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La financiación se convierte en
el centro del debate de la cumbre

Las comunidades exigen un nuevo modelo para poder asumir las competencias sociales asumidas, especialmente la dependencia.

VI Conferencia de Presidente, este martes /EFE/Juan Carlos Hidalgo

JUAN ANTONIO BLAY

La financiación autonómica se ha convertido en el eje principal de las intervenciones de los diferentes presidentes autonómicos durante la sesión de la mañana, según han explicado portavoces de los diferentes gobiernos autonómicos. O mejor dicho, la urgencia de elaborar un nuevo sistema de financiación “más justo”, por emplear una expresión empleada por portavoces de Andalucía y de la Comunitat Valenciana.

Pero no han sido los únicos. La preocupación por disponer de los recursos necesarios para asumir los costes de los servicios públicos es unánime, según fuentes de la reunión conocedoras del contenido de las intervenciones. También es una exigencia compartida que se alcance un compromiso explícito en cuanto al contenido de la reforma del sistema de financiación y desplazo para su aplicación.

“Prestamos los servicios sobre los que se basa el estado de bienestar”, han insistido desde varias comunidades socialistas. También desde el PP. La presidenta madrileña, por ejemplo, ha reivindicado una mayor y mejor financiación para gestionar la ley de la Dependencia “que es la asignatura pendiente del estado de bienestar”.

En torno a esa idea y otras similares también se han pronunciado desde Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunitat Valenciana, entre otras. El presidente Puig, según un portavoz oficial, ha exigido que “el nuevo sistema de financiación esté definido antes de finalizar este año de 2017”. Asimismo, aunque no lo ha citado expresamente, ha planteado que el nuevo sistema asuma la deuda histórica de las comunidades desde 2014, año en que debía finalizar el vigente y que se encuentra prorrogado.

Fuentes del PP y del Gobierno consideran “factible” que se llegue a un acuerdo al finalizar la cumbre autonómica, la sexta desde su instauración en 2004 durante el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. En esta cita es la primera vez que hay ausencias: la de los presidente de Cataluña y Euskadi, Carles Puigdemont e Íñigo Urkullu, respectivamente.

Un portavoz de la presidencia del Gobierno ha explicado que Mariano Rajoy ha hecho un repaso a la situación macroeconómica que tiene España, con profusión de datos y estadísticas, así como los retos que tiene por delante: la creación de empleo, aumentar la competitividad, superar la situación generada por el “brexit” e impulsar una Unión Europea más fuerte y cohesionada.

Desde instancias gubernamentales se traslada la confianza en que “habrá acuerdo”, aunque no se concreta en qué apartados de las diez cuestiones en las que se ha estructurado el esquema de esta conferencia de presidentes. Otras fuentes socialistas consideran que Rajoy y su Gobierno “necesitan un acuerdo en esta cita como un paso previo a la aprobación de los próximos presupuestos generales del Estado”.

La reunión se ha interrumpido a primeras horas de la tarde para un receso de hora y media destinado a un almuerzo informal en la biblioteca del Senado, uno de los lugares más emblemáticos del edificio que acoge a la Cámara alta.

El menú consiste en un aperitivo a base de jamón ibérico y cuatro opciones a elegir como primer plato: crema de porrusalda, salpicón de pulpo, menestra de verduras y ensalada de capón escabechado. Como segundo plato: delicias de merluza con pimientos rojos o rosbife de solomillo de choto. El postre consiste en pastel de chocolate o macedonia de frutas. El vino es de Rioja.

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