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El PP ante la crisis en Catalunya Casado se desdice y pide "estudiar ya" la ilegalización de partidos independentistas 

El líder del PP dejó caer esta idea el lunes, pero poco después precisó sus palabras, y afirmó que se refería únicamente a cortarles la financiación a estas formaciones. Pide a Pedro Sánchez un "frente común" contra los independentistas, mientras le acusa de "buscar la humillación" de España y de "arrodillarse" ante estos partidos.

Pablo Casado, secretario general del PP, no será investigado por el Tribunal Supremo en el 'caso máster'. | EFE

Pablo Casado vuelve a autocorregirse. Si este lunes sugirió ilegalizar a los partidos independentistas catalanes que no "condenen la violencia", para después precisar que se refería a cortarles la financiación pública y lanzar una ofensiva en este sentido -en la que hoy por hoy el PP está solo-, este miércoles ha vuelto a endurecer su discurso en lo que respecta a ERC, PDeCAT y la CUP.

Casado pide a Sánchez un "frente común" contra los independentistas, mientras le acusa de haberse "arrodillado" y de buscar "la humillación" de España

En concreto, el líder de los conservadores ha pedido "aplicar la Ley de Partidos para estudiar si algún partido, por no condenar la violencia, ya podría empezar a tener un proceso por el cual se le exija o que condene la violencia o que pueda incluso llegar a ser ilegalizado". En declaraciones a los medios de comunicación tras visitar el foro de emprendedores South Summit, en Madrid, Casado ha vuelto así a la idea que negó menos de 48 horas antes en el Foro ABC, tras los altercados del domingo en Barcelona.

Además, el PP ha dado un nuevo paso en la radicalización de su discurso, afirmando incluso que ya se podría reclamar la ilegalización de la CUP, en aplicación de la ley de partidos, por alentar la violencia. Así lo han trasladado fuentes de la dirección nacional del partido a EFE, tras las declaraciones del presidente de los conservadores.

Esta es una variante de la propuesta que defendió hace poco más de tres meses, en plena campaña para hacerse con el control del PP; entonces se refirió a los partidos que planteasen "romper la Constitución" en sus Estatutos. Con todo, la ilegalización de partidos que pide "estudiar" Casado se encuadra entre otras medidas, como la reforma de la Ley Orgánica de Financiación de Partidos, o la Proposición de Ley presentada por el Grupo Parlamentario Popular contra los lazos amarillos, para las que, de momento, los conservadores no ha presumido de contar con otros apoyos. 

Así, mientras el líder del PP exige la aplicación inmediata del artículo 155 de la Constitución sine díe, y se deshace en elogios al polémico discurso pronunciado por el jefe del Estado, Felipe VI, hace apenas un año -"Un magnífico discurso"-, también carga con dureza contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su inacción ante el "golpe de Estado" de los independentistas.

De hecho, Casado combina las críticas a Sánchez con los reproches por no haber contado con el PP, y mantiene su oferta de apoyar con los votos de su grupo parlamentario en el Senado la activación del nuevo 155 que hoy quieren los conservadores, y que es mucho más duro que el que respaldaron en su día -entre ellos el propio Casado, como vicesecretario de Comunicación-.

Acusa a Sánchez de ser "rehén de los independentistas", de "rendirse" y "arrodillarse" ante el ultimátum del president de la Generalitat, Quim Torra, e incluso de buscar "la humillación" de toda España. A su vez, le pide un "frente común" entre partidos "constitucionalistas", mientras le reprocha su falta de "dignidad" y le exige que se someta a una cuestión de confianza en el Congreso. Su alternativa, según Casado, es convocar elecciones anticipadas, si no sabe o no puede "poner orden". 

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