La CUP dice no. La nueva oferta del Govern de Junts pel Sí para que la formación anticapitalista dé el visto bueno a los Presupuestos de este año ha sido considerada insuficiente. El Departamento de Economía estaba dispuesto a incluir en las cuentas algunos impuestos anulados por el Tribunal Constitucional, como el que gravaba los depósitos a entidades de crédito o la producción de energía nuclear, pero el ofrecimiento ha caído en saco roto.

"En el documento hay cambios en algunas partidas y ciertas mejoras en el ámbito fiscal, pero no son suficientes como para cambiar el criterio de que el Govern retire su proyecto de Presupuestos", ha declarado a la prensa la portavoz de la CUP, Anna Gabriel, tras mantener una reunión de más de dos horas con el president, Carles Puigdemont, y el titular de Economía, Oriol Junqueras.

La Conselleria tambie´n ha ofrecido que la Generalitat recupere el control público de la empresa Aigües Ter-Llobregat (ATLL) si el Tribunal Supremo confirma la nulidad del proceso por el cual la Generalitat privatizó su gestión. Tampoco ha colmado las expectativas de la CUP, que ya ha pedido otros Presupuestos ajustados a sus peticiones.

Estos incluían el impuesto que recae sobre los prestadores de servicios de comunicación electrónica y el que grava a los grandes propietarios de viviendas vacías, así como la modificación de la ley catalana de estabilidad presupuestaria y el "estudio de una eventual modificación de la estructura impositiva en las principales figuras tributarias".

El Govern, además, ha puesto sobre la mesa veinte millones adicionales para la ley de dependencia y sesenta para guarderías, así como bonificaciones en el transporte público para parados y el compromiso de impulsar la ley de emergencia social. También más Catalunya: la creación de una hacienda y los propios Presupuestos como herramienta para "la desconexión con la legalidad española".

Sin embargo, los anticapitalistas insisten en que retiren estas cuentas y presenten otras, pues entienden que los cambios deben ser de fondo, lo que incluiría una mayor progresividad del IRPF (de modo que las rentas bajas y medias paguen menos), un referéndum sobre el impago de la deuda y el incumplimiento del techo del déficit impuesto por Madrid.

Fuentes de Junts pel Sí han asegurado a La Vanguardia que “no contemplan la posibilidad de devolver los Presupuestos y presentar unos nuevos”, una exigencia que la CUP no está dispuesta a retirar. Está por ver qué y dónde ceden ambos para que el próximo miércoles el pleno pueda sacar adelante unas cuentas que se le resisten a Puigdemont y a Junqueras, cuyos partidos coinciden en algo con la formación anticapitalista. Todos han planteado el sí como un paso adelante en el camino hacia la independencia.