Nada ha arreglado la repetición de elecciones a los socialistas. El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a ganar con claridad los comicios generales de este domingo aunque empeoró su resultados y fracasó en los objetivos políticos que se proponía: tener una mayoría más amplia, no depender de los partidos independentistas para la gobernabilidad, y conseguir una mínima estabilidad política. 

El fracaso de quienes desde dentro de La Moncloa vendieron humo en septiembre augurando una victoria rotunda de los socialistas quedó patente en los números: tres diputados menos, más de 800.000 votos perdidos y un del 28, 01% en porcentaje de votos, menor que el 28 de abril y, casi cuatro puntos por debajo del de las europeas de mayo.

El candidato socialista tiene un escenario político muy parecido, incluso peor, que tras las elecciones de abril, ya que ahora suma menos escaños con Unidas Podemos -aunque se añada Más País-, y hasta podría no servirle en una hipotética investidura la abstención de PP y Ciudadanos si el resto de la Cámara Alta votara en contra.

El escenario sería parecido al de abril si busca un pacto por la izquierda: sumar los votos de Unidas Podemos, Más Madrid, PNV, PRC y ERC (167) y previslblemente el BNG; y esperar la abstención de ERC. Si lo busca por la derecha tendrá que contar con el voto afirmativo de PP y Ciudadanos porque, con su abstención, tampoco saldría adelante la investidura.

Tras conocerse los primeros resultados, a las puertas del PSOE se volvieron a congregar decenas de personas, pero no con la festividad que se respiraba en abril. Caras serias y rostros largos en la sede de Ferraz y muchos cábalas con el número de diputados y las posibilidades que tiene Sánchez de formar Gobierno.

"Hemos ganado, dejadnos gobernar"

Sánchez decidió, de nuevo, no comparecer ante los medios de comunicación y hacer un breve discurso en la calle para proclamar que el PSOE ha ganado por tercera vez las elecciones.

El candidato, interrumpido por contantes gritos -el más coreado "Hemos ganado, dejadnos gobernar" y algunos más esporádicos de "con Casado no" y "con lglesias sí"- hizo un llamamiento al resto de partidos políticos para que actúen con "generosidad y responsabilidad", y aseguró que el PSOE también ayudará a desbloquear la situación "con generosidad y responsabilidad".

Sánchez indicó que desde este lunes va a abrir el diálogo con todos los partidos políticos a excepción de aquellos que "siembran el odio y la antidemocracia" y se "autoexcluyen de la convivencia" en referencia a Vox,  que se ha convertido en la tercera fuerza política del Congreso.

Sánchez aseguró que "está vez sí" va a desbloquear la situación y aseguró que España tendrá pronto un Gobierno, pero no adelantó nada de cómo va a afrontar las nuevas negociaciones para presentarse a la investidura.

Entre los dirigentes socialistas había una sensación agridulce porque no ha sido el resultado esperado. Se consuelan diciendo que el bloque de izquierda sigue sumando más que el bloque de derecha, que el PSOE sigue siendo con gran amplitud del partido más votado y que ahora será más difícil justificar el bloqueo.

Pero tampoco faltan voces ya voces criticas con lo ocurrido, que no ven una legislatura estable en el horizonte, que creen que han alimentado a la ultraderecha y que consideran un gran error haber repetido elecciones. "Hay que despedir a muchos asesores que contaban otra cosa hace tres meses", afirmó una persona que conoce bien cómo han transcurrido los acontecimientos en Ferraz y en La Moncloa. Y es que, pese a la victoria electoral, no fue una noche alegre en el PSOE.