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Catalunya La CUP frena el 'plan C' de JxCat con Turull

La formación anticapitalista mantiene sus cuatro abstenciones a la investidura de Jordi Turull, que no podrá ser investido en primera ronda y, por lo tanto, no podrá ir a declarar al Supremo como presidente electo. "No podemos condicionar nuestra acción política a la acción de represiva del Estado", argumenta el partido.

El diputado de la CUP, Vidal Aragonés (d), llega a la sede de la formación. EFE/Marta Pérez

Portazo de la CUP al 'plan C' de investir  a Jordi Turull, y sobre todo, de investirlo antes de su declaración este viernes ante el Supremo, donde el juez Pablo Llarena le comunicará su procesamiento y decidirá si ingresa en prisión. El consejo político de la formación anticapitalista, reunido desde las tres de la tarde, ha comunicado que "mantiene las cuatro abstenciones" de sus cuatro diputados a la investidura de Turull.

"No podemos condicionar nuestra acción política a la acción de represiva del Estado", argumenta la formación en un comunicado. Los cupaires se quitan de encima la presión recibida en las últimas horas para reconsiderar a contrarreloj su posición inicial -el veto al pacto de gobierno de JxCat y ERC, acordado cuando el candidato todavía era Jordi Sànchez-, y reiteran que este programa de gobierno "no avanza en la construcción de medidas republicanas ni sociales, que respondan a los derechos y necesidades de la clase trabajadora y del resto de clases populares".

"Hay que coordinar la acción antirepresiva para que nos haga más fuertes políticamente, pero esto no significa hacer política a golpe de citación del juez Llarena", insiste el partido, que no ha cambiado de parecer pese a la última oferta de JxCat y ERC: celebrar una cuestión de confianza un mes después de la formación de Gobierno.

La decisión de la CUP conlleva -excepto sorpresa mayúscula de última hora- que Turull no podrá ser investido. En la primera votación de la investidura se requiere mayoría absoluta, y las cuatro votaciones de la CUP dejan JxCat y ERC sin los votos suficientes. De hecho, Turull tampoco podría ser investido en la segunda votación -que sólo requiere mayoría simple- si no renuncian a su escaño el president cesado Carles Puigdemont y el conseller cesado Toni Comín, en Bruselas, y a quien los tribunales no permiten delegar su voto. Sin ellos dos, JxCat y ERC suman 64 votos, por los 65 de los partidos no independentistas.

En todo caso, y según especifica el reglamento del Parlamento, la segunda votación se tiene que celebrar dos días después de la primera, una vez Turull -y el resto de diputados independentistas citados: Carme Forcadell, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa y Marta Rovira- ya habrán declarado ante Llarena, que les comunicará su procesamiento y decidirá si les aplica medidas cautelares. En caso  de dictar prisión preventiva, podrían ser suspendidos de su cargo.

La CUP ha tomado la decisión en su consell polític, después de consultar a su militancia. En un argumentario interno, la formación había planteado argumentos a favor y en contra de investir a Turull. A favor, consideraban que hacerlo presidente ante su "procesamiento y posible encarcelamiento" era un "acto de confrontamiento con el Estado" y daría un "mensaje de continuidad con el 1-O", que evita una "legislatura plana".

En contra, el documento recordaba que Turull es un dirigente del PDeCAT, que participó en los "recortes" de la época de Artur Mas, y que "no hay nuevos elementos" que hagan reconsiderar el veto anterior al acuerdo de gobierno entre JxCat y ERC. Usando casi las mismas palabras que en su comunicado posterior, también afirmaban que "no podemos condicionar nuestro calendario y posicionamiento político a la acción represiva del Estado".

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