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Análisis Vox y PP El riesgo que corre el PP al 'comprar' el discurso de Vox: ser la copia y no el original

La formación de Abascal ha introducido en el debate mediático cuestiones como la migración, la caza o la tauromaquia. Los de Casado se han apropiado de ese discurso y también lo utilizan, pero ¿hasta qué punto es eficaz esta estrategia?

El presidente del PP, Pablo Casado, en el Congreso de los Diputados. REUTERS/Susana Vera

Para el PP de Casado el objetivo de liderar "todo lo que esté a la derecha del PSOE" se le complica cada vez más. Ya no es solo el auge de Ciudadanos lo que preocupa a los 'populares', también lo hace la fuerte aparición de Vox en Andalucía (y su impacto en el conjunto nacional), que ha puesto en jaque la estrategia de la nueva dirección del PP y que le ha arrebatado parte de su electorado. Los conservadores reconocen que hay que trabajar —propuestas en mano— para "volver a ilusionar" a esos antiguos votantes que les acusan de ser "demasiado tibios".

El hecho de que el partido de ultraderecha no tenga, al menos de momento, representación parlamentaria, no ha impedido que algunas cuestiones de su agenda y de su programa político entren en la Cámara Baja. Este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno, se han abordado cuestiones como la defensa de la caza y de la tauromaquia de la mano de los 'populares', dos medidas que los de Abascal llevan en su programa.

Se pueden trazar paralelismos entre algunas de las últimas propuestas del PP (como la Ley de Símbolos que presentó en el Congreso, la recentralización de competencias en ámbitos como la educación que anunció Casado el pasado mes, o las iniciativas relacionadas con la natalidad) con las 100 medidas que lleva Vox en su programa y que se abordan de un modo muy similar.

Pero, ¿hasta qué punto es eficaz para los 'populares' acercarse de esta manera al discurso de Vox? ¿Se puede convertir un partido con la estructura del PP en la "copia" de la formación de Abascal? Público ha contactado con dos politólogos que explican la relación entre ambos partidos.

La lucha por el control de la agenda mediática

Para Lluís Orriols, doctor por la Universidad de Oxford, profesor y vicedecano de estudios de ciencia política en la Universidad Carlos III de Madrid, es necesario matizar dos dimensiones temáticas en la competencia del PP con Vox: por un lado, la dimensión temática relacionada con el conflicto centro-periferia (la independencia de Catalunya), y por otro lado, una dimensión que tiene más que ver con cuestiones culturales, las relacionadas con el tema de la migración, el feminismo o la familia.

Orriols explica Público que el que el PP no está "robando" el discurso a Vox en Catalunya, sino que "está acentuando una batalla política que ya estaba ahí". "Desde el invierno pasado, se abre una competición en el espacio de la derecha, muy particularmente entre Ciudadanos y el Partido Popular, en torno a cuestión la nacional. Es cuando Cs utiliza su pedigrí antinacionalista catalán y por primera vez los votantes de derechas dejan de formar filas en torno al PP y los de Rivera se nutren de ello".

"El PP lleva muchos años cultivando ese perfil de partido que favorece la centralización, que es poco amante de las autonomías y especialmente del nacionalismo catalán"

Para el profesor, la llegada de Vox solo implica que hay "uno más que se suma a la fiesta", pero que esta fiesta "ya había empezado". Orriols defiende que, a diferencia de otros partidos en el resto de Europa en los que llega un partido de la extrema derecha y son los demás quienes deben acoplar su agenda a lo que éste partido dice, en el caso de España la pugna ya estaba hecha de antemano. "El hecho de que el PP quiera competir es una batalla creíble y que puede ganar. No tienen por qué estar en desventaja porque llevan muchos años cultivando ese perfil de partido que favorece la centralización, que es poco amante de las autonomías y  especialmente del nacionalismo catalán" . 

Orriols considera que en este ámbito Vox no tiene propiedad del tema del nacionalismo centro-periferia (ni tampoco el PP o Ciudadanos), sino que los res partidos tienen el pedigrí suficiente para luchar esa batalla. "El hecho de que haya entrado Vox obliga al PP a sacar más munición, pero no les perjudica".

Por otra parte, en el ámbito de la "batalla cultural", el profesor de la Carlos III no cree que ni los de Rivera ni los de Casado estén equipados para luchar contra Vox puesto que en los últimos años no han puesto el foco en temas como la migración.  "No ha habido un partido antiinmigración con una agenda clara en España. La derecha, aunque ha tenido sensibilidades distintas que la izquierda —y eso se ha trasladado en cuestiones de protección sanitaria o de políticas—, siempre ha sido de muy baja intensidad". 

El politólogo cree que el PP "llega tarde" a cuestiones de este ámbito (también en las relacionadas con el feminismo o las luchas de identidad) y que más que pensar en lógicas de "izquierda-derecha", "la batalla de los próximos meses no va a ser quién "está más a la derecha" sino en la lucha por controlar la agenda mediática (de qué temas se va a hablar) y erigirse como el partido que la lidera.   

La política del "voto útil" ya no sirve al PP

Jaime Pastor, profesor en el Departamento de Ciencias Políticas de la UNED, aborda el tema desde otra perspectiva y considera que "en un contexto de polarización política como el actual y de radicalización de una parte del electorado, es posible que la recuperación de temas de Vox por parte de Casado le permita frenar a más votantes".

Aunque Pastor cree que quienes han votado a Vox van a volver a hacerlo porque "si les han votado se han sentido satisfechos con el resultado en Andalucía y ven que las expectativas de Vox van a mejor". Pastor sostiene que la clave es cuánto va a poder frenar por la derecha y cuánto va a perder por el otro lado del electorado menos radicalizado. "Esa es la incógnita", apunta.

En unas elecciones municipales autonómicas y europeas, el voto útil pesa mucho menos, "y es ahí donde el PP tiene un problema"

El politólogo considera que de cara a las generales el PP aún puede "apelar al voto últil" argumentando que ellos son "alternativa de gobierno y Vox no lo es", pero cree que en unas elecciones municipales autonómicas y europeas, el voto útil pesa mucho menos, "y es ahí donde tienen un problema".

A Pastor no le parece acertada la estrategia del PP desde el punto de vista electoral y considera que lo que los conservadores quieren evitar es "que Vox se consolide a escala estatal", pero el precio de competir ese espacio "no es rentable porque va a restarle mas que sumarle". 

El profesor de la UNED cree que con el viraje hacia la derecha de Ciudadanos y la aparición de Vox, "esto de ser el gran partido de la derecha otra vez es prácticamente imposible".

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