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Navarra activa los plazos legales hacia una investidura cargada de incertidumbre

El nuevo presidente de la Cámara, Unai Hualde, anunciará este martes la ronda de contactos para determinar quién tiene probabilidades de acceder a la Presidencia foral. El PSN busca cerrar un acuerdo programático esta misma semana.

La candidata del PSN, María Chivite, junto al nuevo presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde. EFE

Adiós a las vacaciones en julio, y quizás también en agosto. En medio de un escenario político cargado de interrogantes, el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, anunciará este martes su ronda oficial de contactos para tratar de determinar si a día de hoy existe alguna o algún candidato con la fortaleza necesaria para afrontar un proceso de investidura.

A esta hora, ni la socialista María Chivite ni el conservador Javier Esparza –principales figuras de la nueva legislatura- saben si, efectivamente, contarán o no con esa fuerza. Lo que sí tienen claro es que deberán sobrepasar sus propias fronteras políticas y conquistar, por acción o por abstención, algún tipo de apoyo externo. De ahí la incertidumbre y, también, las grandes probabilidades de que julio y agosto sean meses políticamente hábiles en la Comunidad foral.

Tras la reunión de la Junta de Portavoces prevista para este martes, Hualde anunciará cuál será su cronograma de reuniones, que en principio se desarrollará entre el miércoles y el viernes de esta misma semana. Con esas fechas sobre la mesa, este lunes ha habido una nueva reunión entre los equipos negociadores del PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Entre los cuatro suman 23 parlamentarios, mientras que la mayoría absoluta se sitúa en 26. EH Bildu tiene otros siete escaños, por lo que su abstención resultaría clave. De ahí también que la investidura esté lejos de resolverse y que este asunto ocupe informativos y portadas de periódicos a lo largo del verano.

Optimismo en el PSN

De momento, el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, sigue mostrándose “optimista”. Así lo manifestó a la salida de la breve reunión mantenida este lunes, en la que la delegación socialista entregó al resto de formaciones un “documento base” con el que pretende cerrar un acuerdo programático. Según ha podido confirmar Público, allí se recogen aspectos que ya venían en el acuerdo programático que en 2015 alcanzaron Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, las cuatro formaciones que dieron vida al denominado “gobierno del cambio” que encabezó Uxue Barkos. El PSN se mantuvo en la oposición.

Del mismo modo, la propuesta presentada ahora por los socialistas “hace una simbiosis con los programas electorales de los cuatro partidos”, señalaron fuentes próximas a los participantes en el encuentro. Señalaron además que el documento está basado en diez ejes que se corresponden con las distintas áreas del Gobierno de Navarra.

"Vamos a poner el acento en lo que nos une", afirmó Ramón Alzórriz (PSN)

Los equipos de Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra quedaron en analizar ese texto y presentar las enmiendas que vean oportunas. El jueves volverán a verse para tratar de marcar una hoja de ruta en la que, posiblemente, se marquen también encuentros “sectoriales” para avanzar en puntos concretos del acuerdo programático. “Vamos a poner el acento en lo que nos une, y la ciudadanía tiene que saber que estamos por el acuerdo”, dijo Alzórriz tras la reunión.

Sin diálogo con EH Bildu

Mientras tanto, los componentes de la coalición Navarra Suma siguen aferrados a la teoría de que existe un pacto oculto entre el PSN y EH Bildu. Así lo han manifestado distintos representantes de UPN, PP y Ciudadanos –los tres partidos que integran esa plataforma- desde que el pasado miércoles se votó la composición de la Mesa del Parlamento foral, en la que EH Bildu obtuvo una secretaría sin el apoyo de los socialistas, que votaron a su propia candidata.

Más allá de las acusaciones lanzadas desde la derecha, lo cierto es que no existe ningún canal de comunicación entre socialistas y abertzales. El objetivo del PSN es conseguir que EH Bildu se abstenga en la sesión de investidura y facilite la llegada de Chivite a la presidencia del Gobierno foral, aunque también quiere que eso ocurra a cambio de nada.

En EH Bildu evitan, de momento, cerrar la puerta por completo. “Es el PSN quien se niega a hablar”, dijeron a Público fuentes de la coalición abertzale. En tal sentido, indicaron que se decidirá “paso a paso, conforme se vaya desarrollando todo”. De ahí la incertidumbre y de ahí el adiós a las vacaciones en julio… y quizás en agosto: el plazo legal para que Navarra tenga nueva presidenta o presidente caducará el 26 de agosto. Si antes no ha habido noticias, se disolverá el Parlamento y habrá, otra vez, elecciones.

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