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Salamanca La ARMH localiza en Boadilla los restos de cuatro jornaleros asesinados en 1936

Se trata de la primera exhumación que lleva a cabo la ARMH desde la existencia de un decreto del gobierno de la Junta de Castilla y León que ha servido para, según critica la asociación, retrasar la intervención que por fin se ha iniciado.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, durante las excavaciones realizadas en Boadilla (Salamanca). / ARMH

europa press

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), durante las excavaciones realizadas en Boadilla (Salamanca), ha hallado los primeros restos de cuatro jornaleros de Robleda que, como así denuncia públicamente, fueron asesinados por pistoleros de Falange el 13 de agosto de 1936. Sus cadáveres fueron arrojados a una fosa común en la parte civil del cementerio de esta localidad.

En el momento en el que se han encontrado los restos estaban presentes las nietas de dos de las personas asesinadas e irán acercándose más familiares a lo largo del fin de semana, según informan fuentes del colectivo.

La intervención será dirigida por el arqueólogo Serxio Castro y participarán un equipo formado por una docena de voluntarios y voluntarias llegados de varios puntos de España. Se trata de la primera exhumación que lleva a cabo la ARMH desde la existencia de un decreto del gobierno de la Junta de Castilla y León que ha servido para, según critica, retrasar la intervención que por fin se ha iniciado.

La ARMH, fundada en el año 2000 después de la primera exhumación mediante métodos científicos en Priaranza del Bierzo, ha exhumado en Castilla y León más de 800 cuerpos, en las más de 140 intervenciones que ha realizado en 18 años.

Las víctimas

Existe un documento en el cual un vecino de Robleda declara que hasta el 11 de agosto de 1936 en la localidad no se molestó a nadie; fue desde ese mismo día cuando varios falangistas de Ciudad Rodrigo se llevaron a varios vecinos de la localidad, tras lo cual sus cadáveres fueron hallados días después en varias localidades.

Se trata de Esteban Mateos Mateos, de 32 años, asesinado el 12 ó 13 de agosto de 1936 junto a su hermano Tiburcio, de 26; Emilio Gutiérrez Pascual, de 33, y Julio Calzado Blasco, de 18.

Fueron detenidos dos días antes con intención de ser llevados a Ciudad Rodrigo. Fueron asesinados en las inmediaciones de Boadilla y enterrados en el fondo del cementerio vecinal en una fosa común.

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