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Las cloacas de Interior El 'Pequeño Nicolás' alega estar mal de la cabeza para conseguir una rebaja de las penas

La nueva abogada de Francisco Nicolás López Iglesias esgrime un informe forense sobre el delirio megalomaníaco del veinteañero y consigue la suspensión del segundo juicio por sus calumnias contra el Centro Nacional de Inteligencia, para el que había tratado de ampararse en el testimonio de Eugenio Pino, ex director adjunto operativo de la Policía

Francisco Nicolás Gómez Iglesias en el Juzgado de lo Penal Nº16 de Madrid, este miércoles antes de que se aplazase la vista oral al alegar su abogada que sufre un desarreglo mental. EFE/Emilio Naranjo

Se ha terminado. Esa frase lapidaria se podría aplicar también a los intentos del Pequeño Nicolás de salirse con la suya ante los tribunales, quizá con los "ases en la manga" que afirmaba tener para hacer frente a la acción de la Justicia.

Su último y pírrico éxito fue conseguir que se repitiera el juicio en el que el Juzgado de lo Penal número 25 de Madrid lo condenó por haber calumniado al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) asegurando en diversas entrevistas que le tenía "pinchado el teléfono sin autorización judicial" y que los servicios secretos intervienen habitualmente teléfonos de manera ilegal "cuando entienden que alguien representa un problema para personalidades del Estado".

Pero la nueva vista oral, fijada para esta mañana en el Juzgado de lo Penal Nº16, ha tenido que aplazarse después de que la nueva abogada del veinteañero, Victoria Vega Sánchez, presentase un informe pericial psiquiátrico sobre su defendido efectuado por la clínica de la especialista Marina Díaz Marsá que sostiene que el Pequeño Nicolás sufre desarreglos mentales que supuestamente le eximirían de responsabilidad en su conducta delictiva.

El primer informe forense que se le hizo tras ser detenido ya constató sus "delirios megalomaníacos"

En realidad, la letrada solicitó el informe pericial basándose en las primeras conclusiones del examen del médico forense tras la detención del joven estafador, vinculado a las cloacas de Interior, en octubre de 2014. Aquel dictamen médico ya constataba que el Pequeño Nicolás padecía "floridos delirios megalomaníacos". No obstante, nunca ha estado en tratamiento psiquiátrico ni ha sido diagnosticado como enfermo mental, y la psicopatía no es una enfermedad mental ni exime a un imputado por delitos graves.

Más aún, Francisco Nicolás López Iglesias participó como estrella mediática en el programa de TV Gran Hermano, donde hay que pasar pruebas psicológicas previas, y para estar encerrado en una casa sin contacto con el exterior no tenía problemas mentales.

Aunque la Fiscalía ha pedido una contrapericial del servicio forense de los Juzgados, por lo que el juez Juan Bautista ha debido aplazar la vista oral, es probable que cuando se reanude el juicio (el próximo 15 de febrero) se acepte como atenuante su desarreglo psíquico, que se ha puesto de manifiesto en su comportamiento público y sus actividades delictivas.

El postrero intento de Francisco Nicolás por burlar a la Justicia fue alegar indefensión porque en el primer juicio no se aceptó llamar a declarar al ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, para que afirmase saber que el CNI le estuvo interviniendo el teléfono ilegalmente durante dos meses, tal como afirmó el jovencito en una entrevista concedida a El Mundo en noviembre de 2014.

El exDAO Eugenio Pino parece no querer comprometerse más en la defensa de los que integraron las 'cloacas de Interior', como Villarejo

El súbito cambio de estrategia de su defensa indica que ahora ya no tratará de ayudarse de los altos mandos que le apoyaron en su día, sino que buscará rebajar todas las penas en base a su estado mental. Pero, además, muestra que el propio Pino no quiere seguir comprometiéndose en la defensa de los que participaron en las cloacas de Interior, como el comisario José Manuel Villarejo, quien está ahora en prisión incondicional tras ser detenido en la Operación Tándem.

El propio Pino tiene que hacer frente a problemas judiciales como consecuencia de que Público revelase en exclusiva el audio de una conversación telefónica que mantuvo con el comisario Enrique García Castaño, en la que dijo que se había entrevistado con un coronel del CNI para advertirle de que era mejor no llamarle a declarar ante el juez porque sabía que se habían hecho intervenciones telefónicas ilegales.

Pino se ha querellado contra los periodistas de Público que desvelaron esa conversación, pero ahora no parece dispuesto a mantener su amenaza de declarar contra el CNI. Especialmente cuando se acumulan las denuncias de que los miembros de la brigada política que montó en Interior han llegado a chantajear a la Casa Real para blindarse frente a las investigaciones judiciales.

En la entrevista de El Mundo, el Pequeño Nicolás aseguró que también el teléfono del periodista que le entrevistaba (el tertuliano Eduardo Inda, quien también ha recurrido al testimonio de Pino ante los tribunales) estaba intervenido ilegalmente por el CNI. Y, tras la primera sentencia por calumniar a los servicios secretos, ese diario publicó un artículo titulado: "El 'pequeño Nicolás' recibe con champán francés la noticia de su condena".

No parece que esté ahora para brindis.

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