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Elecciones 10-N Ciudadanos asume que no liderará la derecha y tira de épica para evitar el hundimiento que pronostican todas las encuestas

Albert Rivera e Inés Arrimadas afrontan los peores pronósticos en unos comicios de los últimos años haciendo un llamamiento a la movilización del “voto constitucionalista”. Rivera evita confrontar los líderes del PP y Vox y se reafirma en su predisposición para facilitar un ejecutivo si los resultados le son desfavorables.

El presidente de Ciudadanos y candidato a la Moncloa, Albert Rivera, junto a la cabeza de lista del partido al Congreso por Barcelona, Inés Arrimadas y la líder de la formación naranja en Catalunya, Lorena Roldán, durante el mitin final de campaña en Barcelona. / EFE

Ciudadanos cierra la campaña más corta de las últimas citas electorales y la más amarga para el partido de Albert Rivera. Ni la escalada de beligerancia hacia el independentismo después de la sentencia ni la estrategia de hacer un cuerpo a cuerpo con el Partido Popular y Vox han servido para que las encuestas suavicen la debacle que pronostican para el partido naranja. Y que, todo apunta, será histórica. Desde el Palau de Congresos de Catalunya, donde hace pocos días la Fundación Princesa de Girona recibía el rey Felipe VI mientras los manifestantes republicanos protestaban por la presencia del rey, el candidato a la presidencia, Albert Rivera, y la cabeza de lista en Barcelona, Inés Arrimadas, han dejado en un segundo plano la disputa por la hegemonía del bloque de derechas y se han erigido como la opción “liberal, moderada, moderna y valiente”, dirigiendo la crítica hacia el candidato del PSOE, Pedro Sánchez.

“Nos encontramos en estas elecciones, que Sánchez ha convocado como le ha dado la gana. Pero ahora tenemos la oportunidad de hacer historia, como en Catalunya. ¿Recordáis qué pasó cuando salimos todos a votar y cuando no quedó un solo constitucionalista a casa? Que ganamos”, ha reivindicado Arrimadas. Echando mano de la épica de la remontada, a pesar de que los últimos trackings electorales indican que la caída de Cs se acentúa día detrás a día, la candidata por Barcelona ha recordado el ascenso continuado en los comicios catalanes desde que se presentaron a las primeras elecciones en el Parlamento en Catalunya, pasando de los 3 escaños de las elecciones de 2006 a los 25 del pasado 21 de diciembre, así como la caída de la socialista Susana Díaz en el Gobierno de Andalucía con el pacto entre Cs, PP y Vox.

Pero esta dinámica se encuentra a los antípodas de lo que auguran los centros estadísticos para este domingo. Si las proyecciones se cumplen, Ciudadanos podría bajar de los 57 escaños en el Congreso a la veintena, o incluso, por debajo de esta cifra, acercándose a los escaños del partido independentista con más representación en el Congreso, ERC.

“Nos dijeron que no fuéramos a España, que no querían que hubiera un centro político. Y ahora gobernamos para 20 millones de personas. ¿Alguien nos dirá que no se puede? No. Nosotros diremos que sí que se puede”, se reafirmaba Rivera desde el escenario, animando a corear el lema que un día formó parte de la campaña más icónica de los de Pablo Iglesias.

El otro gran enemigo a combatir en los discursos de este último acto de campaña ha sido el abstencionismo, conscientes que su electorado, con un voto menos fiel que los partidos tradicionales, podría acusar la repetición electoral más que nadie. Y en el centro de este combate, una cifra que tanto Rivera como Arrimadas no han parado de repetir: los dos puntos porcentuales que los de Ciudadanos aseguran que si suman al casi 16% obtenido en abril les podría permitir lograr hasta 20 escaños más, superando los 70: “Si los liberales nos movilizamos, si los moderados, los valientes, votamos como hicimos en Catalunya y Andalucía, el domingo puede haber una sorpresa electoral. Porque dos puntos más pueden sumar 20 escaños”.

Aun así, todos los pronósticos se alejan de este deseo y, más bien, dejan Cs en menos de la mitad del apoyo actual, un hecho que ha llevado a Rivera a repetir el anuncio que ya hizo hace un par de días: Ciudadanos podría abstenerse para investir otro presidente para evitar un nuevo bloqueo en la Cámara Baja española, todo lo contrario de lo que hicieron después de la victoria de Sánchez del 28 de abril. “Casado ya ha dicho que bloqueará una investidura, Sánchez pide que le entreguemos los escaños. Si los españoles deciden soberanamente que no gobernemos, yo me pondré en marcha remando en la misma dirección. Sea presidente del Gobierno o esté a la oposición”.

Además, Rivera no ha perdido la ocasión para reivindicar su partido como el garante de la unidad de España ante el “chantaje separatista” en el cual aseguran que el PSOE y el PP han caído: “En Catalunya hemos vivido durante 40 años las concesiones que Casado y Sánchez le han hecho al nacionalismo. Hay partidos que piensan más en las siglas que en su país. Yo quiero posar por ante el país a las siglas, porque Ciutadans es España”.

Rivera evita la confrontación con Vox y el PP

Por el contrario, nada explícitas han sido las menciones a los de Casado y a la ultraderecha Vox, de donde sufrirán las principales fugas de votos. Rivera, pero, ha apelado los votantes de este partido en una ocasión para hacer un llamamiento a la unidad de los españoles: “Los votantes del PSOE, de Vox o del PP no son mis enemigos, son mis compatriotas.

El líder del partido naranja, además, ha querido marcar distancias con los ultraderechistas evitando dirigir un ataque directo hacia su líder, Santiago Abascal, después de que la confrontación constante contra sus competidores a la derecha lo llevara a ser considerado como uno de los perdedores del debate del pasado lunes: “Basta de odio. Con odio, este país ha labrado los peores años de su historia, enfrentando hermanos, primos y vecinos”.

De este modo, Ciudadanos prueba de hacerse un lugar en la estrecha rendija del centro, dirigiendo las críticas a aquellos que se acusan de “fachas” y “rojos peligrosos” con la bandera por delante, "nosotros somos españoles. Esto es el que somos”: “No sé cuántos escaños tendrá la libertad y cuántos el odio. Cuántos la igualdad, y cuántos la imposición separatista. Cuántos la honradez y cuántos la corrupción”. La realidad, pero, es que hasta ahora Cs ha defendido fundamentalmente políticas de derechas y es con las derechas con quienes más ha pactado.

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