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Presupuestos El bloque de la moción trata de evitar una ruptura total tras el varapalo de los PGE

Los partidos apelan a mantener vivas cuestiones que van más allá de los Presupuestos, como las reformas legislativas pendientes o la necesidad de frenar a la ultraderecha, pero el adelanto electoral complica el calendario.

Imagen de archivo de Aitor Esteban y Pablo Iglesias en el Congreso de los Diputados / EFE

No se habían rechazado aún los Presupuestos en el Congreso, y los partidos de la moción de censura ya advertían sobre la necesidad de conservar el denominado bloque. El fracaso de las cuentas tiene unas consecuencias que afectan en varios sentidos al futuro del espacio político que se construyó para censurar el gobierno de Mariano Rajoy, pero que en la actualidad parece tener un dimensión que va más allá de sostener al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El rechazo de la Cámara Baja a los Presupuestos pone de manifiesto la debilidad de un Gobierno que era el principal actor del bloque de la moción de censura. Algunos de sus socios manifestaban este miércoles que una de las conclusiones del fracaso de los Presupuestos era, precisamente, que se ponen de relieve los "límites" del Ejecutivo y su capacidad real.

Pero más allá de lo debilitado que saliera Sánchez del Congreso, el bloque tampoco pasa por su mejor momento. El rechazo a las cuentas no solo contó con el apoyo de PP y Ciudadanos, sino que ERC y PDeCAT, dos de las formaciones de este espacio político, decidieron presentar y apoyar enmiendas a la totalidad ante la negativa del Gobierno a la hora de incluir el derecho de autodeterminación en la mesa de diálogo sobre el conflicto en Catalunya.

La ruptura del bloque de la moción en este sentido es innegable, pero las formaciones son conscientes de que, si en la actualidad este espacio político -en principio instrumental (para echar a Rajoy)- ha sobrevivido más allá de la moción, el papel que puede jugar también puede trascender al objetivo de sostener al Gobierno socialista.

El debate que mantuvieron los grupos en la Cámara Baja estuvo lleno de reproches, sobre todo entre el PSOE y los partidos catalanes, pero también de mensajes de cara al futuro. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, manifestó tras el fracaso de las cuentas que el Ejecutivo "culminará" las tareas pendientes "que no estaban en los Presupuestos" y que en actualmente se tramitan en la Cámara Baja.

El Ejecutivo ultimaba una serie de acuerdos con su principal socio parlamentario, Unidos Podemos, en materias como la regulación de los alquileres abusivos o la factura de la luz. Pero más allá de estos acuerdos, el Congreso ultima una serie de leyes que decaerían con el adelanto electoral.

La reforma de la ley de seguridad ciudadana (conocida también como la ley mordaza), la ley lgtbi, la derogación del voto rogado o las recomendaciones del Pacto de Toledo son algunas de las normas que están a punto de ver culminado su trámite parlamentario en la Cámara Baja. Un trámite que no finalizarían en caso de que el adelanto electoral se fijara en abril o mayo.

El Gobierno socialista también aprobó un decreto para poner en marcha las medidas urgentes del Pacto de Estado contra la violencia de género, que actualmente se tramita como proyecto de ley y que también se encuentra avanzado. El bloque de la moción de censura ha servido para aprobar la mayoría de los decretos presentados por Sánchez, a pesar de que desde los partidos independentistas se han quejado en numerosas ocasiones de la falta de diálogo y de negociaciones con el Ejecutivo en estas cuestiones.

La moción de censura es "la punta del iceberg"

Sin embargo, el fracaso de los Presupuestos, unido al adelanto electoral, restan tiempo a la legislatura y complican el calendario parlamentario. El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, le pidió a Montero mantener el bloque de la moción: "Tenemos la esperanza de que el bloque de la moción de censura se mantenga. Es absolutamente necesario para desarrollar las leyes que en el Congreso estamos apuntando y esbozando", insistió.

Pero los mensajes que se lanzaron desde la tribuna durante el debate de Presupuestos no solo buscaban mantener vivo el diálogo de cara a aprobar medidas concretas. Las formaciones han planteado este espacio político como un bloque opuesto al de la derecha y la ultraderecha. Uno de los que apostó por este escenario fue el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.

El diputado vasco pidió el apoyo de los partidos independentistas a las cuentas porque, según explicó, la votación es "un símbolo y una disyuntiva" entre los que creen en el diálogo para superar los conflictos y los que apuestan por la imposición. En la misma línea, el diputado de En Comú Podem Joan Mena le recordó a Sánchez que la moción de censura y su Gobierno fueron sólo "la punta del iceberg" para quienes buscaban una nueva transición democrática, y le advirtió de que "no tiene derecho a hipotecar esa mayoría política" que es la esperanza de los españoles que "se niegan" a aceptar una "España secuestrada por Vox" y se han cansado de que "el trío de Colón reparta carne de buenos y malos españoles".

"Si no sale adelante (el Presupuesto), seguiremos hablando. Hasta el último minuto de esta legislatura vamos a estar aquí y espero que en lo que queda de esta legislatura, y en la próxima, lo que se imponga sea el diálogo y se acabe de una vez con esta bronca continua", zanjó su intervención Esteban. 

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