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Ayuntamiento de Madrid El nuevo Ayuntamiento de Madrid tumba en solo 10 días ocho medidas del legado de Manuela Carmena

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcadesa, Begoña Villacís, se afanan en cumplir la que fue su primera promesa: acabar con la herencia de su antecesora. De momento, no ha adoptado ninguna decisión en positivo.

Momento en el que Manuela Carmena cede en bastón de mando a Almeida, nuevo alcalde del Ayuntamiento de Madrid. EFE

No dejar ni rastro del paso de Manuela Carmena por el Ayuntamiento de Madrid, como si los cuatro años en los que la izquierda gobernó la capital del Estado hubieran sido un mal sueño. Ese el objetivo declarado del nuevo equipo de gobierno en la capital dirigido por PP y Ciudadanos (Cs). Apenas diez días después de coger el bastón de mando como nuevo al alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida se afana en cumplir la que prácticamente fue su primera promesa como nuevo regidor: acabar con la herencia de su antecesora. Un trabajo en el que Almeida cuenta con la inestimable ayuda de Begoña Villacís, la actual vicealcaldesa, que a lo largo de los últimos meses ha dicho en más de una ocasión que había que "erradicar el populismo de Carmena".

Dicho y hecho. En su primera semana al frente del Ayuntamiento de Madrid, PP y Ciudadanos ya han tomado varias decisiones que confirman esa voluntad de borrar del mapa todo lo que huela a carmenismo en la ciudad.

Las medidas adoptadas hasta ahora afectan ya a la movilidad, al tráfico, a la cultura, la seguridad, la participación de los movimientos vecinales o incluso al Orgullo Gay. Hay incluso una de envergadura: la reactivación de la operación urbanística de las cocheras del Metro. Vendrán más —los grandes proyectos urbanísticos de la etapa de Carmena también están en entredicho—, pero estas son reales y ya han tenido consecuencias reales. 

La suspensión de las multas de Madrid Central

La más llamativa de todas estas acciones ha sido decretar a partir del próximo 1 de julio una moratoria de las sanciones a los vehículos que entren sin autorización en Madrid Central, el perímetro de bajas emisiones restringido al tráfico en el centro de la ciudad impulsado por la anterior alcaldesa. Aunque el nuevo equipo de gobierno asegura que esta medida no supone acabar con Madrid Central —tal como prometió el PP en campaña electoral—, lo cierto es que esta moratoria de las multas reduce a la nada el perímetro contra la contaminación justo en el momento en que se aprecian sus efectos positivos: el mes de mayo fue el mes con el aire más limpio en la capital desde que hay registros.

Ante las críticas de la Unión Europea y del propio Defensor del Pueblo, el Ayuntamiento encabezado por Almeida se mueve en la ambigüedad: ahora no afirma tajantemente que desmantelará Madrid Central, pero tampoco garantiza su continuidad. El alcalde prefiere emplear el verbo "reconvertir" a la hora de hablar del futuro. Habrá que esperar a los próximos meses. 

El desmantelamiento de los semáforos en la A-5

Este miércoles desaparecen los semáforos que el equipo de Carmena instaló en la autovía A-5, a la altura del paseo de Extremadura. La medida fue aplaudida por los vecinos del barrio de Batán, que llevaban años exigiendo una reducción de los ruidos y la contaminación en la zona. PP y Cs criticaron con dureza la decisión, a la que también se opusieron los alcaldes de los municipios aledaños, entre ellos el de Móstoles y de Alcorcón, y muchos conductores que entran a diario a Madrid por la A-5. 

La retirada de pancartas contra la violencia machista 

Fue la primera orden que dieron los nuevos regidores madrileños. Las Juntas de Distrito presididas por el PP retiraron en menos de 48 horas las pancartas contra la violencia machista y en favor de los refugiados de los edificios oficiales. Las primeras en desaparecer fueron las de las juntas de Arganzuela y Chamberí, presididas por el PP. 

La instalación de las pancartas fue aprobada por unanimidad en los plenos de distrito en la anterior legislatura, la de Carmena. 

Los carteles 'mutilados' del Orgullo Gay

Fue la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, la primera en denunciar la "censura" de la campaña institucional del Orgullo Gay de este año, la última que dejó preparada el anterior equipo municipal de Manuela Carmena.

La campaña diseñada por el equipo de Carmena se concibió como un homenaje a la aportación de los pioneros del movimiento LGTBI. Se trataba de recordar a aquellos que abrieron camino con lemas como Quienes guardan recuerdo de la represión, Quienes levantaron nuestros derechos, Quienes estaban cuando no estábamos, Quienes se mantuvieron firmes, Quienes saben lo frágil que es lo ganado y Quienes de verdad saben lo que nos jugamos

Esos lemas son los que han desaparecido de las banderolas que cuelgan estos días de las farolas por toda la ciudad. "El gobierno de PP, Ciudadanos y Vox, simplemente, ha censurado ese mensaje. Que expliquen por qué", dijo Maestre. El actual Ayuntamiento se remitió a un comunicado oficial en el que se limitaba a afirmar: "La campaña no ha sufrido ninguna modificación sustancial. Sólo ha sido en lo referente a las banderolas que cuelgan de las farolas en los que se ha unificado el mensaje 'Nuestro mayor orgullo' para poner en valor una fiesta reivindicativa que existe desde hace muchos años, no solo cuatro". Y ni una palabra más. 

