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Tensión en el Congreso El diputado de ERC acusado de escupir dice que Borrell debería disculparse por fingir

Gabriel Rufián va más lejos y pide la dimisión del ministro de Exteriores

Gabriel Rufián abandona el Congreso ante la mirada de Borrell, quien denunció haber sido escupido por un diputado de ERC. / JAVIER LIZÓN (EFE)

Público | agencias

Jordi Salvador, el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) al que el ministro de Asuntos Exteriores Josep Borrell acusa de haberle escupido ayer, miércoles, en el Congreso de los Diputados, ha respondido este jueves a estas acusaciones. Salvador ha negado categóricamente haber escupido a Borrell y ha acusado al ministro de fingir. "Borrell debería disculparse. No hubo nada, ni palabra. Esa forma de actuar no va conmigo. Lo de Borrell fue como un jugador de fútbol que simula una acción que no ha pasado. No hubo ningún escupitajo".

El diputado de ERC ha asegurado que al pasar junto a Borrell se limitó a hacer un gesto de "buff" ante la situación creada unos instantes antes. "Quien me crea, bien, y quien no también", ha comentado, quien ha añadido que si hubiera habido escupitajo, los diputados socialistas que estaban alrededor del ministro hubieran hecho algún tipo de gesto. "Pero no hubo ningún escupitajo", ha insistido Salvador, apuntando que, de hecho, ha recibido mensajes de diputados del PSOE que confirman su versión de los hechos.

Por ello, ha subrayado que Borrell debería disculparse "por haberle puesto en la diana". Y es que, según ha desvelado, tiene ya el correo electrónico "colapsado de insultos". "Cuando alguien dice a por ellos, cuando alguien puede mentir y cuando alguien puede hacer este tipo de cosificación, ya no te ven como una persona, sino como la reencarnación del mal", ha lamentado Salvador. 

Salvador ha rechazado que "todos" contribuyan a la crispación, como sugirió este miércoles el presidente Pedro Sánchez en un mensaje en su Facebook, porque considera que al menos ERC no ha hecho más que política. "Pero cuando Puigdemont va a Alemania y no le ponen ni las esposas porque dicen que es inocente y aquí llevamos un año escuchando que somos golpistas, terroristas, nazis y supremacistas sin ningún tipo de argumentación llega un momento en que dices 'ya está bien'", ha concluido.

También ha hablado con la prensa Gabriel Rufián, expulsado del Pleno por la presidenta del Congreso por llamar "indigno" y "hooligan" a Borrell, quien ha sido más expeditivo que el propio Salvador: Rufián dice que Borrell miente y que debería dimitir

El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, se ha referido a la polémica: él no tiene "ninguna duda" de que no se produjo el escupitajo denunciado por Borrell, y por ello ha pedido al ministro que se disculpa por hacer "esa falsa acusación".

Preguntado por la tensa sesión del miércoles en la Cámara Baja, Campuzano ha reclamado que se evite la "descalificación personal y el insulto" en el debate político. "Sin ese respeto no hay democracia ni solución a los conflictos políticos", ha alertado.

El Diario de Sesiones no recoge el presunto escupitajo

El Diario de Sesiones del Congreso no recoge el presunto escupitajo denunciado por el ministro de Asuntos Exteriores, aunque sí las palabras del ministro asegurando que la Cámara "es el lugar donde se argumenta con la palabra, no el lugar donde se escupe a los diputados".

Lo que no está descrito claramente es el escupitajo denunciado por Borrell, tan solo la reacción del ministro alertando del hecho con un "¡eh!, ¡eh!.

El diario se limita a relatar que tras la expulsión de Rufián decretada por Ana Pastor, el portavoz adjunto de ERC se levanta del escaño, hace el saludo militar y abandona el hemiciclo junto al resto de diputados de su grupo parlamentario. 

Una sanción a Salvador parece poco probable, ya que el supuesto episodio no parece acreditado con pruebas fehacientes

En cualquier caso, Pastor llevará el incidente a la próxima Mesa del Congreso para que estudie si es posible sancionar al diputado de ERC, aunque fuentes parlamentarias han asegurado que la presidenta del Congreso no llegó a ver el gesto.

Una sanción a Salvador parece poco probable, ya que el supuesto episodio no parece acreditado con pruebas fehacientes.

En cuanto a Rufián, primer expulsado del pleno en los últimos 12 años, tampoco hay margen para actuar contra él, ya que el Reglamento no prevé sanciones adicionales, más allá de que tuviera que abandonar ayer el hemiciclo por orden de la presidenta.

De haberse negado a hacerlo, cosa que no ocurrió, la Mesa sí podría adoptar medidas adicionales, incluso la pérdida de alguno de sus derechos como parlamentario. 

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