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Elecciones 2019 Ciudadanos, el partido muleta que quiere dejar de serlo para ocupar el espacio del PP

Tras la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa en junio de 2018, cuya gestión al frente del Ejecutivo está siendo valorada por todas las encuestas, los 'naranjas' han perdido ese "motor ciudadano" y su posición aventajada en las encuestas.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante su intervención en un desayuno informativo celebrado en un hotel de Madrid. EFE/Emilio Naranjo

A finales de mayo de 2018, el líder del PP, Mariano Rajoy, acechado por la corrupción, fue revocado del Gobierno con una moción de censura que no solo acabó con siete años de mandato 'popular', también dinamitó las expectativas y los anhelos de Albert Rivera. Hace un año, algunos sondeos situaban a Ciudadanos en primera posición, con una intención de voto en torno al 25%, y otros auguraban un resultado ajustadísimo con los de Rajoy.

Tras la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa en junio de 2018, cuya gestión al frente del Ejecutivo está siendo valorada por todas las encuestas, los 'naranjas' han perdido ese "motor ciudadano". A ello se suma la renovación que ha experimentado el Partido Popular tras el Congreso Extraordinario que celebró el partido en el mes de julio, en el que Pablo Casado fue elegido como líder, y el adelanto electoral decidido por Sánchez, que pilló desprevenidos tanto a PP como a Ciudadanos, a pesar de reclamarlo con insistencia durante meses.

Los de Rivera pelean por ser relevantes en la formación de  gobierno, aunque desde la dirección del partido confiesan que han dejado lejos sus aspiraciones de 'sorpasso' al PP. La mayoría de encuestas les encumbran a la tercera posición por detrás de socialistas y 'populares', pero sin la fuerza necesaria para acercarse a ninguno de ellos. Con la derecha más dividida que nunca, Ciudadanos pelea por cada voto y con estas elecciones los 'naranjas' quieren dar un golpe sobre la mesa para dejar de ser considerados un "partido bisagra" del bipartidismo. 

La estrategia de Rivera: veto al PSOE y pacto con el PP

Para dar un golpe de efecto a su estrategia, el partido acordó durante una reunión de la Ejecutiva nacional el pasado 18 de febrero no pactar con el PSOE tras estas elecciones. En público sostienen que lo hacen por las supuestas concesiones de Sánchez al independentismo, pero en privado alegan que el veto llega por una cuestión meramente electoralista, ya que en sus encuestas internas el líder peor valorado entre sus votantes es el presidente del Gobierno. Además, en cuanto vieron que los 'populares' estaban utilizando la posibilidad de un pacto con los socialistas para desgastarlos, prefirieron cortarlo. 

Rivera quiere dejar claro quien lleva la iniciativa entre los partidos de la oposición para dibujar una alternativa de gobierno

Rivera busca confrontar, cara a cara, con el líder de los 'populares', con el que se disputa el espacio electoral, al. Este mismo viernes, en su primer acto oficial de campaña, Rivera ha vuelto a apelar a la unión entre su partido y el PP: "Llevo más de 15 días echándole una mano a Casado, se lo he dicho cada día - apuntaba- no dejaré de decirlo ni de cansarme, pero os digo una cosa, me preocupa que Casado haya tirado la toalla, más pendiente de sus problemas internos que de forzar un cambio de gobierno. Es el momento de sumar, de tener energías, ganas, que se puede dar la vuelta al partido como hicimos en Andalucía". Ciudadanos, al igual que el PP, confía en reeditar el pacto 'a la andaluza' y formar un gobierno de coalición con los conservadores.

Con esta apelación constante, Rivera quiere dejar claro quien lleva la iniciativa entre los partidos de la oposición para dibujar una alternativa de gobierno. En su interés de consolidar su posición en el espacio de la derecha, establece un "tú a tú" con el partido dominante en ese espacio, evitando ser percibido solamente como un partido bisagra y reafirma su voluntad de establecer la mayor distancia posible con Pedro Sánchez. Una estrategia puede darles buenos resultados toda vez que contiene la fuga de potenciales votantes a Vox, que era uno de los principales factores que explicaban el freno en las encuestas.

El símil del PP que trata de explicar cómo está la derecha

Desde la dirección del PP, las encuestas dejan claro que únicamente puede ser Pablo Casado el que confronte con Sánchez por la presidencia del Gobierno. A juicio de los 'populares' es "todo un milagro" dada la situación del partido hace 10 meses. En Génova destacan que Ciudadanos ya no habla nunca de 'sorpasso' porque ya no es una opción real para los 'naranjas' y el propio Casado da credibilidad al CIS -que tanto critica- al subrayar que sólo hay 10 escaños de diferencia entre los bloques de izquierda (con PSOE y Podemos a la cabeza) y el de derechas (Con PP, Cs y Vox).

El líder del PP, Pablo Casado, en un acto previo al arranque de la campaña electoral para el 28-A. REUTERS/Juan Medina

Para explicar la complicada situación de lo que denominan como "centro derecha" -a pesar de que en esta categoría incluyan al partido de Santiago Abascal, claramente escorado a los postulados de la derecha más extrema- fuentes cercanas a Pablo Casado utilizan el símil de los yogures. "El consumidor tiene tres marcas: el de siempre, el bífidus y el barato, con tantas opciones la gente duda de qué escoger, pero hemos de convencerles que lo de siempre no defrauda".

Además, desde la cúpula 'popular' está convencidos de que su partido es el que más voto oculto tiene, porque, a su juicio, "decir que eres de Vox ahora es guay". Aun así, confían en el techo consolidado que tiene su partido, entorno a 70 escaños - a diferencia de sus rivales - y consideran que el PP es "una máquina electoral". La estrategia de los conservadores va a girar en torno a tres ejes durante toda la campaña: que tienen el mejor proyecto y programa, que Pedro Sánchez es un peligro y que hay que unir el voto porque ellos son la única alternativa.

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