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Elecciones 10-N Teruel Existe aspira a hacer historia y entrar en el Congreso tras 20 años de "promesas incumplidas"

La asociación ciudadana ha probado contar con apoyo en la provincia consiguiendo 6.781 firmas, seis veces más de las que necesitaban para presentarse a las próximas elecciones del 10 de noviembre como agrupación de electores. Tras esta demostración de fuerza, ahora quieren congregar alrededor de 15.000, los que necesitarían para conseguir un diputado. 

Manifestantes portando carteles de Teruel Existe durante la manifestación de la España vaciada el 31 de marzo /. EFE

juan corellano

Teruel Existe necesitaba 1.070 firmas, el 1% de los inscritos en el censo de su circunscripción electoral para poder presentarse a las próximas elecciones del 10 de noviembre. Finalmente, en poco más de dos semanas, la organización presentó casi 6.800, lo cual avala con creces no solo la posibilidad de concurrir en los nuevos comicios, sino también el apoyo con el que cuentan en la provincia y la aspiración de ser la primera agrupación de electores que entre en el Congreso. 

Entrar en el Parlamento y eliminar al intermediario. Esa es la decisión que ha tomado Teruel Existe con esta iniciativa, tras 20 años dedicados a escuchar las reclamas de su región y trasladarlas a las altas esferas políticas y no recibir respuestas concluyentes. Ahora, quieren eliminar ese paso intermedio y dejar de depender de terceros, siendo ellos quienes lleven directamente las reivindicaciones de Teruel y la España vaciada directamente al Congreso. 

Con este buen inicio, aspiran a conseguir un diputado de los tres que se reparten en la provincia turolense. Para ello, necesitarían alrededor de 15.000 votos, el mínimo que según los resultados de los últimos comicios necesitarían para obtener representación. En las últimas elecciones del 28 de abril, votaron un total de 75,605 personas en la provincia y fue Ciudadanos quien se hizo con el tercer representante gracias a 15,378 votos. Con esa cantidad de apoyo conseguirían un diputado y la prueba fehaciente, al menos en el Congreso, de que Teruel Existe. 

Un acto más dentro de veinte años de reivindicación

“La hoja de ruta va a ser ‘Veinte años de reivindicación’. Veinte años de promesas incumplidas”, asegura Manuel Gimeno, portavoz de la plataforma y número dos en la lista al Congreso. Con ello, asegura que este paso no supone una conversión definitiva al terreno político ni tiene otras aspiraciones, solo es un paso más dentro de los veinte años de trayectoria de la organización.

Por encima de Gimeno, el número uno en la lista de Teruel Existe será Tomás Guitarte, tal y como ha avanzado la organización en rueda de prensa este martes. Como número tres para el Congreso, Ana Asunción Balaguer. En cuanto al Senado, Joaquín Egea, Beatríz Martín y Alba Polo son el primer, segundo y tercer candidato para las próximas elecciones. 

"No pedimos nada del otro mundo, solo lo que se nos ha prometido", Manuel Gimeno

“Que se nos escuche en el sitio donde alguien te tiene que escuchar y, sobre todo, donde se toman las decisiones. No pedimos nada del otro mundo, solo lo que se nos ha prometido”. Con ese mensaje Gimeno reconoce la capacidad limitada de decisión que tendrán, por lo que asegura que no tienen otra intención que la de hacerse escuchar y transmitir la realidad de la provincia de Teruel y también la de la España vaciada.

Sobre la primera, Teruel Existe quiere poner sobre la mesa la necesidad de infraestructuras en materias como el transporte. “Teruel está cercada”, asegura Gimeno haciendo referencia a que la autovía Norte-Sur es la única vía de gran capacidad de la cual dispone la provincia entre carreteras y trenes de alta velocidad. También recordaba una notoria campaña de la asociación que ilustraba el mal estado de sus conexiones con un vídeo en el que se observaba un tractor avanzar más rápido que uno de los trenes de los que dispone la ciudad. 

En cuanto a la España vaciada, Gimeno considera que la provincia del sur de Aragón fue “el embrión” de este movimiento junto con Soria. Por lo tanto, también cederán su voz a sus reivindicaciones, con un Pacto de Estado que devuelva el equilibrio entre territorios como gran objetivo. “Es una España a la que se le quiere poner un telón, que no se quiere ver”, afirma, y la cual se mostró en la manifestación de Colón el pasado 31 de marzo incluso por Europa. “Europa ha dado muchísimo dinero para la cohesión territorial y social y todavía han aumentado más las diferencias entre una España y la otra”, sentencia.

El corredor Cantábrico-Mediterráneo, el detonante

“Menos hacer una movilización en la luna, ya no nos queda nada”. Esta frase del portavoz de Teruel Existe resume la situación de hartazgo de una agrupación que ha tenido reuniones con diferentes Gobiernos españoles e incluso el Parlamento Europeo, pero que se ha cansado de promesas vacías. “Para el trabajo que se ha hecho en la plataforma la verdad es que se ha conseguido muy poco”, asegura un Gimeno que, sin embargo, se muestra ilusionado por el siguiente paso que su organización ha dado.

“Menos hacer una movilización en la luna, ya no nos queda nada”, Manuel Gimeno

El detonante para su intento de irrumpir en el Congreso fue una notificación en el BOE del 3 de septiembre, en la cual se hablaba sobre la licitación de la redacción del estudio del tramo Santander-Bilbao del Corredor Cantábrico-Mediterráneo con una dotación económica de algo menos de un millón y medio de euros.

Esta inversión para las líneas ferroviarias del norte, pese a no afectar directamente a Teruel, ilustraba de nuevo las diferencias de la atención prestada a los diferentes territorios. Desde la plataforma llevan cinco años trabajando para materializar el tramo del Corredor Cantábrico-Mediterráneo de Zaragoza-Teruel-Sagunto. Con todo ese trabajo y dos estudios informativos después –uno desaparecido y otro caducado–, todavía no se ha invertido un euro en esa franja del corredor. Algo especialmente sangrante para la organización por ver cómo el dinero sí llega para otras regiones dentro del mismo plan ferroviario.

Este era solo el último episodio de una frustración acumulada por haber llegado a reunirse con altas estancias sin resultados. Gimeno recuerda cómo en Bruselas el año 2001 “lo que les sorprendía es que un trabajo tan exhaustivo y tan bien documentado y a la vez tan importante lo llevara al Parlamento Europeo una plataforma de ciudadanos y no los responsables políticos”.

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