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Parlem Miles de ciudadanos de toda España reclaman diálogo con Catalunya

Otra concentración en la madrileña Plaza de Colón reclamaba la defensa de "la unidad de España".

Participantes en la manifestación convocada por la plataforma 'Hablamos?' en la Plaza de La Cibeles de Madrid. /EFE

FERMÍN GRODIRA

Miles de ciudadanos vestidos de blanco salieron este mediodía a las calles de las principales ciudades españolas, con Madrid y Barcelona a la cabeza, para pedir al Gobierno y a la Generalitat que dialoguen para buscar salida al conflicto catalán .

La iniciativa, promovida desde las redes sociales por la plataforma Parlem? Hablamos?, logró congregar millares de personas de blanco ante los ayuntamientos de toda España para pedir diálogo, sensatez, entendimiento y recuperar la política tras una semana marcada por los efectos del referéndum independentista del 1-O.

"Carles, Mariano, a ver si nos llamamos", "Ra, ra, ra, queremos hablar", "Que no nos representan" y "Madrid está en el pueblo catalán" fueron algunas de las proclamas que se escucharon en la concentración que llenaron la Plaza de Cibeles de Madrid de camisetas y pancartas blancas. 

La concentración contó con una batucada y tuvo un ambiente mayoritariamente festivo. Varias personas mostraron banderas constitucionales y republicanas, pero tras el grito de "sin banderas" y el diálogo con otros asistentes, las guardaron entre aplausos de la multitud.

Jaime, un joven de 21 años, acudió a la concentración de Madrid con una pancarta en catalán en defensa de la diversidad de España. Jaime admite votar siempre a Ciudadanos e ir "siempre con la bandera por delante" pero esta vez fue sin ella, como pedían los convocantes en el manifiesto que llamaba a acudir a las 12 horas de este sábado a los ayuntamientos de las capitales de provincia, porque "España es mejor que sus gobernantes".

Los asistentes en Madrid eran muy diversos políticamente. Sara, una treintañera que se considera "afín al anarquismo", fue para defender el diálogo. María, 68 años, y afirmó tajantemente ser "de derechas". Otros ciudadanos entrevistados por Público se definieron como apolíticos.

Edu y Guillem, dos de los organizadores de la concentración ciudadana, pese a no dar una cifra de manifestantes, consideraron "un exitazo" que una convocatoria nacida hace cuatro días como cadena de WhatsApp llenara la plaza de Cibeles en Madrid y se replicara en otras plazas a lo largo y ancho de todo el país: Valencia, Valladolid, Zaragoza, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona...

Así, en la plaza Sant Jaume de Barcelona se concentraron miles de catalanes ataviados con camisetas blancas que lanzaron proclamas como "el pueblo catalán no quiere división", "sí se puede" o "queremos hablar", todo ello en un tono pacífico y sin exhibir banderas.

Aunque la concentración no había sido convocada por ningún partido, sí participó una representación del PSC encabezada por Miquel Iceta, quien subrayó que "mucha gente" está pidiendo diálogo en las calles. En la movilización también se pudo ver al primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello (Barcelona en Comú), o el secretario de la UGT, Josep Maria Álvarez.

En Zaragoza fueron unos 4.000 los concentrados en la Plaza del Pilar para pedir "la paz y la palabra", también vestidos con prendas de color blanco. "Por favor, haced política", "Perdonad que no me aliste con ninguna bandera", "Políticos: castigados al rincón de pensar" o "Quien no sepa de dialogar que dimita", fueron alguno de los lemas exhibidos.

La manifestación celebrada en Valencia ha reunido a centenares de personas en las puertas del ayuntamiento de la capital, también para hacer un llamamiento por la paz y el diálogo y expresarlo con ropa, guantes y globos blancos y sin ningún tipo de bandera. Ante carteles con los repetidos lemas "Hablemos" o "Parlem", una de las asistentes, Enriqueta Heras, explicaba: "Estoy aquí porque me cansan las guerras, las políticas y los engaños y pienso que la palabra la tiene que tener todo el pueblo y no unos cuantos".

Las tres capitales vascas fueron también escenario de concentraciones con muchos participantes vestidos de blanco que exhibían carteles con lemas como "Paz, diálogo y ley" o "Hablamos". En San Sebastián, el diputado socialista Odón Elorza aseguró que hay un "campo inmenso de posibilidades" para tratar de resolver este conflicto, mientras en Vitoria, Sara Buesa, hija del socialista Fernando Buesa, asesinado por ETA, participó en la lectura de un manifiesto que emplaza a la ciudadanía a "dar un paso adelante" y exigir diálogo.

Pamplona, que acogió a un centenar de personas en la plaza del Ayuntamiento, Logroño, con un medio millar de concentrados, y Valladolid, con un millar, han sido otras de las capitales donde los ciudadanos han secundado la convocatoria.

Palma de Mallorca, junto a Madrid, fue la única capital que ha albergado dos concentraciones simultáneas distintas, y en este caso la del Ayuntamiento reunió a un centenar de manifestantes vestidos de blanco, mientras otros 6.500 recorrían el centro de la ciudad con banderas de España, Baleares y Mallorca en contra del secesionismo y en favor de la unidad de España. 

A la misma hora, a poco más de 500 metros, se concentraban miles de españoles  en defensa de la "unidad de España, la Constitución y el estado de derecho" en la Plaza de Colón y sus aledaños, convocados por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES). El acto españolista sobrepasó en asistencia al que demandaba el diálogo entre España y Catalunya. La mayoría de los asistentes han acudido con banderas españolas, algunas con el escudo franquista aunque eran una clara minoría.

Pablo Casado, vicesecretario general de Comunicación del PP, acudió al acto de Colón. Santiago Abascal, presidente de VOX y secretario de DENAES, cerró el acto con un discurso en el que ha pedido la prisión "para los golpistas".

Un grupo procedente de Colón ha pasado por Cibeles y se produjeron enfrentamientos verbales entre ambos grupos, con insultos proferidos por algunos de los españolistas como "traidores" y gritos de "Arriba España". La policía estableció un cordón para evitar incidentes. Uno de los defensores de la unidad de España intentó arrancar el móvil al redactor de Público que estaba informando en directo para Facebook del acto.

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