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Sesión de control en el Congreso Rufián, a Rajoy: "Tengan la decencia de no decir que en Catalunya se adoctrina”

El diputado de ERC ha vuelto a ser el encargado de preguntar al presidente del Gobierno en la segunda sesión de control de 2018, con el runrún de la posible ruptura de relaciones entre JxCat y ERC y las comparecencias en el Tribunal Supremo por el procés, de fondo. 

El portavoz de ERC, Joan Tardá, junto al diputado de ERC, Gabriel Rufián, durante la sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados. EFE/Juan Carlos Hidalgo

La jornada frenética de la segunda sesión de control al gobierno de 2018, empezaba en los pasillos del hemiciclo con Catalunya antes de que todo empezara.

Las primeras preguntas, a la entrada, despejaron la duda que una información mañanera dejaba en el aire: ¿están rotas las relaciones entre JxCat y ERC, cómo afirman líderes del partido de Puigdemont sin nombres ni apellidos? El primero en negarlo ha sido Carles Campuzano, el portavoz del PDeCat, que se ha mostrado esperanzado sobre no llegar a tener que convocar nuevas elecciones: “las elecciones serían un fracaso para Catalunya”.

Joan Tardá, el portavoz de ERC, lo ha dejado más claro aún: “No, en absoluto. Habrá gobierno”. Gabriel Rufián, también portavoz de los republicanos, le ha quitado importancia a la noticia: “Si me hubieran dado un euro cada vez que me preguntan esto, sería rico”.

Mariano Rajoy ha esquivado, al entrar, la pregunta sobre si teme repetición electoral en Catalunya. La que no ha podido esquivar ha sido la pregunta-trampa que Rufián le tenía preparada: "¿Considera el Presidente del Gobierno español que va a mejorar la calidad de la educación con el Acuerdo firmado entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el Ministerio de Defensa para reforzar la imagen de las Fuerzas Armadas y la Corona?".

Gabriel Rufián: "Preferimos que los alumnos sepan lo que es la solidaridad antes que la cabra de la legión; que conozcan a Marcos Ana antes que a Letizia Ortiz"

Don Mariano ha respondido como era previsible: “no le veo nada reprochable”, ha dicho después de mentar las dos leyes que le dan base. Entonces Rufián ha abierto su cuaderno y le ha leído: “para formar españoles hondos y patriotas austeros España resurge gloriosa por esfuerzo gigante de sus hijos; la ceremonia de colocar la bandera y arriarla será obligatoria en todas las escuelas”. Después le ha aclarado que era un extracto de las normas de la escuela pública primaria del 16 de mayo del 39. “¿Quieren recuperar esto 80 años después?”, le ha espetado. “Al menos tengan la decencia y la vergüenza de no decir que en Catalunya se adoctrina”. Y ha continuado con: “Preferimos que los alumnos sepan lo que es la solidaridad antes que la cabra de la legión; que conozcan a Marcos Ana antes que a Letizia Ortiz”.

El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, a su llegada a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. EFE/Juan Carlos Hidalgo

El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, a su llegada a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. EFE/Juan Carlos Hidalgo

Y, de cita a cita, Rajoy también tenía una preparada para la réplica con la que ha puesto punto y final al episodio: “el Ministerio de Defensa promoverá el desarrollo de la cultura sobre la defensa para que la sociedad conozca, valore y se identifique con su historia y esfuerzo solidario y efectivo, mediante el que las Fuerzas Armadas salvaguardan los intereses nacionales”. Y, de la misma manera, al terminar ha desvelado que se trataba de un artículo de la Ley de Defensa Nacional de 2005, aprobada por el PSOE con el voto a favor de ERC.

El golpe bajo ha quedado ahí, resonando sobre la salida apresurada del Congreso de los diputados de los de ERC, que se han marchado inmediatamente en dirección al Tribunal Supremo donde ha comparecido Mireia Boya, la dirigente de la CUP, que podría terminar el día entre rejas.

A las corridas les he preguntado si les ha picado el zasca de Don Mariano y su respuesta ha sido recordarme que apoyaron aquella ley porque fue la que trajo al Congreso el permiso para meternos en guerras, quitándole esa potestad a los Aznares que vengan. Una vez más, la dramaturgia parlamentaria deja las historias a medias.

La portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, pregunta al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy,  en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. EFE/Juan Carlos Hidalgo

La portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, pregunta al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. EFE/Juan Carlos Hidalgo

Por lo demás, el protagonismo se lo ha llevado la ofensiva socialista a la reforma laboral. Hasta cinco preguntas le han hecho al presidente del Gobierno y a la ministra de Emplel, Fátima Báñez, sobre pobreza laboral, empleo femenino, empleo juvenil, la involución de los salarios y la no negociación colectiva. El episodio se ha saldado en una guerra de cifras entre las actuales y las de la etapa de Rodríguez Zapatero.

También ha tenido foco el enfrentamiento dulce entre Aitor Esteban y Mariano Rajoy a costa de las declaraciones del Jefe Operativo de la UCO, Manuel Sánchez Corbí, en las que ponía al PNV en el bando de “los malos” en la lucha contra ETA.

Rajoy ha pedido al diputado vasco que lo olvide y le ha venido a decir que todo iría mejor si “usted y yo conseguimos elevarnos” por encima de estas cosas, en claro cortejo el apoyo del PNV que necesita para los Presupuestos Generales del Estado.

Los diputados de Ciudadanos durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados, en la que ha vuelto a elevar el tono contra el presidente del Gobierno . EFE/Juan Carlos Hidalgo

Los diputados de Ciudadanos durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados, en la que ha vuelto a elevar el tono contra el presidente del Gobierno . EFE/Juan Carlos Hidalgo

Por último, hay que destacar también el nuevo capítulo en el culebrón del enfrentamiento entre PP y Ciudadanos. En esta ocasión, el encargado naranja de atizar al gobierno ha sido Juan Carlos Girauta, que le he dado duro a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáinz de Santamaría, por sus tratos con los nacionalistas vascos, con lo que ha llamado “el cuponazo, a cambio de que tengan bloqueados los presupuestos generales del estado”. “Con los nacionalistas no se puede construir nada”, ha sentenciado.

La vicepresidenta le ha contraatacado con lo más obvio: “la defensa de la unidad de España se hace uniéndonos”.

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