La mutilación de la agenda cultural 

A partir del pasado fin de semana se empezó a visualizar lo que parece un ataque en toda regla contra otro de los legados de Carmena: el fortalecimiento del movimiento vecinal y la actividad cultural. El Ayuntamiento ha suspendido ya varias actividades culturales llevadas a cabo por vecinos de distintos barrios.

El caso más sonado ha sido el cierre del espacio vecinal La Gasolinera, en el barrio de La Guindalera, un centro cogestionado entre colectivos del barrio y la Junta Municipal de Distrito. El Ayuntamiento canceló de forma precipitada un concierto solidario con los refugiados que estaba previsto para el pasado sábado bajo el pretexto de que no cumplían con los permisos necesarios. Sin embargo, después llegó el cambio de cerradura para evitar el uso del espacio y pintaron de blanco el grafiti de la entrada. 

Ha habido otros casos: el Ayuntamiento del conservador Almeida ha eliminado las clases de tango gratuitas en Ópera. Según denuncian sus organizadores a través de Twitter, el permiso no les fue concedido porque no lo solicitaron con la antelación suficiente. En la denuncia aseguran que el consistorio exige 40 días de antelación pero que ellos siempre lo habían hecho con diez.

El nuevo Ayuntamiento de derechas también impidió la proyección del documental El emperador desnudo. Su autor, Pedro Herrero, asegura que todo estaba listo para que se proyectara en el Campo de Cebada, en el barrio de La Latina, otro lugar donde se realizan exposiciones, proyecciones, obras teatrales y actividades deportivas La explicación para esta suspensión fue la misma de siempre: no se cumplían los requisitos. 

Los espectadores pudieron finalmente disfrutar del documental después de que se trasladara el evento al espacio autogestionado del distrito de Lavapiés Esto es una plaza.

Estos días también se ha conocido que el Gobierno municipal ha denegado el permiso para presentar un libro de poesía LGTBI en el Patio de Cristales de Plaza de la Villa, según adelantó eldiario.es. La razón del rechazo es que la Casa de la Villa "tiene un carácter marcadamente histórico, institucional y representativo, por lo que su utilización está reservada para actos de esta naturaleza". Sin embargo, en ese mismo espacio se celebró el año pasado uno de los actos centrales del Orgullo.

Almeida recupera el desfile de la Policía Municipal 

Este pasado lunes se celebró la festividad del patrón de la Policía Municipal de Madrid, San Juan Bautista, y Almeida no dudó en recuperar el desfile en honor a su patrón en el parque de El Retiro. Lo hizo, además, con toda la parafernalia, himno nacional incluido. Fue una ocasión perfecta para que los mandos policiales, críticos con Carmena, agasajaran al nuevo alcalde, al que se vio muy satisfecho. En este sentido, el diario El País informa este martes de que las detenciones practicadas por la Policía Municipal bajaron sospechosamente durante la etapa de Carmena y han empezado a repuntar con el cambio en la Alcaldía. 

Adiós a los foros locales: un ataque al movimiento vecinal

Los foros locales se crearon en la anterior legislatura con el objetivo de canalizar y organizar las propuestas e iniciativas de los vecinos para mejorar la ciudad y sus barrios. Almeida los ha suspendido a instancias de Cs, que detenta el área de participación ciudadana y coordinación territorial. La medida fue criticada en su momento por PP y Cs porque consideraba que estos foros estaban politizados.

Sin embargo, el origen de estos foros locales respondía a la necesidad de fomentar la participación vecinal en la toma de decisiones, una de las apuestas más fuertes del anterior equipo de Gobierno para empoderar a los madrileños. Hasta ahora había un foro local en cada distrito de la capital, y las decisiones que tomaban los vecinos en estos foros eran vinculantes para el concejal de distrito. 

La polémica operación de las cocheras del Metro

Una de las primeras decisiones de la corporación presidida por José Luis Martínez-Almeida ha sido dar luz verde a la operación urbanística de las cocheras de Metro de Cuatro Caminos y enviar todos los informes preceptivos pendientes a la Comunidad de Madrid, para su posterior aprobación en un próximo pleno municipal. El equipo de Carmena había paralizado la operación después de que la Asociación en Defensa del Patrimonio Histórico de Madrid señalara el valor de las viejas cocheras inauguradas en 1919, que iban a ser demolidas para construir viviendas.

Estas cocheras son obra del arquitecto Antonio Palacios, artífice de otros grandes edificios de Madrid, como el Palacio de Comunicaciones, el antiguo Hospital de Jornaleros o el Círculo de Bellas Artes, que consiguieron transformar la capital en una ciudad moderna.

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