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El federalismo ha muerto. ¡Viva el confederalismo!

Pensadores de la órbita de los Comunes lanzan una propuesta soberanista (pero no independentista) para intentar aglutinar al famoso 80% de la sociedad catalana.

Presentació "Nacionalista, lo eres tú". al Pati Manning de Barcelona amb Xavier Domènech, David Fernàndez,Montserrat Pi, Enric Tello, Pedro Ibarra i Dominique Saillard.

El prestigio del federalismo no pasa su mejor momento. Y en buena medida, porque quien más se había reivindicado como tal hasta ahora (el PSC) ha hecho de él una caricatura. Inluso tienen personaje propio en el programa humorístico, Polonia en TV3. El duendecillo del federalismo, un ser mágico que se creyó que existió en el pasado. Frivolidades aparte, una corriente de personas de la órbita de los comunes que se reconocen como federalistes, han añadido el apellido "confederalista" a su proyecto político. Una manera de distanciarse del federalismo que podría perfectamente encajar en la Declaración de Granada, que el 2013 sirvió al PSOE para unificar su posición en un texto de mínimos: de la Cataluña de Miquel Iceta en la Extremadura de Juan Carlos Ibarra. Y de la que reniegan por completo.

Así se constata a la presentación del libro Nacionalista lo eras tú, Una propuesta federal-confederal republicana para superar la crisis del régimen del 78, que ha reunido decenas de ciudadanos, con especial presencia de la órbita de los comunes, en el Patio Manning de Barcelona. Justo a escasos metros del CCCB, cuna del pensamiento catalanista no independentista, culto y cosmopolita, forjado por el fiolósofo Josep Ramoneda (quien bien podría haber estado entre el público).

La editorial Icaria ha presentado este libro bajo la mirada de destacados comunes como Xavier Domènech, el líder frustrado de Catalunya en Comú y en su momento mano derecha catalana de Pablo Iglesias; Gerardo Pisarello, teniente de alcalde Barcelona; y Ricard Gomà, el ex portavoz de ICV del mismo consistorio. Un libro que, en época de consensos, ha estado escrito a seis manos: las del historiador ambiental Enric Tello, el catedrático vasco de la UPV-EHU Pedro Ibarra y la también investigadora Dominique Saillard, miembro de Elkarrekin Podemos del País Vasco.

No es una propuesta formal, pero en la práctica, sí: los federalistas de siempre son ahora confederalistas. Una forma de recobrar prestigio para una apuesta que viene de lejos, pero que ha perdido –cómo se diría en estos tiempos líquidos– su significante. “Que no se confunda federalismo con matener el status quo", dice Enric Tello, el alma catalana de la propuesta Nacionalista lo eras tú. Y Xavier Domònech pone la guinda: “Valentí Almirant, uno de los dos grandes federalistas que ha dado este país, lo dejó escrito: el federalismo va paseándose por las plazas y calles de Cataluña vacío de contenido”. Quién era el segundo gran federalista? "Pi i Margall”, se contesta a sí mismo. Y añade inmediatamente: "Si alguien cree que Pedro Sánchez es el nuevo Pi i Margall del siglo XXI, va errado".

De hecho, la distancia hacia las posiciones socialistas se percibe abismal. Tello echa leña al fuego: “Si Sánchez propone un nuevo Estatut para Catalunya y después someterlo a votación, le tenemos que decir: una Constitución por Catalunya y un Estado federal por España”. Y es que aquí radica su posición: "Para federarse, primero hay que ser soberano y luego decidir libremente compartir dicha soberanía". Por eso, tanto su tesis como la del libro es que Catalunya necesita un texto constitucional propio, que pueda ser cambiado tantas veces como desee su población y que conviva en un Estado español plurinacional. Añade otros elementos como un Concierto Económico propio (tal como lo tienen el País Vasco y Navarra), así como aplicar una Ley de Claridad a la canadiense, donde hasta ahora se han celebrado dos referéndums de autodeterminación (1980 y 1995, los dos favorables a mantener la unión).

Xavier Domènech comparte el análisis, al menos en parte ("ahora me permito dudar", matiza entre risas del público, aludiendo a su retirada del foco mediático y la inmediatez del discurso en los medios de comunicación). Y añade que con confederalismo es más fácil construir mayorías e, incluso, llegar al famoso 80%. "Es cierto que hay un 80% a favor del derecho a decidir, de no tener presos políticos... y sirve para intentar legitimar el referéndum. Pero por qué no se intenta activar este 80% por una propuesta de soberanías, pero no independentista?", se pide.

Además, pone el ejemplo navarro. “Allá no redactaron un Estatuto, sino la Ley de Amejoramiento Navarro, que no bebe de la Constitución española sino de otro texto del siglo XIX, y que se aprobó de forma bilateral por el gobierno navarro y el español”. Vaya, que ejemplos, hay, viene a decir el influyente político catalán.
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Pero es un camino plegado de minas. Tal como recuerda el activista y ex diputado de la CUP David Fernàndez, la filosofía maragalliana del "Escucha, España" no ha logrado muchos éxitos. Difícil no recordar la bronca que se llevó Fermin Muguruza en la gala de los premios de la Música, cuando dedicó su galardón a la libertad de expresión en defensa del clausurado periódico vasco Egunkaria. “Pues bien: No mentimos si decimos que unas 2.500 personas, de un público de 3.000, se le puso a silbar. Y era gente de la cultura”, apunta Fernàndez.

Pero también es cierto que el cupaire destaca que (en algunos segmentos) el modelo confederal (de hecho) ya se aplica. “Hay que dividir lo que pasa por bajo y lo que pasa por arriba. Y por bajo, en los movimientos sociales, sucede que ya funcionames de forma confederal”. Y sin olvidar su posición independentista, pone 3 ejemplos de entidades en las cuales él mismo participa: “En la Coordinadora de Prevención contra la Tortura somos 48 entidades de todo el estado, en Som Energia hay ramas a otros lugares y La Directa tiene relaciones con medios de Madrid y Galicia”. Vaya, normalidad.

La tranquilidad con la que se vive este debate entre federalistas, confederalistas e independentistas ("se aprende más de la crítica, que desde el halago" apunta Fernàndez). Y que además de presentar cómo sería el modelo “federal-confederal” que propugnan los autores del libro Nacionalista lo eras tú, también sirve para constatar los campos aproximación entre el mundo de los comunes y el independentismo anticapitalista. El duende del federalismo ha muerto. Viva el confederalismo!

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