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La 'Operación Cataluña' Sánchez-Camacho pactó documentos para ocultar su implicación en 'La Camarga'

Existen pruebas documentales que demuestran que la presidenta del PP en Catalunya intentó tapar su implicación en la grabación con la ex amante de Jordi Pujol Jr. obligando a los detectives de Método3 a aceptar un acuerdo escrito en el que reconocían falsamente su culpa. La indemnización de 80.000 euros también era falsa: sabían que el seguro no pagaría.

La diputada del PP Alicia Sánchez-Camacho durante una intervención en el Pleno del Congreso. EFE/Paco Campos

Había que poner fin al escándalo y hacerlo limpiamente. Además, los que tenían la fuerza estaban en el poder... legislativo (y con mayoría absoluta), ejecutivo, judicial y policial. Así que la cosa se arregló definitivamente.

Los detectives cuya carrera había sido destruida tuvieron que aceptar las condiciones draconianas del partido todopoderoso: "Método3, S.A., En liquidación" admitió todas las culpas de la grabación en el restaurante barcelonés La Camarga (el 7 de julio de 2010) y accedió a abonar 80.000 euros "en concepto de indemnización por daños y perjuicios, que incluirá los daños morales, como consecuencia de la intromisión ilegítima en su honor, intimidad personal y derecho a la propia imagen" a "Doña Alicia Sánchez-Camacho Pérez", presidenta del PP de Catalunya.

Así reza, en su página 10, el acuerdo por el que la agencia de detectives se pliega al vendaval policial y judicial desencadenado en 2013 por el Partido Popular con el fin de borrar todo rastro de la maniobra con la que se puso en marcha la Operación Cataluña de la brigada política de Interior que operó durante el mandato del ministro Jorge Fernández Díaz.

Lo lamentable es que gran parte del contenido de ese documento –que se puede consultar íntegro al final de esta información– es falsa y se limita a hacer de tapadera de una realidad inconfesable: se destroza una empresa y se arruina la carrera profesional de los profesionales que trabajaban en ella para proteger a la persona que encargó que se grabara esa comida entre la actual primera secretaria de la Mesa del Congreso de los Diputados y la examante de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria (Vicky) Álvarez.​

Ya hemos demostrado con audios grabados que los detectives de Método3 no sólo reservaron –por encargo de Sánchez-Camacho– la mesa donde se puso en centro floral con el micrófono, sino que incluso pagaron la factura por adelantado. Tres años después, al estallar el escándalo, el comisario José Manuel Villarejo Pérez habló por teléfono con Vicky Álvarez y ella se escandalizó de que la agencia de detectives se hubiera hecho cargo del pago de la comida.

Ahora bien, mucho menos conocido es que en el acuerdo por el que Sánchez-Camacho concede el "perdón del ofendido" a Método3 se presentó un pago de indemnización imposible:

Dos pólizas de seguro caducadas que los abogados de la líder del PP catalán sabían que no servían para nada

Fragmento del acuerdo entre Sánchez-Camacho y Método3 En liquidación.

En el documento que pone fin a la demanda de la líder el PP catalán contra la agencia de detectives, por una supuesta intromisión en la intimidad de Sánchez-Camacho, se establece que los 80.000 euros de indemnización serán cubiertos por sendas pólizas de seguros –de las compañías Estrella y E.R. Berkley España– que supuestamente cubren a Método3.

Pero Público ha podido comprobar que esas pólizas estaban caducadas desde dos años antes. Más aún, el propio director de Método3, Francisco Marco, así lo reconoció ante la comisión de investigación sobre el escándalo del Parlament de Catalunya, y explicó que los abogados de Sánchez-Camacho fueron advertidos de la inutilidad de esa cláusula, pero no les importó porque ese punto sólo se había incluido para que la prensa no sospechase sobre el acuerdo que puso punto final al affaire.

Ese acuerdo, además, es sólo una tapadera para el verdadero arreglo de todo ese turbio asunto: Público ha averiguado que existe otro documento confidencial entre las partes, firmado por Alicia Sánchez Camacho, Victoria Álvarez y Francisco Marco, donde este último se compromete a no hacer pública la documentación que posee y que demostraría la legalidad de la grabación de La Camarga, a cambio de que la líder del PP catalán no utilice contra el entonces director de Método3 la información obtenida por la Policía fuera de los ámbitos judiciales, en el marco de la brigada política organizada bajo el mandato del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

En realidad, el comisario Villarejo y Vicky Álvarez se refieren a las negociaciones previas a ese acuerdo en su conversación telefónica, grabada por el primero, que Público está revelando en exclusiva:

"...a ver, finalmente tengo clarísimo que la gente en el PP es gilipollas hasta llegar a un grado máximo..."

Javier Hidalgo (identidad falsa que emplea el comisario Villarejo): A mí me dicen, a mí me dicen... he estado también haciendo algunas gestiones, que hace unos días que ha habido un juicio, un juicio de lo social de estos entre la Queque, sabes, la enana esta que te seguía a ti y él [Elisenda Villena, la detective de Método3 que recibió el encargo de organizar la grabación] y el Marco Polo como tú dices [Francisco Marco], y que Marco Polo la amenazó a ella en el juicio. Le dijo: “Como saques el pendrive voy a sacar todos los correos que tenéis tú, el Zarabomba [José Zaragoza, del PSC], la Alicia [Sánchez-Camacho], el no sé qué, no sé cuántos, con esta historia de La Camarga…

VA: Están a punto de caer. Porque, claro, a ver, finalmente tengo clarísimo que la gente en el PP es gilipollas hasta llegar a un grado máximo...
 
JH: Hombre eso… [suena un pitido]

VA: Porque pactar silencios con delincuentes sabes lo que significa, ¿no? Me parecen idiotas. Y luego además, lo que hizo Alicia, de decir, que fue cuando yo le mandé los whatsapps y los tengo todos guardaos... es que es para decir: ¿Qué coño estás haciendo poniendo un recurso para que no investiguen? ¿Qué haces? Que se te cae eso encima. Y además el fiscal lo ha rechazado, por lo que ha quedado peor todavía.
 
JH: Totalmente de acuerdo.

Han pasado cuatro años y el asunto parecía enterrado. Pero, como dice Elisenda Villena –cuya carrera profesional fue destrozada sin que hubiera hecho nada irregular–, "a todo cerdo le llega su San Martín".

Ella está muy dolida porque, según ha explicado a Público, "no pude defenderme en un juicio porque se liquidó la causa con el 'perdón del ofendido'".

Pero esta causa no ha terminado. Ni mucho menos.

...CONTINUARÁ

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