Público
Público

Castilla y León El PSOE ganaría al PP más de 30 años después, pero el bloque de derechas aventaja a la izquierda en las encuestas

La suma de las derechas es mayor que la de la izquierda, aunque ambos bloques lograrían resultados semejantes. La entrada de Vox al Parlamento alejaría al PSOE del Gobierno autonómico.

GRÁFICO CASTILLA Y LEÓN 26M

Hay mucho que ganar y mucho que perder en las elecciones que decidirán la Presidencia de la Junta de Castilla y León. Los comicios pueden hacer que el PP pierda una hegemonía política que conserva desde hace más de 30 años. Sin embargo, la victoria de los socialistas en la batalla en el seno del bipartidismo no supone una victoria de la izquierda, aunque sí que la sitúa más cerca del gobierno regional.

El barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pronostica que el PSOE sería el partido más votado en las elecciones a la Junta de Castilla y León. Los de Luis Tudanca obtendrían casi un 33% de los votos y se situarían entre 30 y 31 escaños. Por primera vez en décadas, el PP pasaría a ser la segunda fuerza en la comunidad, aunque no estaría muy alejado del PSOE. Los conservadores se harían con unos 28 o 29 escaños y con el 30,4% de los votos.

Ambos partidos dependerían de otras formaciones para gobernar una comunidad que ha hecho de las mayorías absolutas su sistema político natural. De hecho, desde 1987 los gobiernos de la región han sido de mayoría absoluta, un procedimiento que se vio roto por primera vez en muchos años en 2015, cuando el PP se quedó a un escaño de conseguirla, y tuvo que pactar con Ciudadanos la gobernabilidad.

A diferencia de la batalla en el seno del bipartidismo, en la batalla entre los bloques es la derecha la que está más cerca del ejecutivo autonómico. Aunque el PSOE sería la primera fuerza, según las encuestas, la suma de PP y Ciudadanos es mayor que la de los socialistas con Podemos. El CIS otorga a Cs un mínimo de 10 escaños y un máximo de 13 (con casi un 14% de los votos), mientras que la formación morada se haría con 8 escaños al obtener un 11,3% en estimación de voto.

La izquierda solo superaría al bloque de las derechas si obtiene el mejor resultado posible, según las encuestas, y el PP y Ciudadanos cumplen su peor pronóstico. En este caso, PSOE y Podemos sumarían 39 escaños y PP y Cs, 38. Ninguno de los dos bloques obtendría mayoría absoluta, que en las Cortes de Castilla y León se sitúa en 43 escaños, por lo que cualquier posibilidad de gobierno en este sentido pasa por una mayoría simple.

En su horquilla más alta, PP y Cs obtendrían 42 escaños, a uno de la mayoría absoluta y por encima del bloque de la izquierda. Estas sumas, no obstante, podrían verse condicionadas por la entrada de varios partidos a la cámara, formaciones a las que la demoscopia da posibilidades de obtener representación. El caso más representativo es el de Vox, que podría lograr un escaño en el 26-M.

La suma de la ultraderecha con PP y Cs en su horquilla menor igualaría a la de la izquierda (39), y en su horquilla mayor daría automáticamente la mayoría absoluta al bloque conservador (43). También podrían obtener representación otros dos partidos que ya tuvieron presencia en las Cortes castellano y leonesas en 2015: Izquierda Unida (que no acude en coalición con Podemos en este territorio) y la Unión del Pueblo Leonés (UPL). La suma de PSOE, Podemos, IU y la UPL daría como resultado entre 40 y 41 escaños, pero no superaría a la suma de la derecha en su horquilla mayor, aunque Vox no entrase finalmente al parlamento autonómico.

PP

El partido afronta en Castilla y León dos crisis distintas: la caída del PP a nivel general, y la crisis que se ha desencadenado con la sucesión de Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León desde 2001, que fue relevado por Alfonso Fernández Mañueco en abril de 2017. Herrera fue investido por el Parlamento de Castilla y León en 2001, cuando su predecesor (también del PP), Juan José Lucas, fue nombrado ministro de la Presidencia y abandonó el Ejecutivo autonómico. Ganó sus primeras elecciones en 2003 y, desde entonces, siempre ha ganado los comicios autonómicos, conquistando tres mayorías absolutas en cuatro comicios. (2003, 2007 y 2011).

Herrera ha supuesto todo un símbolo para los conservadores (la de 2011 supuso la mayoría absoluta más grande de la historia democrática en Castilla y León, con 53 escaños) y cuando anunció su retirada, se dio paso a un duro enfrentamiento entre Antonio Silván, alcalde de León, y Mañueco, primer edil de Salamanca. Mañueco venció holgadamente al leonés, pero hubo hasta acusaciones de pucherazo entre ambas facciones, lo que produjo unas heridas cuyo alcance y gravedad determinarán los comicios del 26-M. De momento, el CIS pronostica que los conservadores podrían perder hasta 14 escaños.

PSOE

Los socialistas tienen en Castilla y León una oportunidad histórica para arrebatarle un bastión territorial al PP. El PSOE puede convertirse en primera fuerza en Castilla y León después de casi 37 años (la última vez que los socialistas vencieron a los conservadores fue en 1983, cuando Demetrio Madrid se convirtió en el primer presidente de la Junta de Castilla y León).

Luis Tudanca se estrenó como candidato del PSOE a la Junta de Castilla y León en las elecciones autonómicas de 2015, comicios en los que el partido cosechó el peor resultado de su historia en la región, con 25 escaños. Las expectativas de los socialistas en estos comicios son las mayores en décadas.

Ciudadanos

Ciudadanos tiene muchas posibilidades de acabar siendo la llave de la gobernabilidad en la región. Los de Francisco Igea pueden desempeñar varios papeles en función de los resultados obtenidos por las formaciones. La formación naranja podría sumar una mayoría absoluta con el PSOE, lo cual no es descabellado. Si los de Tudanca quedan por encima del PP, los pactos de gobierno pueden desarrollarse en clave de cambio de régimen, y Cs podría optar por un ejecutivo socialista (sumando directamente sus votos a los de PSOE y Podemos, lo cual es poco probable, o absteniéndose en una segunda votación de mayoría simple).

Sin embargo, cualquier pacto que incluya a Podemos y Ciudadanos es más que complejo en cualquier comunidad. Igea también podría optar por dar continuidad a la hegemonía del PP en Castilla y León o, incluso, si Vox entra en las Cortes, por reeditar un pacto a la andaluza.

Podemos

Los de Pablo Fernández serán clave para cualquier ejecutivo socialista, ya que Tudanca necesita sus votos para poder competir con el bloque de la derecha. Si finalmente el PSOE opta por tratar de sumar con Ciudadanos, es poco probable que Podemos se sume al acuerdo. Si logra quedar por encima del PP, Tudanca podría pedir a los dos partidos su abstención en una votación de mayoría simple, pero esta fórmula sería muy compleja de llevar a cabo si entran otras formaciones al parlamento, sobre todo si irrumpe Vox.

Fernández logró obtener 10 escaños en las elecciones autonómicas de 2015 (más de 163.000 votos), y el CIS pronostica una caída moderada que le haría perder dos escaños a la formación morada.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias