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Juicio independencia Comienza el desfile de guardias civiles en el juicio al 'procés' y desvelan la identidad del misterioso Toni

En la 18 sesión de la causa que debe enjuiciar el Tribunal Supremo, cuatro agentes de la Benemérita abren el turno de declaraciones de más de 200 agentes de este cuerpo y de la Policía. Marchena critica a las defensas y estas señalan en dos ocasiones que dos de los policías podrían haber cometido falso testimonio.

El presidente del tribunal Manuel Marchena, junto a los magistrados, Andrés Martínez Arrieta (i) y Juan Ramón Berdugo (d), durante el juicio del "procés" | EFE

La incógnita sobre la identidad del misterioso Toni, el cargo de la Generalitat que encargó la publicidad del referéndum del 1 de octubre de 2017 ha sido despejada por fin en el juicio al procés. Como apuntó uno de los testigos en sesiones anteriores, “el tal Toni” sería efectivamente el entonces secretari de Difusió de la Generalitat, Antoni Molons, imputado en otra de las causas relacionadas con el procés, hoy secretari de Comunicaciò de la Generalitat que se negó a declarar como testigo ante el Tribunal Supremo.

Un agente de la Guardia Civil que compareció este martes ante la Sala de Lo Penal del Alto Tribunal, en la 18 sesión de la causa, ha explicado que Enric Vidal, diseñador gráfico freelance, narró cómo acudió a tres empresas distintas por encargo del “tal Toni”, que nunca le indicó su cargo o su apellido -ni él se lo preguntó-.

Vidal ya reconoció en su declaración que Toni le facilitó una tarjeta telefónica de un número de prepago, y el testigo de este martes ha relatado que esta tarjeta estaba a nombre de Antonio Gorda, nombre que no han podido vincular a ninguna persona relacionada con el procés. El DNI de esta tarjeta, no obstante, sí se correspondía con el de Molons,y los agentes procedieron al registro de su vivienda.
Entre otros teléfonos en la casa, “dentro de una jarra”, localizaron el móvil que se correspondía con el que, como Vidal había declarado anteriormente, sirvió a Molons para contactar con él.

Los agentes solicitaron más información de ese número a la operadora, que les reveló que había un segundo teléfono contratado también por Antonio Gorda con DNI de Molons. Mediante un registro de la actividad de varios repetidores de telefonía móvil, siempre según el testigo, los guardias civiles comprobaron que las llamadas de ese y otro teléfono también registrado con el DNI de Molons, se registraron en el entorno del domicilio de Molons, así como en el Palau de la Generalitat. El segundo terminal, el que usó Vidal, se utilizó en las inmediaciones de su casa, en Badalona.

El relato de violencia de los agentes

La segunda novedad de la jornada venía con el pormenorizado relato de los agentes sobre episodios de violencia en el procés -relato de “terror” incluido-. Han testificado cuatro de los siete guardias civiles citados, precedidos por el exnúmero tres de Hacienda con Cristóbal Montoro, Felipe Martínez.

El mismo que no sabía si la Generalitat habría podido burlar los controles del Ejecutivo central para pagar, con el artículo 155 de la Constitución ya en vigor en Catalunya, los gastos de los observadores internacionales el 1-O. 

Con ellos se abre la larga lista de más de 200 agentes que comparecerán como testigos, de un total de más de 500 personas citadas por el Supremo.

Algunos participaron en registros, otros en el operativo del 1-O, y sus testimonios servirían a la Fiscalía y la acusación popular que ejerce el partido ultraderechista Vox para apuntalar su relato sobre la violencia en el procés. El cuarto testigo, además de confirmar el uso de “la trampa del Fairy” referida por primera vez en la declaración como testigo de Enric Millo, exdelegado del Gobierno en Catalunya, si bien no se refirieron a ella con esta denominación.

El cuarto agente, por su parte, ha acusado a los Mossos d’Esquadra de propiciar algunos enfrentamientos con policías y guardias civiles.

El falso testimonio vuelve a sobrevolar la sala

Además, la sombra del falso testimonio sobre el que ya advirtió el presidente de la Sala la semana pasada, y que la Fiscalía pidió investigar tras la declaración de un testigo, volvió a sobrevolar el Suremo en esta jornada. La abogada de Carme Forcadell, Olga Arderiu, amagó con pedir a Marchena que dedujese falso testimonio del tercer guardia civil que declaró este martes, después de que acusara a su defendida, Carme Forcadell, de “agitar a la masa” durante la protesta del 20-S frente a la Consellería de Exteriores.

Finalmente se quedó en una advertencia. Antes, en el turno del segundo agente, la letrada de Jordi Cuixart, Marina Roig, cuestionó su testimonio, esta vez en relación con los carteles publicitarios del referéndum. El agente en cuestión -quien identificó al “tal Toni” - estuvo presente en los registros a empresas que imprimieron estos carteles, y durante la sesión de la mañana aseguró al fiscal que Vidal trasladó a la Guardia Civil que los carteles los encargó Òmnium Cultural, si bien el pago de estos trabajos los asumiría la Generalitat. Hasta la fecha no hay facturas atribuibles a la Generalitat pagadas de estos ni otros trabajos para el referéndum.

Roig ha tirado de la primera declaración de Vidal, que ya ha comparecido como testigo en esta causa, para incidir en que sus palabras y la versión aportada por el agente eran contradictorias. En respuesta a Manuel Marchena, presidente de la Sala de Lo Penal, que reformuló la pregunta de la letrada de Cuixart, el testigo ha afirmado que su intención era quedar claro que el pedido de los carteles se hizo por encargo de Òmnium, si bien no recordaba si fue Vidal quien así se lo trasladó, como dijo durante la mañana.

Marchena pierde la paciencia

En otro orden de cosas, el tono empleado en la 18 sesión del juicio por el presidente de la Sala dista mucho del que utilizaba en los primeros días de juicio. Marchena se ha mostrado inflexible con los interrogadores y no ha dudado en cortar a los testigos, pero también ha criticado a las defensas.

Les ha reprochado que intenten construir “de alguna forma” una “especie de juicio por escrito en paralelo” contra las decisiones de la Sala que preside.
Se refería así a los escritos de varios de los equipos legales de los procesados que denuncian la supuesta indefensión de sus representados, entre otros motivos por la negativa de Marchena a la petición de permitir la exhibición de vídeos que sí serán revisados en la fase de prueba documental, en esta etapa, mientras se suceden las declaraciones.

"Se están presentando escritos en este tema que da la impresión que lo que queremos es que haya una pieza separada en paralelo”, sobre decisiones que se toman en el juicio", apuntaba.

Así, ante el relato del sargento de la Guardia Civil que participó en el registro a la Consellería de Exteriores el 20-s, frente a la que tuvo lugar una protesta que el agente ha descrito como “violenta”, “muy crispada”, la abogada de Cuixart ha pedido la exhibición de un vídeo que probaría que una veintena de Mossos sí acudieron a apoyar a los guardias civiles.

Marchena ha asegurado que no permitirá “careos” entre abogados y testigos, y Roig ha dicho que ya siente “indefensión”. Y van sólo seis semanas de juicio.

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