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Dolors Monserrat: "No queremos que nos gobiernen los aires chavistas caribeños ni la tramontana del procés"

El cara a cara entre la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y la portavoz de los populares en el congreso termina, como la semana pasada, con la exigencia de elecciones

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, durante el pleno celebrado en el Congreso de los Diputados. EFE/Mariscal

En ausencia del presidente del Gobierno, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha sido la encargada de encajar los principales golpes de la oposición, después de que todos los ministros y socialistas que han asistido al pleno hayan evitado contestar a las preguntas de los periodistas sobre la ministra Delgado, ayer reprobada en el senado. 

Dolors Monserrat, la portavoz del PP, ha abierto el fuego dialéctico, "sin acritud", calificando al ejecutivo como "el Gobierno de la vergüenza", que llegó a la Moncloa "con los votos de los que odian a España". Ha acusado al Gobierno de actuar como "abogado defensor de de los golpistas" y ha afirmado que "los españoles no queremos que nos gobiernen los aires chavistas caribeños ni la tramontana del procés". 

La vicepresidenta ha defendido la legitimidad de los 350 diputados y ha vuelto a la que era la pregunta original registrada por la portavoz popular. Los populares registraron:  "¿cree el Gobierno que está respetando las reglas del juego del sistema democrático?", en clara referencia a la argucia del PSOE, en la comisión de justicia, para tratar de aprobar sus presupuestos, y que la mesa del Congreso ha bloqueado. Carmen Calvo ha planteado un pacto a la portavoz: "admitamos las mismas reglas del juego que el 21 de mayo de 2013 y le ha leído el acta de la mesa del congreso que Monserrat firmó entonces, aceptando lo que ahora no aceptan, en un caso idéntico, sobre el que Público ya informó. Para terminar le ha puesto título a ese presunto pacto: "se llama seguridad jurídica, se llama democracia". 

Ione Belarra, por Unidos Podemos le ha pedido que lleven más allá la reforma de la Constitución hasta terminar con "los espacios de impunidad", como "la inviolabilidad del rey", y ha afirmado que no se volverá a cambiar la Constitución sin hacer un referéndum porque Podemos va a exigirlo. Según la portavoz morada, la Constitución debe incluir también los nuevos consensos sociales, convertirse en "una constitución feminista, que cierre las puertas giratorias, que incluya una reforma electoral que permita que todos los votos sean iguales"... "Tienen que ser valientes porque la España de ahí fuera ya ha cambiado y nos está esperando", ha concluido. 

Carmen Calvo ha contestado a Belarra que está de acuerdo, como "muchos españoles" en que la Constitución tiene que incluir más derechos sociales y tiene que evitar las espacios de impunidad pero le ha pedido a los morados que empiecen por la reforma por la vía ordinaria, que implica unas mayorías hoy posibles.
José Manuel Villegas, por Ciudadanos, ha aprovechado su pregunta vaga (¿cómo valora la situación política en España?) para hacer una enmienda a la totalidad al Gobierno que, en su opinión, deja la política económica "en manos de Pablo Iglesias" y la política territorial "en manos de Torra". Villegas ha expuesto una lista de lo que los naranjas consideran las mentiras del Gobierno, "que es un fraude", como su presidente. "No alarguen más la agonía", ha afirmado antes de volver a exigirle elecciones. 

A Villegas, la vicepresidenta le ha echado en cara un dato: solo al 14% de los españoles les interesa lo que ocurre en el Congreso de los diputados y lo ha aprovechado para acusarles de esa desafección. " A pesar de sus preguntas" - en alusión a la que la semana pasada hizo Alberto Rivera al presidente, saltándose el reglamento y sacando a la palestra la tesis doctoral del presidente, "este Gobierno no ha dejado pasar ni una sola semana para aprobar medidas que recuperen derechos sociales".

Cara a cara Rafael Hernando-Dolores Delgado

El Psoe y/o el Gobierno han impuesto silencio sepulcral sobre la situación de la ministra de Justica, Dolores Delgado. Ayer fue reprobada en el senado y su dimisión fue coreada y es exigida por PP y Ciudadanos, por el escándalo que han generado las escuchas de Villarejo, durante una comida en la que estaba la ministra hace nueve años. 
Tras ese silencio en los pasillos, el encontronazo entre el exportavoz popular, Rafael Hernando, y la ministra todavía tenía más morbo. Hernando, fiel a su estilo, la ha llamado "paradigma de la mentira", "rehén de las cloacas",  "un zombie", "una rémora para cualquier gobierno", "un oprobio para la democracia", "usted no dice la verdad ni cuando rectifica", le ha lanzado sobre sus múltiples versiones sobre los hechos. Después le ha acusado de haber nombrado a "una fiscal general del estado dócil", que hace lo que usted quiere sin tener ni que decírselo, ha afirmado para terminar con el clásico "váyase", después de afirmar que el Gobierno de Sánchez es el Gobierno de "los comunistas, los filoetarras y los independentistas". 
La ministra, que ha venido vestida de un rojo intenso, ha hecho caso omiso a sus ataques y se ha limitado a afirmar que "este Gobierno jamás ordena nada a la fiscalía ni a los jueces", "no como el anterior". "Se ha acabado el tiempo negro en el que se daban órdenes y sugerencias", ha dicho y ha recordado los casos de injerencias del Gobierno de Rajoy con Eduardo Torres Dulce y con Consuelo Madrigal, cuando fueron fiscales generales del estado, que llegaron a dimitir por ese motivo. 

El `off the record´ sobre la situación de la ministra

A pesar de la sequía de declaraciones lógica, sí que ha habido un corrillo importante sobre el asunto. Una cosa es que no se quiera alimentar la máquina mediática y otra que no se intente despejar dudas. Fuentes del mismísimo Gobierno han querido deslizar que todo esto no es más "que una cuestión estética" y que no están preocupados. Dice esta fuente que es alucinante que el PP y Ciudadanos pidan la dimisión de Dolores Delgado por unos comentarios privados, que cualquiera podía haber hecho, cuando no se la pidieron a Jorge Fernández Díaz. Recordemos que, siendo ministro del interior, se filtraron unas grabaciones, de una conversación suya, en las que quedaba clara su relación directa con una policía política y con presiones a la fiscalía contra los independentistas. Esta misma fuente disculpa el cambio de versiones de la ministra sobre su relación con Villarejo y sobre lo que dijo en aquella comida, "porque es nueva en estos ámbitos" y por eso, ha reconocido, que no lo está pasando bien en estos momentos. 

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