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Juicio al procés Un comisario de Policía, sobre las cargas del 1-O: "La intervención fue más que medida, fue quirúrgica"

El que fuera jefe del área de Información en la Operación Copérnico, diseñada para impedir el referéndum soberanista, comparece como testigo ante la Sala de Lo Penal del Tribunal Supremo, en la 28 sesión del juicio a la cúpula del 'procés'

Intervención policial del 1 de octubre en Catalunya. / EFE

La autocrítica ha brillado y brilla por su ausencia en lo que respecta a la actuación policial para impedir el referéndum soberanista del 1 de Octubre de 2017. Un comisario principal de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, al mando de área de Información en la denominada Operación Copérnico -destinada a frustrar el 1-O, ha aseverado este martes como testigo ante la Sala de Lo Penal del Tribunal Supremo, en el marco del juicio a la cúpula del procés catalán, que la intervención policial "fue más que medida, fue quirúrgica".

"Lo que era una votación normal se convertía en un sistema de resistencia de carácter subversivo"

Según su relato, la fuerza utilizada fue "proporcional", y siempre se priorizó "la seguridad" de los ciudadanos a la "eficacia" en el cumplimiento del mandato judicial de impedir el referéndum, e incluso a la seguridad de los propios agentes. "Si lo hubiéramos hecho al revés habría habido más detenciones e identificaciones", afirmaba. Los votantes, apuntaba, estaban perfectamente organizados para resistir a la actuación policial: "Lo que era una votación normal se convertía en un sistema de resistencia de carácter subversivo".

Las imágenes de la virulencia de estas cargas han dado la vuelta al mundo; están siendo investigadas por el juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, y la violencia de esta actuación ha sido muy criticada por las defensas de los 12 dirigentes independentistas procesados, si bien todos y cada uno de los mandos y agentes de Policía Nacional o Guardia Civil que ya han comparecido como testigos en la causa han evitado la autocrítica.

Hasta ahora, quien más se ha acercado ha sido el comisario jefe de Información de la Policía Nacional en Catalunya: "Lamento que alguien salga lesionado", afirmaba, en referencia a Roger Español, el hombre que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma disparada por los agentes.

Entre los máximos representantes del Gobierno de entonces, entre ellos el presidente, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, o el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, la ausencia de autocrítica, de asunción de responsabilidades o incluso de conocimiento sobre las actuaciones fue mucho mayor, cuando todos ellos comparecieron como testigos ante el mismo tribunal, en febrero.

Frente a ellos, el comisario que testificaba este martes ha reconocido que él era "el último responsable de dar luz verde a la entrada en los colegios".

El comisario, que se convertía en el noveno testigo de la 28 sesión del procés,  comparecía sin permitir que las cámaras captasen su imagen -facilitando su identificativo como agente, no su nombre, como todos los policías en la causa-, ha sido imputado por un juzgado de Barcelona por supuestas "coacciones graves" en su actuación del 20 de septiembre de 2017, frente a la sede de la CUP.

Rapapolvo a los Mossos

Por otra parte, el testigo ha afeado a los Mossos d'Esquadra que su dispositivo para el 1-O estaba diseñado para "favorecer" el referéndum, y que adoptasen una actitud "contemplativa" en esta jornada. Incluso ha denunciado que la actuación de algunos agentes buscaba obstruir el trabajo de la Policía, si bien ha afirmado que estas actitudes "deleznables" obedecían a "decisiones personales" de los agentes, y no eran imputables al conjunto de la policía catalana. En esta jornada, y únicamente en Barcelona, la Policía intervino en 27 centros, y un total de 31 agentes resultaron heridos.

Además, como han venido repitiendo todos los mandos de Policía y Guardia Civil, y en contra de la versión de la cúpula de los Mossos, el testigo ha relatado que antes del 1-O no tenía conocimiento de que la policía catalana había decidido distribuir a casi 8.000 agentes en forma de binomios repartidos por los 2.300 colegios electorales en la jornada del referéndum. Ha denunciado "seguimientos" a policías y guardias civiles, y que alguno de estos binomios de Mossos alertó de la llegada de los policías y guardias civiles a algún colegio, "en algún caso terrible". 


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