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La moción de censura llega en el peor momento de las relaciones entre PSOE y Cs

Los ataques mutuos entre ambas formaciones son diarios y la relación entre Sánchez y el líder de Ciudadanos están rotas.

Albert Rivera y Pedro Sánchez durante los actos del 12 de octubre de 2017. - REUTERS

BEATRIZ ASUAR GALLEGO / MANUEL SANCHEZ

PSOE y Ciudadanos, que en su día fueron socios, llegaron a firmar un acuerdo de investidura con 200 medidas pactadas y estaban dispuestos a desalojar a Mariano Rajoy del poder, se han convertido en “enemigos íntimos” en poco más de dos años. La moción de censura que ha presentado el PSOE llega en el peor momento de las relaciones entre ambas fuerzas políticas.

Los giros políticos de las últimas semanas han desbordado a ambos partidos y, mucho más, tras la sentencia de la trama Gürtel, provocando posicionamientos sorprendentes. Así, el jueves el PSOE se decidía a presentar la moción de censura ─cuando tras aprobarse los Presupuestos el portavoz socialista, Óscar Puente, rechazaba esta posibilidad─ y Ciudadanos mantenía la incertidumbre sobre la legislatura ─cuando siempre presumía de la importancia dar estabilidad─, al anunciar que iban a cambiar sus relaciones con el PP, aunque no tomaría ninguna decisión hasta la Ejecutiva nacional del próximo 11 de junio.

Los giros políticos de las últimas semanas han desbordado a ambos partidos

Aún se precipitaron más las cosas el viernes. El PSOE a la carrera registró la moción, entre otras cosas, para impedir que hubiera un adelanto electoral que es lo que intuían que buscaba Ciudadanos, ya que la presentación de esta iniciativa impide la convocatoria.

Y Ciudadanos, empujado por el paso adelante de los socialistas, tuvo que salir al paso inmediatamente. Así, el secretario general de esta formación, José Manuel Villegas, ya no esperó al día 11, y anunció que exigirán al presidente del Gobierno que convoque nuevas elecciones, advirtiendo que en el caso de que no lo haga apoyarán una moción de censura instrumental para que sean disueltas las Cámaras y celebrar nuevos comicios.

Se posicionaron así, no sólo frente a los conservadores. También frente a los socialistas. Villegas también afirmó que se opondrán a la moción del PSOE y que serán ellos los que presentarán una moción de censura si Rajoy no adelanta la batalla en las urnas, por lo que piden a los socialistas que retire la suya. Un salto al vacío, porque la pretensión de Ciudadanos choca abiertamente con lo que establecen tanto la Constitución como el Reglamento del Congreso, que habla de una moción de censura constructiva.

Así, se alzan los dos partidos como contrincantes frente a la caída del PP en el Gobierno. Un enfrentamiento que casa con la línea del partido naranja en estas semanas.

Ataques de Ciudadanos a PP y PSOE

En los últimos meses, Ciudadanos presentó una ofensiva fulminante al PP: desde plantear la ruptura del pacto de investidura hasta la guerra de desgaste en Madrid o retirar el apoyo al 155 hasta la nueva ruptura para forzar el enfrentamiento en las elecciones. Todo esto acompañado de una derechización del partido con la que ha ido comiendo terreno a los conservadores en el discurso y en apoyos, que tuvo su cumbre en el acto en el presentó a la nueva plataforma de la formación, España Ciudadana, un acto de exorbitante muestra de patriotismo.

En esta semana, los ataques de Cs acostumbrados a los conservadores han pasado a los socialistas

Pero en esta semana, los ataques acostumbrados a los conservadores han pasado a los socialistas. Sin abandonar la guerra de desgaste en la que están dispuestos a forzar, ha puesto el foco sobre el PSOE. Esta postura no es de extrañar para el partido naranja: las encuestas electorales determinan que parte de los últimos votos que vaticinan el triunfo de Ciudadanos, viene de los votantes de los socialistas. Un vaticinio que un posible Gobierno socialista podría hacer que esto cambiara.

