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El Gobierno británico despliega a la armada para frenar la llegada de migrantes en botes desde Francia

Cuestionando que quienes se juegan la vida cruzando el Canal de la Mancha en pequeños botes sean realmente refugiados, amenazando con enviar de vuelta a los que lo intenten o mandando un buque de la armada a la zona. Así es la lamentable gestión del gobierno británico ante su nueva crisis.

El buque patrullero ha sido desplegado en el estrecho de Dover - Twitter de 'HMS Mersey'

El Ministro del Interior británico Sajid Javid lleva semanas luchando a la desesperada contra la oleada de migrantes que intentan llegar a Reino Unido en botes procedentes de Francia.

Desde el pasado mes de noviembre, cerca de 240 personas han logrado recorrer los más de 33 kilómetros que separan ambos países en pequeñas embarcaciones, principalmente procedentes de la localidad francesa de Calais. Pero el momento en el que la situación pasó a denominarse “crisis” fue el pasado 25 de diciembre, cuando hasta 40 personas llegaron en cinco grupos separados. Desde entonces, no ha dejado de haber intentos ni un sólo día. Y se calcula que en todo 2018, 539 personas lo hicieron sin éxito.

Estas cifras, nunca vistas en los últimos tiempos, han desbordado y descolocado por completo a la guardia de fronteras y al propio gobierno, hasta el punto de que el mismo Sajid Javid se vio obligado a interrumpir sus vacaciones de Navidad de safari por África para ponerse al frente del operativo.

La mayoría de los migrantes que intentan llegar son de nacionalidad siria e iraquí. Por eso, el ministro ha recibido infinidad de críticas al cuestionar que quienes estén llegando sean realmente refugiados como dicen ser. “Deberíamos hacerles una pregunta” -ha dicho-. “Si usted es un verdadero solicitante de asilo, ¿por qué no pidió asilo en el primer país seguro al que llegó?. Nadie diría que Francia no sea un país seguro. Por lo que, si eres un autentico refugiado, ¿por qué no buscar asilo en el primer país seguro que pisas?”.

Y por si el comentario no fuera lo suficientemente desacertado, de las dudas ha pasado a las amenazas directas: "Además, si consigues llegar a Reino Unido, haremos todo lo posible para asegurarnos de que en la mayoría de los casos no tengas éxito”, agregó.

El Consejo de Refugiados se ha apresurado a calificar los comentarios de Javid como "profundamente preocupantes" y para la Secretaria de Interior, Diane Abbot, ”sugerir que el gobierno británico podría negar solicitudes de asilo legítimas no solo es una desgracia, sino una violación de la convención de refugiados de 1951”; un texto que reconoce que los refugiados pueden entrar en un país a través de rutas irregulares sin ser penalizados por ello.

Pero Javid sigue decidido a frenar la llegada de migrantes sea como sea y cueste lo que cueste. Su última medida ha sido desplegar en aguas del Canal de la Mancha un buque de la Royal Navy para sumarse a los patrulleros británicos y franceses que ya vigilan el estrecho de Dover, la zona a la que están llegando la mayoría de los que consiguen su objetivo. Y de camino van también hacia allá otras dos embarcaciones británicas que estaban en aguas griegas y han emprendido el regreso a casa a través del Mediterráneo.

Por si esto tampoco funciona, Javid se ha propuesto aplicar el Convenido de Dublín que establece que cualquier país miembro de la UE puede enviar de regreso a los migrantes que lleguen a su territorio -incluso antes de que lleguen- si demuestra que provienen de otro estado miembro en el que hayan permanecido más de tres meses. Y en esto parece que cuenta con el apoyo de Francia, con cuyos responsables ha comenzado a reunirse su departamento y que también están decididos a frenar este nuevo paso, temerosos de que acabe convirtiéndose en un reclamo que atraiga nuevos migrantes a tierras galas.

El ministro de Interior británico, Sajid Javid./REUTERS

El ministro de Interior británico, Sajid Javid./REUTERS

Pero, ¿por qué llegan más migrantes ahora?

Las organizaciones no gubernamentales que prestan apoyo a los migrantes apuntan varios motivos por los que en las ultimas semanas se ha multiplicado el número de personas que intentan cruzar el Canal de la Mancha en pequeños botes.

La principal razón parece estar en la necesidad de los traficantes de personas de buscar nuevas rutas para llegar a Reino Unido. Hasta ahora, la mayoría de migrantes llegaban ocultos en los trenes o en los camiones que cruzan a diario el canal en ferry, pero Reino Unido ha invertido mucho dinero en vigilar esas rutas. De ahí que los contrabandistas a los que pagan los migrantes hayan empezado a buscar alternativas.

De hecho, los expertos están convencidos de que están utilizando la incertidumbre ante el brexit para atemorizar a los refugiados que quieren cruzar el canal. Desde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) creen que la estrategia es hacer creer a los migrantes que las fronteras van a cambiar y que si quieren cruzar a Reino Unido tiene que ser ahora o nunca. Un argumento con el que justifican que estén llegando a pedirles hasta 6.000 euros por el viaje en bote.

Otra de las razones sería las fechas navideñas. "Los contrabandistas creen que las fronteras no están tan bien vigiladas en esta época del año", apuntó Leonard Doyle, portavoz de la OIM.

Y un último motivo estaría en el empeoramiento de la situación para los migrantes en Francia. En las últimas semanas la policía ha intensificado los desalojos de los campamentos improvisados en torno a la localidad de Calais, donde se calcula que se reúnen cerca de 1.500 refugiados. Es por ello que, ante la necesidad de abandonar la zona, estarían dispuestos a hacer lo que sea para conseguir su objetivo de llegar a tierras británicas donde, muchos de ellos, podrían reunirse con sus familias.

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