podría quedar definido con la frase que me profirió el capitán de mi unidad: He pensado que una mujer con falda quedaría muy bien en la misa del Pilar", denuncia la agente, que antes de la fundación de AUGC estaba afiliada a su antecesora, denominada 'Coproper 6 de julio'.

"He pensado que una mujer con falda quedaría muy bien en la misa del Pilar", le espetó el capitán de su unidad

“Las guardias civiles sólo representan el 6,4% de un colectivo de 79.000 efectivos, y duplican e incluso triplican la estadística de bajas. Tras estas cifras está la falta de normativas reales de conciliación”, explica la agente retirada, manifestando que "los datos ya arrojan por sí mismos una discriminación para la Guardia Civil desde el Ministerio del Interior en relación al resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En los Mossos, el porcentaje de mujeres, de un total de 17.000 agentes, es del 22%. De los 65.000 policías nacionales, el 13% son mujeres, mientras que en un colectivo de 8.000 ertzaintzas el porcentaje es del 11%. Nos encontramos con que somos el colectivo con menos presencia femenina".

¿Hay acoso en la Guardia Civil?

"Según el Director General, no", responde Inarejo, pero no se queda ahí. "AUGC maneja otros datos, y teniendo en cuenta que la Guardia Civil es un cuerpo militarizado, jerarquizado y absolutamente masculinizado, es imposible que no exista el acoso hacia las mujeres. Pero ante esto, lo más grave es la clara intención de la Guardia Civil de esconder los casos que se dan", acusa, sacando a colación el protocolo de actuación ante el acoso laboral y sexual que promulgó la Guardia Civil en 2013.

"Este protocolo, lejos de ser garantista, sólo sirve para camuflar los casos y que estos no salgan al exterior. Si a ello además le sumamos un Código Penal Militar, donde el acoso es sustituido por expresiones como abuso de autoridad o trato degradante a un inferior, pues vemos la inexistente intención de reconocer y hacer visible que hay acoso en la Guardia Civil", continúa la agente retirada. 

En primera persona: Así se sufre el machismo en la Guardia Civil

Mi primer “careo” con el machismo llegó en mi primer destino, en la Policía Judicial, donde me topé con un mando que en mí encontró todos los ingredientes para convertirme en su objetivo: ser mujer y afiliada de Coproper 6 de Julio. Se refería a mí como “la Chochona”. Con la maternidad tuve la segunda ocasión de experimentar en primera persona el machismo grabado a fuego de esta Institución: se me obligó desde el Servicio Médico a llevar los partes de confirmación en mano cada quince días a 40 kilómetros de mi unidad. ¡Cuando mi baja era por embarazo de riesgo!

Finalmente llegó ya la situación determinante que me haría darme de baja: la llegada de un capitán que manifestaba su machismo hacia mí con frases tales como “he pensado que para el Pilar quedaría bien una mujer con falda”, a lo que le contesté: “Llevo años sin vestirme de uniforme el Día del Pilar y sólo lo hice en una ocasión y fue por petición de mi marido”. Ante mis instancias con quejas por el servicio, agravios comparativos, riesgos laborales, etéctera, la respuesta de este personaje fue que, “en vez de tantas instancias lo que tendría que hacer es irse a su casa a fregar los platos”. Me consta que mi historia tiene demasiadas repeticiones en mujeres perfectamente aptas para trabajar, pero ante las que una Guardia Civil carente de medidas reales de conciliación y de un verdadero protocolo contra el acoso es incapaz de tomar las riendas para averiguar qué está ocurriendo y de asumir su machismo endémico.

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