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Monumento a los Caídos de Pamplona Uno de los cineastas juzgados por rodar en un monumento franquista alega que tenía permiso para hacerlo

El fiscal pide para este artista y su pareja, Carolina Martínez, una pena de dos años de prisión y la acusación particular, ejercida por la Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz, dos años y seis meses de cárcel. 

Exterior del Monumento a los Caídos de Pamplona. EFE/Archivo

PÚBLICO | EFE

El fotógrafo Clemente Bernad, acusado junto a su pareja Carolina Martínez de un delito de revelación de secretos y "atentar contra la intimidad", ha reconocido este miércoles que colocó un dispositivo de grabación en una rejilla de la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona porque se sintió “legitimado” al haber obtenido autorización del ayuntamiento para grabar dentro del edificio.

Tras su cesión hace dos décadas, el monumento es propiedad del Ayuntamiento de Pamplona, si bien el derecho de usufructo de la cripta pertenece al Arzobispado y su uso está autorizado a la Hermandad de los Caballeros Voluntarios de la Cruz, que celebran allí una misa los días 19 de cada mes, frente a las tumbas donde hasta hace poco tiempo se encontraban los restos de los generales golpistas Mola y Sanjurjo.

El fiscal pide para este artista y su pareja, gestora cultural, una pena de dos años de prisión y la acusación particular, ejercida por la Hermandad, dos años y seis meses de cárcel, y ambos solicitan el pago de una multa.

En el juicio celebrado este miércoles en Pamplona, el artista acusado ha indicado que quería que las misas que se celebraban en la cripta por esta Hermandad estuvieran “presentes” en el documental que realizaba y que se presentó en enero de 2017 en unas jornadas sobre el Monumento.

El fotógrafo ha incidido en que las misas “forman parte imprescindible” de este documental porque se “desarrollaban en un lugar determinado”, y ha advertido de que al descubrir la rejilla vio el altar donde se celebran estas misas pero “no había acceso visual a los asistentes” que acuden a la ceremonia religiosa.

Ha precisado que el 18 de marzo de 2016 instaló él solo un sistema de grabación en la rejilla mediante un acceso que ese mismo día descubrió y que se trató de una decisión “improvisada”. Según ha relatado, el 21 de marzo no encontró el dispositivo, y este hecho se comunicó a la Policía Municipal, que hizo un atestado.

También han comparecido dos miembros de la Hermandad demandante, uno de ellos como testigo protegido, quienes han resaltado que se sintieron “violentados” al tener constancia de ese dispositivo y por ello lo denunciaron ante la Policía Nacional.

Han advertido de que las misas se celebran en un "ámbito privado”, por lo que se debe pedir permiso para grabar pero que, en caso de hacerlo, le hubieran dicho que sí, porque “no hay nada que ocultar”, ha remarcado.

El juicio continuará el próximo 12 de diciembre, después de que dos de los curas citados a declarar no hayan acudido a la vista oral, según informa El Salto.

Muestras de apoyo

En fechas previas al juicio, los artistas han recibido muestras de apoyo por parte del Parlamento de Navarra, algunos grupos del Ayuntamiento de Pamplona, y de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

También cerca de 2.000 personas han firmado un manifiesto que apoya a dos "artistas" que trataban de obtener imágenes de la misa que una hermandad "creada en plena dictadura realiza el día 19 de cada mes" y con la que "conmemoran la fecha que consideran fundacional de la creación de un Estado fascista en Navarra".

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