Los ataques de Ciudadanos han llegado a que en pleno discurso de Albert Rivera sobre la trama Gurtel y la corrupción del PP, el líder de Ciudadanos no ha dudado en incluir al PSOE por medio. "Hemos visto desfilar imputados que hemos tenido que empujar imputados muchas veces para que el PP y el PSOE los apartara, hemos visto detenciones a líderes del PP y del PSOE, estamos viendo juicios a expresidentes de Comunidades Autónomas como en Andalucía”, ha señalado antes de destacar que estamos ante una situación mucho más grave con la “condena al Gobierno de la nación”.

Aunque lo más destacable es que en la rueda de prensa de la Ejecutiva, de Inés Arrimadas, en cada tema del que hablaron tuvieron palabras para los socialistas. Junto con la crítica del PP a la inacción del gobierno en Catalunya sumó a los socialistas: ante el “desafío” del Govern de Torra, “PP y PSOE parece que están unidos en no hacer nada”, reclama Arrimadas.

Arrimadas: "PP y PSOE parece que están unidos en no hacer nada"

Lo mismo ocurrió cuando se aprobaron los Presupuestos Generales. PSOE rechazó las cuentas generales y Ciudadanos tachó al partido de “irresponsable”. Días antes ya habían pedido al PSOE que apoyaran los presupuestos porque no se podía permitir que las cuentas generales dependieran de los “nacionalistas vascos”, instando a que al igual que los socialistas habían apoyado al 155 por ser política de estado, lo hicieran con los presupuestos. “Pedimos al PSOE que salga del no es no, que en un momento como este diga sí a un `proyecto de país”, afirmó la líder de Ciudadanos en Catalunya.

Y, siguiendo en la ofensiva al PSOE, denunció que los socialistas estaban “legitimando la farsa de las elecciones en Venezuela”. “Seguimos apoyando a la oposición democrática de Venezuela y a todos los que de una manera valiente se están enfrentando al régimen de Maduro. Es inexplicable que el PSOE esté legitimando esta farsa”, denunció Arrimadas.

Sánchez no perdona el desplante de Rivera

El PSOE ha seguido la misma estrategia. Primero en la Comunidad de Madrid, donde estuvo semanas denunciando la incoherencia de Ciudadanos de calificar al PP como un partido “podrido” por la corrupción, y seguir manteniéndoles en el Gobierno madrileño.

Luego, el propio Pedro Sánchez acusó a Rivera de sólo actuar por cálculos electorales poniendo en cuestión la unidad en torno a la aplicación del artículo 155. El líder socialista ha acusado a Rivera de “aznarizarse”, de estar situándose en la derecha de la derecha, de alentar la confrontación en Catalunya por sus intereses demoscópicos o de no tener sentido de Estado.

En la dirección federal del PSOE dan casi por descartado poder contar con Cs para desalojar a Rajoy de La Moncloa

Además, las relaciones entre Sánchez y Rivera están rotas, y el líder del PSOE no perdona el desplante de no querer reunirse con él para abordar la crisis en el Gobierno de Madrid.

Así las cosas, en la dirección federal del PSOE dan casi por descartado poder contar con Ciudadanos para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa, porque en ningún caso están dispuestos a recabar su apoyo a cambio de la convocatoria inmediata de elecciones.

Por el contrario, el PSOE quiere aprovechar la moción para poner de manifiesto que Ciudadanos no es el partido de la regeneración que prometía, y que no le importa apoyar a un PP envuelto en la corrupción si eso conviene a sus intereses electorales.

Este mensaje se intensificará, sobre todo, si no triunfa la moción de censura. Entre otros motivos, para convencer a los ciudadanos que el partido de Rivera está muy lejos de ser una formación de centro y que su real ubicación ideológica es “a la derecha de la derecha”, como suelen decir.

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